A juicio de muchos analistas y conocedores del tema político, ésta es una modalidad que tenderá a multiplicarse a partir del siguiente proceso de elección y eso lo veremos pronto, porque el año entrante habrá justas en ciertos estados de la república y se estima que ya serán muchos los que intenten secundar a los que con mucho éxito lo hicieron en este 2015.
Por lo menos ahí está Jaime Rodríguez “El Bronco”, ya gobernador electo de Nuevo León y aquí a lo cortito Cuauhtémoc Blanco Bravo que está cerca de ser alcalde de Cuernavaca, por la vía del PSD, porque hay que esperar el conteo voto por voto exigido por el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Pero también habría que hacer algunas precisiones, bajo nuestro punto de vista, tiene más perfiles de aspirante ciudadano Blanco Bravo, nadie podría dudar que lo que está a punto de lograr, es producto casi al cien por ciento de su fama y figura deportiva, que el mismo “Bronco”, el Partido Social Demócrata tiene una presencia simbólica en la capital y lo podemos constatar revisando un poco sus antecedentes.
Es decir, en el resto de quienes han podido lograr espacios en la elección anterior vemos formación y militancia partidista, Jaime Rodríguez fue militante priista, él lo reconoce, sólo que esta vez al no dársele la oportunidad por algún instituto, decidió aprovechar la coyuntura legal e irse por la libre.
En lo que se refiere al Cuauh, reiteramos, sí es una figura con antecedentes no partidistas, hasta hoy no sabemos militara en alguno de ellos, desde muy joven se inclinó por el deporte y optó por participar en política hace cosa de unos meses, por eso afirmamos que sus perfiles sí son netamente ciudadanos.
Ya se ha dicho hasta el cansancio que dicha modalidad de candidaturas vienen prosperado por el cansancio y repudio popular hacia los partidos políticos, que en su conjunto son los responsables, en buena medida, de que a los mexicanos nos siga yendo cada vez más mal.
Han llevado la corrupción casi al infinito y parece que en ello no tienen límites, a los largo de los años se han integrado en verdaderas mafias monopólicas en el ejercicio del poder y cerrado el paso a quienes no comulgan con sus intereses o estiman que no les son útiles, consecuentemente sus cuadros pierden credibilidad y liderazgo, haciendo cada vez más costoso el valor del voto.
Pero en lo que tiene que ver con los “independientes” o ciudadanos, se dio el primer paso: ganar un cargo de elección. Ahora viene lo difícil, están obligados a tener un mejor desempeño que aquellos que vienen de esos partidos, un eventual fracaso nos llevará nuevamente a regresar a los brazos de los institutos políticos y sería una primera gran derrota.
Ya lo están advirtiendo los analistas en la materia, los poderes públicos, estatales o federales seguramente harán lo que a su alcance esté para hacerlos tropezar y de eso tienen que estar muy conscientes los que llegan por la vía libre, de no ser así, serán blancos débiles de quienes los acechan.
Ya lo hemos dicho antes, la primera buena o mala impresión que genere Blanco Bravo ante los gobernados, en caso de ganar la alcaldía capitalina, es cuando nombre a sus colaboradores, ahí estará la clave de su posible éxito o fracaso. Cualquier error llevará a la primera reacción colectiva, incluso de aquellos que lo apoyaron, de tal forma que deberá ser muy escrupuloso. Más aún, se espera que esa selección de funcionarios se haga mediante métodos novedosos, no tradicionales, se nos antoja que por concurso, en convocatoria abierta, para que lleguen los mejores.
Y mire que en el caso que nos ocupa, las cosas en materia financiera no están nada sencillas, todavía el próximo alcalde va a enfrentar un problema financiero terrible, la deuda alcanza o supera mil millones y el pago de intereses es alto, porque el Congreso local nunca le autorizó al presidente municipal Jorge Morales Barud conseguir recursos para su reestructuración.
Mucho se ha insistido en que los ingresos propios y las participaciones que le quedan a la comuna, tras intentar cumplir con sus obligaciones de pasivos, apenas si son suficiente para el gasto corriente, por eso la obra pública es simbólica, de ahí que el rezago en casi todos los rubros crece exponencialmente.
Es decir, se tienen que tener muchos contactos y relaciones, tanto con el gobierno estatal como con la Federación, a fin de buscar complementar fondos para poder pensar en el desarrollo de inversiones de mediana estatura, ya no de grande, eso se antoja bastante complicado.
Eso es lo que viene haciendo Morales, y es así como ha logrado ciertas acciones de relevancia, sin ello la ciudad estaría paralizada. Pero además y lo advertíamos líneas arriba, sobre todo si el PSD concreta su objetivo, al interior del Ayuntamiento tendrá las mayores resistencias para poder avanzar en acuerdos.
Se calcula que tendrán entre cuatro y cinco miembros en el cabildo, el resto –dos terceras partes- serán oposición, fundamentalmente priista y panista, de esa mayoría va a depender la toma de decisiones. O sea, hay que contar con capacidad operativa, porque lo mejor es buscar consensos en todo.
Podemos anticipar que desde esas trincheras internas, desde el Poder Legislativo y el Ejecutivo, se van a armar resistencias y obstáculos que en muchas ocasiones no se pueden vencer fácilmente. Volvemos al caso JMB, por más intentos que hizo, explicaciones a fin de convencer a los legisladores de que lo mejor para los capitalinos era reestructurar la deuda con recursos frescos, le fue negada la autorización para contratar el crédito. Más o menos por ahí podría seguir la ruta de quien llegue a partir del primero de enero del 2015.