Al calor de los discursos y las campañas políticas, se llegó a pensar que las huestes de Andrés Manuel López Obrador tenían todas las posibilidades de quedarse con ese ayuntamiento, a partir del cual comenzarían a intentar extender sus tentáculos a sus alrededores, para ir fortaleciéndose hacia las elecciones presidenciales y por la gubernatura en el 2018.
La verdad es que al final no pintaron y fue más bien el candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Rafael Reyes, el que dio la batalla, se defendió en las urnas y posteriormente en los tribunales, porque, en efecto, fue el territorio donde el candidato del partido en el poder se despachó con todo, no obstante acabaría vencido por un dictamen que le ratificó el triunfo a Manuel.
La estrategia, insistimos, era esa, impedir al costo que fuera Morena pudiera gobernar Jiutepec, a eso obedeció la “contratación” como candidato de Agüero Tovar, quien venía de ser diputado local del PRI y aceptó la oferta, porque además se veía que en su partido no le darían juego.
Bajo estas circunstancias, el PRD logra pues quedarse con esta alcaldía, pierde la joya de la corona que es Cuernavaca, pero conserva Temixco con Gisela Mota y Yautepec con Agustín Alonso, hijo del actual edil con el mismo nombre.
O sea que al final de cuentas, a los amarillos no les fue tan mal y quienes estarían alejándose más de las perspectivas que tenían son los priistas, porque difícilmente podrán mantener la capital del estado. Lo más seguro es que se dejen las cosas como están, o sea oficializar el triunfo del futbolista Cuauhtémoc Blanco Bravo.
Y así las cosas, el escenario hacia el 2018 presenta graves indefiniciones para los partidos mayores, porque los tres son finalmente perdedores en el espacio estratégico, en Cuernavaca PAN, PRI y PRD se vieron desplazados por la fama y figura del Cuauh, que por la vía del Partido Social Demócrata (PSD), hizo la hazaña: vencer a los gigantes históricos.
Y es que para el partido en el poder, el ahora titular de la Secretaría de Movilidad y Transporte (SMT) Jorge Messeguer Guillén era la carta fuerte para la grande que viene, quien se fue a cuarto lugar. En lo que corresponde al tricolor, durante el proceso se advertía que si Maricela Velázquez Sánchez lograba llegar a la comuna, sería en automático la candidata a la gubernatura que viene, también se quedó en el camino.
Y por lo que toca a los panistas, se les consideró hasta antes de la elección, como los perdedores de la contienda. No obstante, lograron ganar la diputación federal por la capital con Javier Bolaños Aguilar, aunque claro, también fracasaron en su intento de recuperar Cuernavaca con Luis Miguel Ramírez.
Lo anterior, nos lleva pues a la conclusión de que las cartas fuertes de PRI, PAN y PRD para dentro de tres años, se quedaron atorados en la elección del 7 de junio, difícilmente alguien con el estigma de perdedor, podría pensar en ser candidato a la gubernatura en la justa que viene, de tal manera que lo mejor es ir pensando en otras opciones.
En el caso del perredismo, no hay nada claro luego de la derrota en la capital, sólo consideraciones como que el actual secretario de gobierno Matías Quiroz Medina o la diputada federal Lucía Meza, pudieran estar entre los aspirantes.
Y respecto al PAN, pues no se ve a nadie, acaso el propio Bolaños Aguilar, que es la figura política más significativa en estos momentos por parte de los albicelestes, quizás el doctor Víctor Manuel Caballero, diputado local, el resto de los cuadros están desgastados y por ahora perdidos, a menos que alguien más logre fortalecer su imagen en el Congreso local, pero no vemos cómo.
Sobre todo porque antes de comenzar su legislatura, se vieron sometidos por el Poder Ejecutivo, a partir de ahí, se les tomó la medida y se les fue la oportunidad de que, de manera individual, sentaran las bases para construir su futuro político.
Se dejaron vencer en las primeras de cambio, a grado tal que podemos sostener que el Legislativo para nada representa un contrapeso al gobierno estatal, eso del equilibrio de poderes públicos, al menos, en lo sucesivo, aquí no existe, porque los diputados –en su mayoría claro, porque hay algunos que no- entregaron la parcela.
Y desde luego que para pensar en darle forma a una imagen, en lo que se refiere a los miembros de esta legislatura, lo primero con que se debe contar es con independencia y libertad, pero la gran mayoría carece de esos dos factores, por lo tanto no les vemos posibilidades de crecer, como para ir en busca de la candidatura por el gobierno morelense en el 2018.
Y como la “caballada está flaca”, en todas las trincheras, diría aquel viejo ex líder nacional cetemista Fidel Velázquez Sánchez, entonces se antoja coyuntura fácil para que cuadros externos lleguen con posibilidades.
Pero reiteramos, los tres fuerzas partidistas mayores, PRI, PAN y PRD fueron los grandes perdedores de la justa anterior, con el sólo hecho de perder la capital, están con mínimas posibilidades de gobernar la entidad a partir del 2018, porque el resto de los municipios realmente inciden muy poco.