Pero no obstante eso, fue muy visible la mano de su antecesor, David Gómez Basilio en el negocio de venta de placas y regularización de taxis “piratas”. El pastor evangélico continuó por mucho tiempo haciendo de las suyas, se entiende que con el consentimiento de los niveles superiores de gobierno.
Sin embargo, el arribo de Jorge Messeguer Guillén cambió las cosas y se empezaron a evidenciar hechos notoriamente irregulares, como aquello de la legalización de unidades vehiculares de dudosa procedencia. No obstante que en su momento, en este espacio le ofrecimos incluso pruebas documentales de ello, los responsables nunca fueron sancionados, cosa que indica que el negocio es directamente de Messeguer Guillén.
Pero ahora, en la Dirección de Control Vehicular se está generando y desde hace rato, una serie de acciones que muestran una abierta corrupción a fin de lograr grandes dividendos económicos que necesariamente tienen como beneficiario final al secretario de la dependencia. No puede ser de otra manera.
Una de las piezas clave de la red es Daniel Montes Ramírez, a quien, luego de un corto tiempo como subdirector de transporte particular, le fue creada una instancia de atención especial a los gestores y empresas, a quienes ha fijado una cuota mensual de 30 mil pesos a cada uno -y se estima que por lo menos son diez- como condición para poder dar trámite a sus solicitudes.
El caso es muy delicado, porque se trata de algo equiparable a lo que hace la delincuencia organizada, fijar cuotas a los negocios a fin de no molestarlos y brindarles protección. Pues en este caso podríamos sostener que lo que ocurre en el caso de Daniel Montes, es una especie de delincuencia organizada de cuello blanco, porque viene condicionando la liberación de documentos o placas al depósito mensual de 30 mil pesos.
Bueno, quienes hicieron llegar la información a La Unión de Morelos pudieron conseguir la copia de uno de esos depósitos a cuenta de cheques en Scotiabank, específicamente refiere, “nombre del cliente: Montes Ramírez Daniel. Número de cuenta: 03902356430. Moneda : MXN, Cuernavaca. Total de entrada de efectivo: 30,000. O0
Reiteramos que mínimamente son 10 gestores los obligados a realizar los depósitos mensuales, lo que lleva a una suma promedio de 300 mil pesos al mes. ¡nada despreciable! Y los que conocen a Daniel, dan fe de que hasta hace poco, el muchacho llegaba a su trabajo en el servicio público del transporte, pero acaba de adquirir un auto con un costo de 428 mil pesos y al contado, con placas de circulación PYW7377, como consta en la factura expedida por vehículos Kor, S. A. de C. V. de fecha 25 de febrero del presente año, hace poco más de dos meses, ¿qué tal? Es, conforme a la copia de la factura, un “automóvil importado nuevo marca HYUNDAJ, 2016, color negro”. Con un valor exacto de 369 mil 741.38 pesos, más impuestos.
Pero prácticamente por todo se cobra. Cualquier trámite hoy día requiere de la aportación de una lana y para eso el señor es acompañado por Guadalupe Salgado Vicera, quien se encarga de entregar las fichas en el caso que usted desee hacer cualquier movimiento, como placas, por ejemplo.
En las ventanillas no le van a atender si no ha pasado por sus manos y la cuota mínima es de mil pesos; mil 500 en el caso de altas y bajas foráneas. Claro, si se trata de autos americanos, la cifra puede llegar hasta los cinco mil pesos. Y eso es sólo para que usted tenga la ficha mediante la cual le atenderán, los costos legales por cada acción son separados. Aquí lo interesante sería saber cuántos trámites se realizan en un mes, para poder calcular la cantidad de dinero que se llevan a los bolsillos de manera irregular.
Pero estamos hablando de los brazos o tentáculos que Jorge Messeguer tiene en las diversas áreas en las que los servicios que se prestan representan dinero. Y mire que Montes Ramírez parece estar muy bien apadrinado, porque incluso aparece en algunas fotos muy apapachado con el gobernador Graco Ramírez Garrido, otro a quien le encanta la lana y no deja títere con cabeza.
Sería bueno que la Contraloría revisara la manifestación de bienes patrimoniales del sujeto en cuestión, que de andar en ruta logró adquirir un vehículo de lujo en unos cuantos meses. Y si un simple funcionario de bajísima categoría ha podido evolucionar tan sorprendentemente en sus bienes, habría que imaginar el cambio que al respecto deben mostrar personajes como el secretario de movilidad, Jorge Messeguer Guillén.
Pero independientemente de lo que ahí ocurre, es imperdonable el grado de perversión con el que se manejan las cosas prácticamente en toda la administración pública estatal. Los ciudadanos somos víctimas de toda clase de atropellos, maltrato, extorsiones, condicionamientos y hasta cobro de cuotas de parte de los “servidores públicos”. La pregunta sería ¿y cómo es que hemos permitido que se llegue a tanto? Apena admitirlo, pero somos nosotros los responsables, por no saber reclamar nuestros derechos.
Los delincuentes con credencial y uniforme de gobierno están incrustados en todos lados, pero fundamentalmente detrás de aquellos que gozan del apoyo y consentimiento de quien gobierna la entidad y que tampoco se distingue por un manejo pulcro y decente, sino todo lo contrario. Y es entendible, si la cabeza anda en malos pasos, todos los demás siguen el ejemplo, y las consecuencias las padecemos, pero a grados superlativos.
Sabemos perfectamente que lo aquí expuesto no causará mayores cambios, el cinismo es algo que también distingue a las autoridades actuales. Sin embargo, es nuestro deber moral desenmascarar a los rufianes, ya usted como contribuyente sabrá qué hacer para tratar de defenderse de tanto maloso disfrazado de “servidor público".