Ayer, el Consejo Municipal del Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana (Impepac) comenzó la apertura de todos los paquetes electorales por instrucciones de la Sala Regional antes mencionada y tenían de plazo hasta hoy para cumplir con el ordenamiento, sin embargo, pidieron una prórroga de 48 horas más, porque calcularon que no iban a poder en tres días.
Sin embargo, todo esto nos indica que de un momento a otro se va a dar el dictamen final, pero no hay una certeza respecto a cómo viene, por eso es que circula todo tipo de especulaciones, incluyendo aquella que advierte de la posibilidad de que los resultados se anulen y se convoque a una nueva elección.
Pero llama la atención el requerimiento de la sala, porque se orienta hacia la verificación del correcto conteo de votos, cuando en su oportunidad se hizo lo propio, acrecentando incluso la ventaja del candidato del Partido Socialdemócrata, Cuauhtémoc Blanco Bravo, respecto a sus más cercanos contendientes.
Claro, no propiamente es otro conteo, más bien se cotejarán los resultados de las 509 actas, correspondientes al mismo número de actas presentadas por el tricolor en su recurso para ver si coinciden o no. Ya ve que, por ejemplo, en la casilla donde votó la aspirante del PRI, Maricela Velázquez, no apareció su sufragio, cosa que llamó la atención.
Y sobre todo porque el recurso interpuesto por el PRI más bien lleva la finalidad de sustentar que la mayoría de los sufragios en la capital del estado llegaron viciados, por eso demanda la nulidad del proceso. O sea, no se aprecia cabalmente hacia dónde se orienta la determinación.
Una cosa es clara, las partes en conflicto se están moviendo intensamente en aquellas esferas con la idea de orientar a su favor los resultados del resolutivo y lo decíamos en su oportunidad, Blanco Bravo de manera personal lo viene atendiendo conjuntamente con sus asesores en la materia.
En lo local, el ambiente es de calma, pareciera que bajo estas circunstancias lo más prudente sería dejar las cosas como están, es decir, ratificar el triunfo al abanderado del PSD, sin embargo, se está dando una dura batalla entre las partes y con lo poco que se puede apreciar, ésta no se limita al terreno legal, en buena medida la influencia de cada actor ante el TEPJF pudiera ser definitiva a la hora de la verdad y es aquí donde los adversarios parecen llevarle ventaja al Cuauh.
Y por más que parezca lo contrario, sí se observa cierta preocupación en la trinchera del famoso futbolista, no es para menos, las señales son confusas, a pesar de que en las urnas la ventaja fue incuestionable y de que el edil electo no tuvo nada que ver con acciones de fraude electoral; para empezar, las estructuras del partido no daban para eso, menos los recursos de campaña. En concreto, fueron otros los que pervirtieron la jornada cívica de aquel domingo 7.
Frente a la petición de la Sala Regional, el PSD mostró su postura, dijo aplaudir esa decisión, considerando que confirmará la contundencia del triunfo; no podía ser de otra manera, mostrar oposición habría sido inadecuado, dada la procedencia del mandato.
Decíamos líneas arriba que en torno a este caso no se descarta una sentencia con base en acuerdos políticos, más que en resultados reales y lo vimos en lo que toca a Jiutepec. Cualquiera, medianamente enterado de cómo se dio la jornada en aquel municipio habría apostado 10 a uno, que se le revocaría la victoria al perredista Manuel Agüero Tovar, porque fue un auténtico cochinero, sin embargo, lo ratificaron, pero todo indica que fue con base en acuerdos de cúpula.
Blanco Bravo y su equipo cercano cometieron un error de estrategia, mostraron su postura frente a temas coyunturales muy sensibles para el estado como en lo referente al Mando Único policiaco. La decisión anticipada de no darle continuidad al convenio encendió luces de alarma, sobre todo en Palacio de Gobierno.
Se debió mantener la cautela, manejando el tema con mucho cuidado, y hasta asumir el cargo hacer pública la determinación. Pero ya no hay manera de componer las cosas, y lo que se advierte es que hay fuerzas poderosas operando en las instancias electorales superiores, empujando hacia la anulación.
¿Porqué?, es sencillo entenderlo, los análisis orientan hacia que la figura de Blanco, con ese comportamiento llevaría a una confrontación, sí por lo menos entre el estado y el municipio, y que el alcalde en turno, durante algunos meses sería la figura política central, muy por arriba de personajes con mayor jerarquía en el ejercicio del poder y eso difícilmente se tolera. Es decir, en medio de todo esto aparece el celo político y es el factor que lleva a las reacciones que apreciamos. Y el hecho de que al repetir la justa, el PSD difícilmente volvería a ganar, porque los candidatos serían otros y sin el Cuauh estarían acabados, por ahí vienen los objetivos.
Pero mientras tanto los consejeros municipales electorales y los representantes de los partidos políticos están prácticamente acuartelados en el Impepac de la capital desde ayer, van a trabajar las 24 horas corridas a fin de extraer las 509 actas.
Porque nos explicaba un funcionario del Impepac estatal que cada acta extraída se muestra a todos los presentes y los representantes partidistas deben firmarla, se le saca una copia que se vuelve a meter en el paquete, la original se separa para enviarla a la Sala Regional y todo eso lleva en promedio 10 minutos. Así las cosas, se prevé que a finales del mes en curso podamos conocer la decisión.