Todavía no arrancan las campañas en todos los frentes, será hasta la próxima semana cuando los candidatos a diputados locales y a alcaldes hagan lo propio, sólo los que buscan un lugar en el Congreso de la Unión dieron el primer paso, sin embargo ya los signos de la confrontación son visibles por todos lados.
Las famosas “campañas negras tomaron fuerza, especialmente a nivel de redes sociales y en el anonimato, porque circulan toda clase de panfletos orientados a desprestigiar a figuras políticas en escena o a partidos políticos, abonando en un ambiente para nada propicio a lo que requerimos en este momento.
Bueno, incluso a nivel de tribunales, ya hay diversas denuncias interpuestas entre actores de la política que dan fe del desaseo en el que se conducirá el proceso actual y que para nada augura buenas cosas, sin embargo viene siendo la dinámica de las más recientes justas electorales, no sólo en Morelos, sino a nivel nacional.
Nos referíamos a controversias legales, porque ya el aspirante a la legislación federal por parte del Partido Acción Nacional (PAN) Javier Bolaños Aguilar dio a conocer que interpondrá la denuncia correspondiente, por difamaciones y agresiones a su imagen y la de su partido, y solicitará al Instituto Nacional Electoral, vía la instancia competente, investigue quiénes están detrás de todo esto.
En el mismo terreno andan ya el candidato a diputado federal por el Partido Humanista, Arnulfo Montes Cuen, contra figuras de gobierno estatal, los acusa de señalamientos graves en su contra que deberán probar, y ya le contestaron que se le responderá mediante las vías conducentes.
Y ahora, para completar el cuadro, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) impugna la candidatura de la estrella deportiva Cuauhtémoc Blanco Bravo, por considerar que adolece del arraigo previsto en la ley como para ser candidato del Partido Social Demócrata a la alcaldía capitalina.
Es decir, todo un crucigrama que muy tempranamente ofrece signos de descomposición y enseña que como en elecciones anteriores, la lucha por ganar espacios de representación y de control de poder público se sustentará más en este tipo de acciones de baja moral, que en la oferta y la propuesta basada en proyectos a desarrollar en caso de lograr el objetivo deseado.
¡Qué lamentable observar el triste escenario! Pero los argumentos y el talento se viene agotando en la clase política, de unas tres décadas a la fecha se muestra un empobrecimiento en el nivel de cuadros de todos los partidos, las ambiciones se imponen al interés colectivo, el mantener privilegios es lo único que anima a la mayoría de las conciencias de aquellos que intentan ingresar al mundo de la grilla y no se diga de los que ya han probado los beneficios que ofrece estar en algún espacio público.
Desde luego que a los que más pega este tipo de acciones inmorales, basados en la intriga, la mentira, el señalamiento a la ligera, es a los mismos partidos, que hoy día enfrentan un serio problema de legitimidad frente a la población, sin embargo, son capaces de destrozarse entre sí con tal de tomar delantera en las posibilidades de ganar.
Está por demás recordar que quienes están al frente del país, los estado y los municipios han defraudado reiteradamente a los gobernados y quienes han estado al frente de esas instituciones o poderes públicos, son los responsables de la mayoría de las calamidades que como ciudadanos padecemos: inseguridad galopante, desempleo o subempleo, economía en quebranto, que parecieran no tener remedio al mediano plazo.
Es cierto que muy en particular México enfrenta condiciones desfavorables en su desarrollo económico, por efecto de sucesos internacionales que están fuera de su alcance en el control, pero igualmente es verdad que la corrupción, la ausencia de moral pública de los que gobiernan, el desinterés por resolver las necesidades de las mayorías, de parte de quienes se dicen “servidores públicos” o “representantes populares” es lo que nos tiene de rodillas y a millones de connacionales al borde del hambre.
Por eso es causa de desilusión que comencemos a ver cómo se rasgan las vestiduras los políticos entre sí, las vulgaridades de las que son capaces con tal de no perder posiciones y control de poder público, ya que para ellos es dinero y garantía de un nivel de vida del que jamás gozarán los ciudadanos menos privilegiados.
Claro, tampoco estamos diciendo que todos sean indecentes o rufianes, pero sí la gran mayoría y finalmente son éstos los que llegan a controlar al resto, incluyendo a los que se resisten a caer tan bajo, porque forman pandillas que en masa parecieran ser más peligrosas que la delincuencia organizada. A éstos se les conoce como “delincuentes de cuello blanco”, que además manejan a las instituciones y entonces las utilizan como instrumento de protección.
Volviendo al tema de la impugnación a la candidatura de Blanco Bravo, habría que tener cuidado, en una de éstas acabarán haciéndole el caldo gordo, recordando aquello que parece muy cierto en política: “golpe que no tumba, fortalece” y si la defensa legal del futbolista logra resistir los embates, estaría siendo considerado como víctima y sería más peligroso.
Sin que hayamos entrado ya de lleno a la elección del 2015, ya los tribunales electorales tienen tres o cuatro asuntitos bastante pesados a resolver, producto de la guerra campal que vamos a presenciar en lo que resta de abril y el mes de mayo, porque apenas comience junio, deberá iniciar el silencio a fin de llegar sin tanto grito al día 7, que será la fecha decisiva en los resultados.