Ayer, miles de trabajadores se dieron cita desde muy temprano en las afueras del recinto legislativo, porque sabían que en sesión ordinaria, ya estaba programada la discusión y posible aprobación al respecto y mire que no venían nada amigables, sus consignas reiteradas eran en contra de la figura del mandatario, de quien pedían su remoción en el cargo.
Bloquearon los dos accesos, enfrente y la puerta que da al estacionamiento por No Reelección, la consigna era presionar a fin de que se desechara la propuesta, encaminada a modificar algunos artículos de la Ley del Servicio Civil, a fin de que, de prosperar, las jubilaciones se dieran conforme al sistema del IMSS y el ISSSTE. Además de prolongar el periodo de trabajo para reclamar ese derecho a 35 años.
El enojo era visible, el proyecto unió a todos, pero en contra y era muy riesgoso aventurarse y pretender sacar adelante la iniciativa ante una multitud en el exterior, por eso se especuló mucho en el sentido de que la coordinadora del grupo parlamentario del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Hortencia Figueroa Peralta, pretextando que no había condiciones para sesionar ahí, proponía una sede alterna. Había cuatro opciones, entre ellas el Centro de Convenciones, irse a Tepoztlán o al hotel Villa Vejar.
Pero dadas las condiciones, ya la comisión del trabajo había dictaminado en contra de la reforma y a pesar de ello, seguramente por instrucciones superiores, se avizoraba la posibilidad de darle la vuelta a esa decisión, sesionando en un lugar sin presencia de quejosos.
Pero entre algunos líderes sindicales, se reconoció que si bien pudiera ser ya una urgencia encontrar una salida al difícil problema del esquema de pensiones y jubilaciones, por la insuficiencia de recursos, la administración pública estatal no tuvo la decencia de socializarla.
Dijeron que ellos mismos se vieron sorprendidos cuando el tema empezó a ventilarse en los medios de comunicación, a ellos no se las habían presentado, o sea lo consideraron como un intento de madruguete o de imposición unilateral de parte de gobierno del estado.
Óscar Cano Mondragón, quien, siendo director general del Instituto de Crédito de los Trabajadores al Servicio del Poder Ejecutivo tuvo el encargo de elaborar y diseñar un proyecto algo parecido, recuerda que “nosotros lo intentamos, pero en condiciones diferentes, en efecto se proponía extender el tiempo de trabajo para la pensión, pero en un proceso gradual, es decir se empezaría con un año, luego dos y así hasta llegar a los cinco”.
Y agregó que “venía también considerada la elaboración de una cuenta personal para poder calcular perfectamente cuales serían las ventajas y desventajas de un trabajador equis, pero sobre todo se puso en conocimiento de los sindicatos, quienes tampoco mostraron aceptación, sin embargo el rechazo no era tanto”.
Reconoció que quien estaba en aquel entonces al frente de la Secretaría de Gobierno del estado, no le quiso entrar por cuestiones políticas, pero estuvo cerca de darse. Él admite que no hay de otras que buscar un mecanismo que prolongue la vida del sistema actual de pensiones porque el dinero se agota. Y sostuvo que sólo Morelos y otras dos entidades en la república adolecen de un instituto de pensiones, ya todas lo tienen, aunque en algunos casos es algo obsoleto y hay que irlo modificando, pero con acciones menores.
Como sea, el asunto es que no hubo operatividad en el caso que nos ocupa y eso fue lo que lo empujó al fracaso. Todavía el gobernador habla de buscar algún acuerdo con los legisladores, para encontrar una salida, pero nosotros diríamos que más bien se tiene que dialogar con los empleados, los burócratas, que están bastante molestos con su propio patrón, porque se consideran traicionados desde dentro.
Este tipo de acuerdos se construyen mediante intercambio directo de opiniones. Seguramente que los involucrados lo podrán entender, si se les toma en cuenta, pero buscar imponer a mansalva nunca ha sido la mejor estrategia, lo estamos comprobando.
Por otro lado, ciertamente es el primer gran revés que sufre la actual administración, por los métodos que sean, logró superar resistencias en casos muy escabrosos como el relacionado al crédito de dos mil 806 millones de pesos, que como sea, salió, aunque se sigue sosteniendo que con un empujoncito de lana, sin embargo en el asunto en referencia, todo indica que no hay manera.
En la reacción en masa de los sindicatos, mucho debió influir el que, tras el más reciente intento de aprobación y presunto congelamiento, se dijera desde Palacio de Gobierno que no había tal y que el proyecto iría hacia adelante, lo que generó más inconformidad.
Eso fue la semana pasada y unos mil 500 empleados de los tres poderes y de los municipios fueron a oponerse, esta vez la concurrencia fue muy superior, quizás entre cuatro o cinco mil, porque llegaron ya muchos aliados, como en el caso de la FTM y el NGS.
Sí se le tendrá que encontrar una cuadratura al círculo, es cierto que ya no le queda mucho tiempo de vida financiera al actual sistema de jubilaciones y pensiones, pero éste fallido intento ha puesto en alerta a los trabajadores, cualquier otra acción similar volverá a levantarlos de inmediato, pero además ya se dieron cuenta que sí es posible obligar a la administración estatal a dar marcha atrás, sólo hay que seguir el mismo caminito.
Por lo pronto, se fueron cantando victoria, se sintieron a gusto con la decisión –más a fuerza que de ganas, sobre todo de los perredistas- de desechar por ahora el documento y si se le llega a mover, ya será el año que entra, porque los señores diputados van por una sola sesión ordinaria más para irse a vacacionar.