Pero llegar a probar su existencia no es cosa fácil, porque entre ellos hay encubrimiento y solapamiento. Sin embargo tampoco son perfectos y en ocasiones las cosas se les salen de control y es entonces cuando nos podemos enterar de hechos penosos.
Claro, llegar hasta ellos requiere del apoyo de algunos integrantes de esas corporaciones, que no comulgan con el mal proceder de sus jefes, porque a pesar de todo, sí existen elementos honestos y con vocación de servicio, nos parece que éste es uno de esos casos.
Se trata del comandante Edgar Bello Martínez, quien fuera escolta del ex fiscal general de justicia Rodrigo Dorantes Salgado y que luego de esa posición, fue nombrado director del grupo de recuperación de vehículos.
El caso es que Bello Martínez convirtió al grupo de recuperación de vehículos en un negocio particular, en lugar de llevarse las unidades robadas como procede, empezó a pedir una lana a cambio. Claro, los montos dependían del valor de la unidad.
Algunos de los que colaboraron con él en ese grupo, sostienen que por lo menos logró acumular extorsiones por cerca de un millón de pesos, pero también le pegó a grupos de la delincuencia organizada y éstos reaccionaron. Uno de los agentes dijo que la "maña" se quejó con los superiores, porque les seguía llamando para advertirles que si no le entregaban el dinero que pedía, les recogería los autos, y eso llevó a iniciar la investigación.
El coordinador de la Policía de Investigación concentró a todos los elementos, les pidió le entregaran sus celulares y ahí encontró las claves. Sin embargo, sabiéndose en riesgo, Bello Martínez se dio a la fuga por una de las ventanas de los baños. Es decir, escapó y no ha sido localizado.
Y en efecto, refieren los agentes, Marín encontró en su celular las llamadas de extorsión y ubicó un domicilio en la Ciudad de México en donde se encontraron además algunos carros robados y armas, porque se afirma que también se dedicaba a la comercialización de las mismas.
Imagínese, delincuentes de tal magnitud desempeñándose como jefes policiacos para salvaguardar los intereses y la integridad de los ciudadanos.
Desde luego que el tema ha sido manejado discretamente, el que se pudiera conocer, obedece a la colaboración informativa de agentes de esa misma corporación, pero la intención era encubrir al sujeto, por lo menos para que no se supiera.
Pero fíjese nada más, el asunto se destraba cuando los mañosos se acercan para quejarse de extorsión del subalterno.
EDIL DE JONACATEPEC EN LA TABLITA
Por otra parte, ayer en la Secretaría del Trabajo se reunieron entre otros, el presidente municipal de Jonacatepec, Israel Andrade Zavala, ex trabajadores que ya le ganaron un laudo casi de cuatro millones de pesos y el presidente del Tribunal Estatal de Conciliación y Arbitraje (TECA), para decidir la suerte del edil.
El caso es muy claro, dijo el maestro Francisco Ruiz Velasco, uno de los demandantes, el alcalde omitió la disposición del TECA, luego de haber aceptado un acuerdo de finiquito, por lo tanto enfrenta ya un proceso de destitución en el cargo.
Asesorados por el abogado Leobardo Gutiérrez Rojas, 28 ex empleados aceptaron ir a un último encuentro, aunque advertían que incluso el tribunal ha sido complaciente con el presidente, porque la ley es clara, tras una multa por incumplimiento, el siguiente paso es la remoción tras un segundo requerimiento, pero aquí le han dado oportunidad ocho veces.
El enojo crece más, porque el señor dice que no tiene dinero, pero sostienen que frecuentemente, para festejar día de las madres, del niño o de algún evento de familia suya, contrata los servicios de un helicóptero para ofrecer paseos aéreos, con un costo promedio de 60 mil pesos la hora. El profesor sostiene que ha llegado a cubrir hasta seis horas.
Por cierto, acusan directamente a Ana María Cajigal, encargada de atender asuntos laborales colectivos, de ser la que le ha dado oportunidad de salvar la guillotina. Ella atiende el asunto, debido a que el presidente Juan Manuel Díaz Popoco se excusó, ya que su hermano es el asesor legal del Ayuntamiento.
Es decir, ayer el presidente municipal tenía que resolver el problema o en su caso este 8 de julio el TECA llevará a cabo la sesión en la que se ordenará ya la separación en funciones de Andrade Zavala, sumándose así a la creciente lista de homólogos que han corrido esa suerte.
Dos o tres fueron destituidos en el trienio pasado, pero algunos como Noé Reynoso Nava de Amacuzac se fue cuando faltaban dos o tres semanas para concluir el trienio, la cosa es que ahora nos encontramos a medio año del comienzo y eso sí debe doler mucho.
Claro, presume de estar amparado y que por lo tanto no va a renunciar, sin embargo es claro que no tendría manera de ganar el proceso, ya se agotaron las instancias y perdió el laudo colectivo, eso sólo retardaría un poco la decisión, pero al final acabaría en la calle y además pagando una factura mayor porque el tiempo sigue corriendo y sumando.