Pero lo anterior, combinado con un bajo rendimiento en el desempeño de la mayor parte de quienes conforman el gabinete de primera línea, fueron minando la fortaleza institucional, de tal manera que al llegar al proceso electoral previo a la elección del 7 de junio pasado, se apreciaba ya una considerable pérdida de capital político de parte del partido en el gobierno.
Desde la barrera, todo mundo anticipaba que las cosas no serían nada sencillas para la administración perredista y que se advertía de un fuerte voto de castigo, visión que contrastaba con la opinión al interior de los principales personajes del gobierno, pero al final, las muestras de la inconformidad fueron suficientemente claras, la absoluta mayoría de aquellas candidaturas propuestas por la parte oficial resultaron fallidas.
Bueno, algunos se quedaron atorados desde la etapa preelectoral, no pasaron la primera prueba, como en el caso de quien fuera secretario de Economía Julio Mitre Cendejas, quien buscaba contender por la diputación federal en el distrito uno, pero el espacio se lo quedó Teresa Domínguez Rivera, quien también perdió en la elección constitucional.
Sin duda que la muestra más fehaciente del descontento se reflejó en la estrepitosa derrota de Jorge Messeguer Guillén en busca de la presidencia municipal de la capital del estado, sin embargo, otros siguieron la misma suerte. Aquí mismo en Cuernavaca, quien fuera secretaria de Desarrollo Social Adriana Díaz Contreras, no logró el sueño de ser diputada local.
Roberto Ruiz Silva, ex secretario de Desarrollo Agropecuario, contendió por la diputación federal en el distrito cinco, se quedó a pocos votos del ganador, pero al fin y al cabo fuera del Congreso de la Unión. Bueno, quien fuera dirigente estatal del PRD, José Luis Correa Villanueva, no logró entrar al recinto legislativo local por cuestiones de equidad de género y es otro de los cercanos a las figuras centrales del poder estatal.
Hay otros que sin haber sido integrantes del equipo cercano del jefe del Poder Ejecutivo, son gente bastante cercana, entre ellos Juan Ángel Flores Bustamante, que contendió por la alcaldía de Jojutla y le ganó el candidato del Partido Social Demócrata (PSD). Uno más que ya se sentía edil de Temixco y que no logró siquiera ser candidato es David Martínez Martínez, aunque luego le dieron un “premio de consolación” con una subsecretaría en el sector educativo.
Para acabar pronto, casi todos cayeron en la contienda y para quienes desde el exterior medíamos los escenarios, no fue ninguna sorpresa, las condiciones estaban dadas para que eso pasara y si no fueron más escandalosas las derrotas, fue porque corrieron dinero y apoyos por todos lados, a fin de rescatar algo de lo que estaba en juego.
LOS QUE PUEDEN CONTINUAR
Pero sí será necesario que tras una obligada lectura del mensaje del elector respecto al comportamiento gubernamental, se revise a quienes de los que forman el cuerpo de colaboradores cercanos del gobernador, tienen nivel como para quedarse en el gabinete, consideramos que un buen número de ellos tendría que darle las gracias y hacer maletas.
Las áreas de prevención y persecución del delito vienen siendo cuestionadas severamente desde la óptica del ciudadano, sólo en las esferas oficiales se les concede buenos resultados. Por inteligencia política tendría que irse el comisionado de seguridad pública Jesús Alberto Capella Ibarra, quien la sigue pasando muy mal y el fiscal general del estado Rodrigo Dorantes Salgado, de quien se insiste, ya presentó su renuncia, pero no por los cauces correctos.
Reiteramos, tampoco la titular de obras públicas Patricia Izquierdo Medina ha hecho un papel decoroso, salvo inversiones casi simbólicas, no tiene nada de qué presumir, igualmente debiera ser sustituida por alguien más eficiente.
Tampoco digamos que el secretario de Desarrollo Sustentable Topiltzin Contreras MacBeath ha hecho un papelazo, como que ya comenzó a nadar de a “muertito”, hizo mucho ruido con el desalojo del parque ecológico el Texcal, pero hace rato que no aparece por ninguna parte. Y lo peor, anda haciéndole el trabajo de consenso a una diputada local perredista, en eso de querer concesionar el servicio de recolección de la basura en los 33 municipios, hasta ofreció un viaje a medios de información a Pachuca para visitar las instalaciones de la planta de la cooperativa Cruz Azul, hace unos días.
Quienes podemos considerar que tienen trabajo como para continuar en sus respectivas responsabilidades son el secretario de Gobierno Matías Quiroz Medina y el de Administración Alberto Barona Lavín. El primero logró pacificar el estado, luego de una primera etapa de muchas inconsistencias, por falta de sensibilidad de su antecesor. El hombre tiene una gran ventaja: carisma, paciencia y tolerancia, atributos que muy pocos políticos poseen.
En lo que toca a Barona Lavín, sin mucho ruido ha logrado poner orden en la parte administrativa, sacado adelante dos programas de austeridad y ahorro financiero para poder resolver deficiencias económicas en lo que toca a gasto corriente, son aspectos que van a tomar mucha relevancia el año que viene, porque habrá descenso de participaciones federales debido al recorte presupuestal que arranca con base cero. Habrá que esperar, pero muy seguramente aparecerán novedades en lo que toca a los colaboradores del gobernador, porque muchos no dieron el ancho.