Con base en la percepción del momento, insistimos en que son tres fórmulas las que se enfilan hacia una disputa cerrada por la alcaldía, en lo referente a Cuernavaca, la del Revolucionario Institucional (PRI), la del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y la de la novedad de esta contienda que encarna el futbolista Cuauhtémoc Blanco Bravo.
El resto de quienes contienden esperan que se dé un milagro, que no suele ser muy común, porque los partidos que abanderan no tienen el alcance suficiente como para pensar en pelear los primeros lugares, sin embargo habría que admitir que vienen haciendo un esfuerzo plausible.
Consideramos que Movimiento Ciudadano tiene en Alejandro Villarreal Gasca a un excelente prospecto, pero es una institución mediana que carece del financiamiento suficiente como para competir con los tres grandes partidos inicialmente referidos, y eso se refleja al final.
Pero en lo que se refiere a priistas, perredistas y Cuauhtémoc, ¿dónde está la fuerza y la esperanza para considerar que de entre ellos saldrá el vencedor? Cada fuerza partidista tiene sus particularidades, desde luego que existen elementos distintos que podrán marcar la diferencia en caso de un cierre apretado.
Se nos antoja, para comenzar, que hay una notable ausencia entre los punteros de la elección, el Partido Acción Nacional que históricamente es considerado de los grandes y que esta vez pudiera quedar relegado hasta el cuarto o quinto lugar, pero su espacio lo está ocupando no el Partido Social Demócrata (PSD), cuya estatura es mínima, sino el ídolo deportista.
Como suele ocurrir, aún en sus peores tiempos, el tricolor depende en mucho para ganar de la capacidad de operación de sus estructuras, quienes conocemos de años atrás esta parte fundamental del instituto, sabemos que dispone de cuadros bastante capaces como para darle la vuelta a la justa, el mismo día de las votaciones porque tienen estrategias de probados resultados a la hora de la verdad y dos o tres figuras de esta índole están detrás de la candidata Maricela Velázquez Sánchez.
En mucho consideran que la juventud de MVS y la suavidad de su discurso es otro elemento de apoyo y pareciera que les viene dando números positivos. Pero por el sur el partido más viejo cuenta asimismo con un voto duro, que ha venido a menos con los años, pero que continúa siendo significativo. Es la parte económica en la que se ven con cierta desventaja frente al candidato del partido en el gobierno Jorge Messeguer Guillén, que abandera al PRD.
O sea respecto a operadores, voto duro y frescura de candidata, el tricolor llevaría ciertas ventajas ante los otros dos adversarios. En el caso de Messeguer Guillén, es indiscutible que la mayor ventaja que tiene sobre MVS y el Cuauh, tiene que ver con la parte económica, se antoja que el señor no enfrenta dificultad alguna al respecto.
Por ahí vendrá una lucha férrea en el caso de la fórmula perredista para equilibrar la contienda, es visible un trabajo avanzado en esa materia, algunos líderes están de ese lado y se advierte que a medida que se acerque el final del proceso, apretarán más para atraer a estructuras funcionales. El PRD también tiene voto duro, pero no es mucho en la capital, sus mayores bases solían ser en provincia.
En lo que se refiere a Blanco Bravo, pues le apuesta a su fama, prestigio y popularidad, a diferencia de los otros dos, él no puede competir en dinero porque tampoco va a invertir lo suyo en esta aventura, sin embargo habría que admitir que a pesar de eso, tiene igual o mayor presencia en los medios de información que sus adversarios y buena parte de ello en medios de alcance nacional.
Pero ¿con cuáles votos podría alcanzar el sueño?, aquí seguramente que va por los ciudadanos sin partido, que son mayoría, estaríamos hablando de un 60% de las personas en edad de votar. Por eso es que lo vemos haciendo campaña en los sectores populares más densos, ahí donde hay signos marcados de pobreza y marginación, que finalmente también son la mayoría de la población.
Cuenta con algunos cuadros ex priistas que le arrimó el diputado local y ex edil Manuel Martínez Garrigós, sin embargo es claro que no tendrá el mismo nivel de operatividad que el PRI o el PRD, ahí podría estar la diferencia, si llega en una tendencia muy cerrada con ellos, como se comienza a apreciar.
Y es que se llegó a especular mucho en torno a la figura del Cuauh, como aquello de que sólo haría presencia seis o siete veces durante el proceso, es decir que no haría campaña, no fue así, el hombre anda bien metido. Luego, que ya venía apalabrado y negociado con gobierno estatal y todo indica que no hay tal, por lo visto va en serio por la comuna y eso ha generado ya cierta preocupación en los otros dos cuarteles de guerra.
En concreto, PRI puede ganar por su voto cautivo y la juventud y atracción personal de Maricela; Messeguer por el indiscutible respaldo que lleva y Blanco por su popularidad, que se está viendo, pudiera ser determinante a la hora de la verdad. Y aunque aún muchos no lo aceptan, sobre todo en lo referente al Cuauh, la final va a ser casi no apta para cardiacos, aunque alguno de ellos podría empezar a desplomarse, como se insiste.