Sin ir muy lejos, en Cuernavaca y Temixco pudiera darse este caso, nos referimos a la aspirante del Partido Revolucionario Institucional (PRI) Maricela Velázquez Sánchez y a Gisela Mota Ocampo que va por la otra comuna vía el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Ya se quejaba y denunciaba Esveidy Adame González, del Observatorio de Equidad de Género, de las presiones que vienen padeciendo quienes, por su carácter de mujeres, van en la lucha electora. Eso es realmente penoso, porque todavía subsisten actitudes poco decentes en esta materia, aún cuando las leyes han cambiado y los espacios de participación del sexo femenino tienden a ampliarse.
La capital estatal ha tenido presidentas municipales, no de elección, pero sí de suplencia, una de ellas priistas, otra panista, pero nadie ha logrado llegar al cargo por la vía del voto mayoritario. Quien lo intentó y estuvo a un paso de conseguirlo, fue Ana Laura Ortega Vila, hija del ex gobernador Lauro Ortega Martínez, en la justa del 2000, pero fue vencida por el panista Sergio Estrada Cajigal.
En lo que respecta a Temixco, sus seguidores aseguran que Mota Ocampo hasta el momento y luego de las precampañas, se encuentra a gran distancia de su más cercano perseguidor, las extrañas mediciones que invocan dicen que la colocaban en 32 puntos, frente al aspirante del tricolor Andrés Huicochea Santaolaya con 10 puntos, es decir un tres a uno.
Independientemente de que se cumpliera o no la paridad de género considerada en la nueva ley electoral, la verdad es que son pocas féminas las que buscarán ser alcaldesas, porque la mayoría de quienes fueron incluidas, van a cargos como sindicaturas o regidurías, es decir acompañando la fórmula, sin embargo tres o cuatro van a la cabeza.
Pero eso pudiera representar la diferencia, el grueso del electorado anda buscando opciones distintas ante tanto fracaso y se aprecia que pudieran decidirse por Maricela y Gisela. Pero volviendo al caso del Observatorio de Equidad de Género, mire que logró un éxito rotundo, porque independientemente de la denuncia que se envió al Ejecutivo estatal, al Poder Legislativo, a derechos humanos y al Impepac, por toda esa campaña negra en contra de las mujeres candidatas, el escrito fue expuesto en el Congreso de la Unión.
Lo que ayer decía uno de los que acompañaron a los quejosos, fue que la resonancia alcanzó niveles nacionales, 35 diputadas federales de los distintos partidos políticos hicieron suya la propuesta y queja, llevaron a tribuna el caso y eso obligó incluso a que en Morelos se dieran desafortunadas reacciones que parecieran indicar de donde vienen esas negras campañas. La dirigencia estatal del PRD se lanzó en contra de las mujeres, argumentando que no por el hecho de serlo, tenían derecho a participar, que se necesita experiencia y formación.
Pero también al candidato del Partido Social Demócrata, Cuauhtémoc Blanco, se le fueron encima, precisamente porque no es un político de carrera y todo indica que lo anterior representará un tropiezo más de la izquierda, porque, reiteramos, el asunto ya está en medios nacionales.
Claro, se hace hincapié en que estas campañas de misoginia se vienen dando sustancialmente en la capital del Estado, es entendible, porque aquí hay candidata, lo mismo que en Temixco, y se intenta a toda costa debilitarlas, sin embargo eso podría ser contraproducente, igual y les engordan el caldo.
Y por lo que se ve, en la trinchera tricolor se viven momentos de transformación, se menciona que el día 15 de abril se presentará el equipo de campaña de Maricela y que los coordinadores son puras figuras de la sociedad civil, han decidido dejar fuera a los grillos políticos por su baja rentabilidad electoral y desprestigio. Pero eso sólo son afirmaciones, porque en realidad no se ve por donde puedan encontrar esas figuras que dicen.
¿Estaremos en la antesala del ascenso del sector femenino en el ejercicio político?, por lo menos en participación electoral, aunque consideramos que sí habrá aspirantes que lograrán vencer a sus oponentes masculinos y eso es lo que viene provocando reacciones nada amigables.
No es para menos, históricamente los hombres dominaron el panorama electoral, la mayoría absoluta de las candidaturas era de ellos. A la mujer la utilizaban cuando la consideraban útil para sus propios intereses, acaso lograban entrar a las cámaras locales y federales por la vía de la representación plurinominal, pero estaban marginadas.
Necesariamente se iba a presentar una resistencia, porque en muchos partidos se acostumbraron incluso a la distribución de candidaturas por cuota. Es decir, en el caso específico del PRI, sus sectores demandaban determinados espacios para la CNC, el sector juvenil, el obrero.
Sus dirigentes obligadamente aparecían con lugares de privilegio, posiciones “amarradas”, de esa manera lograban llegar hasta la Cámara baja. A partir de esta elección, muchos de esos personajes se quedaron fuera y ya imagina usted el coraje que se traen, por eso están recurriendo a la calumnia, el terrorismo electoral y todo tipo de artimañas para tomar venganza, pero deseamos entender que ya no hay marcha atrás y que en lo sucesivo esta será la mecánica a seguir.