La sola posibilidad de que eso sucediera, despertó en automático el respaldo y solidaridad de todo tipo de expresiones, movimientos y rostros que incluso, hacía mucho que no teníamos el gusto de ver. Sin siquiera ser llamados a responder la agresión, llegaron de todos los rincones y trincheras, la consigna era la misma y sin que requiriera de ensayos como ocurre con algunos grupos ya muy vistos, todos se asomaron para ofrecer el apoyo que a su alcance tenían, a fin de defender a la máxima casa de estudios, en contra de una legislatura local que se dio cuenta del tamaño de la resistencia y más por fuerza que de voluntad, ha tenido que recular.
Ya en este momento se tiene clara la película, es decir, de dónde salió tal idea de incluir -porque no lo considera la reforma federal-, un pequeño apartado para que, desde el recinto legislativo, se pudiera nombrar a un fiscalizador externo en la UAEM. Fue el diputado federal electo, Javier Bolaños Aguilar, el autor de la propuesta que provocó el enojo justificado del rector Alejandro Vera Jiménez y toda la comunidad universitaria.
Pero ¿qué el resto de la asamblea legislativa no previó tal conflicto?, pues eso es lo que causa polémica, sin embargo, lo que dicen algunos diputados es que se determinó aceptar el “pequeño” agregado en aras de lograr un consenso en los acuerdos con el propósito de avanzar y aprobar las reformas en lo que tiene que ver con la Fiscalía Anticorrupción.
Y mire lo que son las cosas, cuando el rector y algunos de sus colaboradores vieron el tamaño de la ofensa que se habría perpetrado, lo primero que se pensó era que venía de Palacio de Gobierno. Bueno, se asegura que Vera Jiménez hizo una llamada a la sede del Poder Ejecutivo, o sea, al secretario de Gobierno, Matías Quiroz Medina, a quien le habló bastante fuerte, primero vía telefónica, luego personalmente.
Como se recordará, el lunes pasado, ya por la noche, hubo un encuentro precisamente entre Vera y Quiroz Medina, en Palacio, pues se dio a partir de esa llamada nada amistosa y ahí, el funcionario gubernamental le aclaró que desde el régimen de estado no se había agregado una sola letra a la propuesta de reforma, fue entonces cuando aquel entendió que todo venía del Legislativo y se dispuso a actuar.
En cuestión de horas se armó un movimiento de protesta lo suficientemente fuerte como para obligar a los “representantes populares” a desistir, pero si las circunstancias lo hubieran requerido, tienen la capacidad para sumar decenas de miles, porque reiteramos, les asiste la razón, traen calidad moral, respeto y honestidad.
Hace buen rato que, desde algunos círculos gubernamentales se ha pretendido ir sometiendo a desgaste al campus universitario y en particular al rector, la verdad es que el resultado es en sentido contrario, la figura de Vera Jiménez ha crecido a medida que logra sortear y además, evidenciar a sus detractores.
Vera Jiménez decía ayer no entender el porqué de estas vicisitudes, aunque admitía que algunas de las acciones producto del trabajo e investigación del aula mater sí lastimaban algunos egos o intereses. “Nosotros, con el apoyo de los docentes e investigadores llegamos a desarrollar proyectos que, en sus resultados, chocan con la visión y posición de ciertos actores políticos, sin embargo, es con ideas como debemos defender nuestra verdad y no con golpes y agresiones”.
Y en efecto, vemos posicionamientos que evidentemente traen intereses poco claros en los que se insiste en desacreditar el desempeño de la universidad, aduciendo que muestra inconsistencias y deficiencias a nivel académico o ya sea por el lado del manejo de los recursos, insinuando que existe poca claridad en el uso de los mismos.
A todo eso, decía que la UAEM, en algunas actividades ocupa los primeros lugares nacionales, sólo después de la Universidad Nacional Autónoma de México, que por sus dimensiones, es otro mundo. Igual y se puede mejorar, sin embargo, y considerando que se vive en medio de serias limitantes muy particularmente económicas, los avances son plausibles, ¿no le parece?.
No olvidemos que estamos frente a la universidad pública, el espacio de formación académica del que han salido hombres y mujeres que le han dado rumbo y destino a la entidad con sus acciones y aportaciones, y de donde siguen surgiendo los cuadros profesionales de hoy y del mañana, es decir, nuestros hijos y los que vienen detrás y por lo tanto, nuestra obligación es apoyar su desarrollo, su prestigio y honorabilidad, quienes no lo vean así, es porque los alimentan finalidades insanas y perversas.
Lo decía el mismo rector, aún en condiciones precarias, ya hay presencia de espacios educativos en nivel superior en 21 de los 33 municipios y para el ciclo escolar que viene, apertura de espacios para más de seis mil jóvenes, claro, sigue habiendo carencia de matrícula para poder aceptar a todos los que aspiran a ingresar, pero sí se han dado pasos firmes en ese sentido en los recientes dos o tres años; ya buena parte de quienes estudian en sus aulas, lo hacen cerca de donde viven, los planteles se vienen acercando, anteriormente sólo se contaba con los centros de estudio IPRO, en el oriente, e Ipres, en el sur.