Ayer se dieron otros acontecimientos lamentables y ello fue tema del secretario general del Partido Acción Nacional (PAN), Liborio Román Cruz Mejía, quien enfocó sus baterías contra el secretario de Seguridad de Cuernavaca, Rogelio Sánchez Gatica, quien, consideró, debería renunciar por incapacidad para prevenir.
Aquí tampoco lo defenderemos, a lo mejor y es cierto que se requiere mucho más trabajo y estrategia, sin embargo la observación del "dirigente" partidista fue tendenciosa y parcial, porque efectivamente viene fallando la prevención, pero la tarea es igualmente responsabilidad de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y de instancias de niveles superiores.
Más aún Liborio, de querer ser objetivo, tenía que aclarar que por las características de los sucesos los competentes para intervenir son los órganos que atienden la delincuencia organizada, es decir la Procuraduría General de la República (PGR) o la Secretaría de Seguridad Pública Federal (SSPF), pero nunca incluyo a esos actores.
Es cierto, hay cierto desorden en el desempeño y trabajo de los cuerpos policíacos en la capital estatal, hemos recibido comentarios directos de agentes que viven las inclemencias en las calles y la verdad es que hay quienes se dedican más al negocio personal que a cumplir con su tarea de prevenir, pero tampoco es real lo que dijo en rueda de prensa el panista, por lo menos no del todo, sí hay que levantar la voz, tiene que ser para involucrar a todos los servidores públicos, municipales, estatales y federales que tienen a su cargo la seguridad social, ya sea a nivel de prevención, sanción o persecución, pero no podemos aceptar que se haga de esto una bandera político-electoral falseando la información y distorsionando los hechos.
Esto sólo nos refleja el nivel de frivolidad conque se siguen tratando asuntos tan delicados como el que hoy abordamos, esos personajes no deberían tener cabida en nuestro entorno político, porque lo único que les preocupa son sus intereses.
Pero también desde aquí cuestionamos a muchos otros funcionarios, representantes populares, líderes partidistas que no obstante la preocupante situación, prácticamente hacen mutis y enmudecen en casos como éstos.
Tampoco lo deseable es que se haga de ello un escándalo que publicitariamente es contraproducente para la imagen de nuestro estado, que está muy golpeada en el exterior, pero el esconder la cabeza como el avestruz de ninguna manera abona en alguna solución a esta problemática.
Por el contrario, pareciera que no hay ningún compromiso ni voluntad de trabajo para superar la delicada coyuntura que nos afecta y eso seguramente es tomado en cuenta por la población, que suele igualmente guardar silencio, pero cobrarse con creces a la hora de ir a votar.
Bueno, el senador Graco Ramírez Garrido ya anda bastante acalorado y apuntándose en la lista para aspirar a la candidatura al Gobierno estatal en el 2012 por el PRD o si se puede una alianza con el PAN, no olvidamos que fue el principal protagonista de aquella debacle de inseguridad en los tiempos del general Jorge Carrillo Olea.
En lugar de estar buscando reflectores y publicidad de pre campaña para sus apetitos políticos, debería ya estar muy adentrado en todo lo que ocurre, pero es otro de los que sólo habla por conveniencia y se ve que está muy comprometido con la derecha y el Gobierno en turno, precisamente cuidando que todo pueda salir bien en un posible frente electoral común con los azules. ¡Qué le va a preocupar lo que pasa!
En todo caso, si las estructuras de prevención municipal, estatal y federal son inoperantes, pues que renuncie Sánchez Gatica pero también Gastón Menchaca Arias de la SSP estatal y quienes en las delegaciones federales de la PGR y SSPF tienen bajo su competencia un esfuerzo coordinado con el resto de las corporaciones, pero eso desde luego nunca lo diría el "dirigente panista" Liborio Román, porque le pega a sus jefes.