Las expresiones que ahí se vertieron parecían hacer referencia a algún paraíso de primer mundo, no hubo lugar para los pesimistas y aves de mal agüero que suelen opinar lo contrario, por lo menos se aprecia que se eligió a puros afines ideológicamente para que usaran el micrófono y desde luego, pintaron un entorno color de rosa.
Nos sorprendió escuchar a un amigo que suele ser muy crítico y combativo mostrar esta vez una posición acorde a la concurrencia, el abogado laboralista Juan Juárez Rivas. Bueno, algunos compañeros periodistas, un tanto aburridos por la monotonía y sobre todo por expresiones que francamente faltaban a la verdad, se alegraron cuando escucharon que Juan ofrecería su opinión. Uno de ellos dijo, bueno, parece que aquí saldrá la nota, pero no hubo tal.
El caso es que a juicio de los que hablaron en el evento, vivimos tiempos de bonanza, inversión, empleo, desarrollo sin precedentes. Alguien diría, ¿y de qué estado habrían hablado?, inéditamente se referían a Morelos, donde, conforme a estadísticas del programa “sin hambre”, en los últimos años son miles de morelenses más incorporados a grados alarmantes de abandono.
Pero acá seguramente se referían a quienes en el ejercicio del poder lo tienen todo a su alcance, en función del pago de nuestros impuestos, porque no logramos entenderlo de otra manera. Y cuando hablan de más empleo, pues se refieren a unas cuantas familias que vienen haciendo de la administración pública bolsa de trabajo para amigos, parientes y recomendados. Bueno, hasta se dan el lujo de reservar espacios bien pagados para advenedizos procedentes de la Ciudad de México, por conducto de la presidenta del Sistema DIF Morelos, Elena Cepeda de León.
Y en torno a la creciente inversión, también fue respecto a un sin número de bienes inmuebles adquiridos en los últimos dos años, por la “familia real” que dice gobernarnos desde ese fatídico 2012, empezando por las más de cuatro hectáreas ubicadas cerca del hotel restaurante Las Quintas, aquí en la capital y que pertenecieron a doña Purita, quien tenía la franquicia de la Coca-Cola hasta hace poco. Sólo ahí se habrían invertido más de 120 millones de pesos, ¿¡no está nada mal, verdad!?
Pero con base en la realidad del estado, sostenemos que por mucho, la Secretaría de Economía, a manos de Juan Carlos Salgado Ponce, pasa por los peores momentos, la economía viene en retroceso, el nivel de generación de empleo desciende en comparación con años de otras épocas, hasta en un 50 por ciento; la informalidad va en aumento y el cierre permanente de negocios como consecuencia del delito organizado, que sigue causando pérdidas millonarias a la planta productiva.
Bueno, el secretario general de la Federación de Trabajadores de Morelos (FTM), Vinicio Limón Rivera, hizo una crítica más o menos en este sentido y ya sabrá la que se armó, vía los medios que cuidan y promueven la imagen del gobierno estatal, Salgado Ponce le dijo hasta de qué se moriría. Es decir, buena parte de los integrantes del gabinete de Graco no sólo son incapaces, se han vuelto intolerantes.
Vinicio sostiene que sí hay dinero, pero que en promedio, el 70 por ciento de los recursos de programas federales son desviados para fines no contemplados en los proyectos. Y además, admite que Morelos es un estado en descomposición y que mientras no se comprenda que sólo el trabajo y la inversión pública o privada pueden resolver nuestros problemas, la inseguridad seguirá creciendo.
Pues para los quisquillosos “servidores públicos” como Salgado Ponce, esas son ofensas y vienen de gente sin conocimiento de la realidad. Pero ayer nos ilustraron con su escenario de primer nivel, donde no hay miserias ni quejumbres.
Claro, para donde usted quiera ver, encontrará dolorosos cinturones de pobreza, donde hay familias que escasamente logran ofrecer uno o dos alimentos diarios a los suyos, y no crea que son banquetes, se reducen a medio kilo de tortillas, un plato de frijoles y un poco de chile.
Por eso nos encontramos perdidos, dado que para que podamos resolver un problema, primero hay que aceptar que existe, aquí continuamos viendo y escuchando aseveraciones que rayan en el ridículo. Y como siempre, en boca de ellos, Morelos es primero a nivel nacional en muchas cosas, no se diga en transparencia, ¡qué contradicción!.
Por eso también el líder obrero sostiene que en México y particularmente en Morelos, en estos tiempos se vive una democracia comprada, los gobiernos no representan el sentir ciudadano, una vez que alguien gana un cargo se va apartando del pueblo para no cumplir con los compromisos contraídos.
Es decir, los partidos políticos dejaron de abanderar las causas populares y, aceptaba Vinicio que se transformaron en una lacra, porque además, son franquicias que tienen dueños. Pero en Palacio y habría que aclararlo, en el reducido grupúsculo de funcionarios de primer nivel, se piensa bastante diferente, avanzamos a paso firme.
Pero hay que ser justos, desde la base laboral hasta ciertos cargos de menor envergadura, la percepción ya es otra, desde dentro se habla de un gobierno fracasado y un gobernador que sólo busca cómo engordar los bolsillos para resolver la vida económica personal y la de los suyos por varias generaciones.
Incluso, ellos mismos han engordado las filas del desempleo, por la quiebra presupuestal en la que se encuentran, han eliminado a cerca de mil empleados de las nóminas oficiales en los últimos dos años y ya ve que los municipios vienen haciendo lo propio, así que de dónde nos salen ahora con que estamos en bonanza.
Y además somos de los poquísimos estados en los que la economía viene en retroceso, hay entidades que mantienen un nivel de inversión pública bastante interesante, acá las únicas obras que hay son de índole federal, localmente no hay ningún proyecto de trascendencia en puerta y así se la seguirá llevando el tabasqueño, gobernando de a muertito.