O sea, la “sagrada familia” no logró ya mantener el control y fue desplazada del mando, lo que llevaría a una nueva etapa del blanquiazul, que ya fue advertida por la nueva dirigencia, en el sentido de que abrirán las puertas a la participación ciudadana, a fin de acabar con el centralismo y la monopolización de decisiones que benefició a unos cuantos.
Las generaciones anteriores que se enquistaron en el CDE, sin embargo, capitalizaron muy bien las ventajas que les daba su control, a grado tal, que lograron gobernar el estado durante dos sexenios, el de Sergio Estrada Cajigal y el de Marco Adame Castillo.
El primero fue instrumento para abrirse paso al ejercicio superior del poder y es el otro quien surgió ya de la célula familiar, sólo que no supieron conducirse y lo primero que hicieron fue enfrentarse entre ellos mismos: la corriente de Adrián Rivera Pérez jaló por un lado, la de Marco Antonio por otro y así llegaron a las elecciones del 2012, en las que el Partido de la Revolución Democrática los sacó de palacio.
Siempre se insistió –las evidencias así lo mostraban- que el mandatario en turno se la jugó con el entonces candidato de los amarillos, Graco Ramírez, dejando solo al abanderado de su partido, Rivera Pérez, que acabó sucumbiendo y por amplio margen de diferencia.
Pero ahora ya perdieron hasta el instituto político, porque hasta donde quedamos, la posición del CDE no va sólo por la coordinación de la fracción parlamentaria en el congreso local, ya a cargo del diputado Carlos Alaniz Romero. Incluye el desplazamiento de por lo menos las principales cabezas que le daban vida a la “sagrada”.
Hablamos del mismo Rivera Pérez, así como de Sergio Álvarez Mata, Oscar Sergio Hernández Benítez o la diputada federal Emma Margarita Alemán. Igual y suavizan las decisiones, sin embargo, quienes logren sobrevivir esta nueva etapa será bajo condiciones muy claras, porque la finalidad es darle vuelta a la página e impulsar un proyecto distinto, de mayor presencia social.
Todavía en el proceso electoral del año pasado, la sagrada impuso privilegios, metió a Norma Alicia Popoca Sotelo como diputada por la vía plurinominal y la hicieron coordinadora del grupo. Emma Margarita Alemán logró escalar a la diputación federal apoyándose en la equidad de género, pero parece que en adelante, las cosas cambiarán casi radicalmente.
Bueno, el mejor posicionado políticamente para participar en las elecciones del 2018 es el diputado federal Javier Bolaños Aguilar y viene de los neo panistas que llegaron con Sergio Estrada Cajigal cuando ganó la presidencia municipal de Cuernavaca en 1997. Los cuadros propios, como pasó algunos años en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), envejecieron y se agotaron, de tal manera que van hacia una especie de renacimiento.
TEMIXCO, EN OTRAS MANOS
Y en lo que corresponde al conflicto que vive Temixco, el Tribunal Estatal Electoral decidió no meterse en problemas y optó por aventarle la papa caliente a los tribunales federales y será en aquellas instancias donde se determine la vía para elegir a quien asuma la presidencia municipal.
Una parte del cuerpo edilicio sigue plegado a la suplente, Irma Camacho García, quien se proclamó alcaldesa, pero han tenido que laborar en espacios externos; convirtieron como sede alterna un club privado, donde el ex edil Miguel Ángel Colín Nava realizaba sus sesiones de cabildo para estar degustando bebidas y alimentos mientras discutían los temas del día.
Del otro lado, mantienen el control del edificio municipal los funcionarios nombrados por Gisela Mota Ocampo, entre ellos, el secretario de gobierno municipal, Carlos Caltenco, y el gobierno estatal sigue reconociendo como autoridad legal al síndico, Gerardo Hurtado de Mendoza.
Y si bien, Camacho García “destituyó”, tanto al secretario como a otros funcionarios, mientras los tribunales federales no le reconozcan validez como alcaldesa, sus decisiones carecen de legalidad; entonces cada bloque camina con su propio equipo y por veredas encontradas.
Por cierto, en lo que se califica como un error de estrategia, la maestra nombró a Raymundo Suástegui como el secretario de la comuna, pero el señor es su concuño, lo que se considera nepotismo. Irma Camacho está casada con un Hiromoto, el otro con una Hiromoto. Como que se quiere que todo quede en familia y eso no es muy bien visto desde fuera.
Y quienes siguen atrincherados en la presidencia municipal son los que apoyan el proyecto de Mota Ocampo. Tomaron las instalaciones e incluso duermen ahí fácilmente 250 o 300 personas para evitar que cercanos de la maestra puedan apoderarse de algunas oficinas.
Desde el exterior, también las posiciones están divididas. Ya lo decíamos, el gobierno estatal no reconoce a Irma y sigue trabajando con el síndico y Carlos Caltenco en su calidad de secretario. También la fracción perredista en el Congreso local se inclina a favor los cuadros nombrados por la difunta y se menciona que el CEN del PRD va por el mismo lado.