Como cualquier institución de enseñanza, la mayor parte del presupuesto es para pago del personal y algunos subsidios a la propia educación y hasta donde se ha dicho, entraría en parálisis a partir de la primera quincena de octubre, es decir poco más de una semana.
Para complementar el cuadro, se presentó el tiempo de negociaciones de los contratos colectivos de trabajo de sus sindicatos, académico y administrativo y frente a la imposibilidad para que la institución pueda responder a sus exigencias de incremento y mejora de prestaciones, pues amenazan con estallar la huelga, lo que llevaría a los más de 40 mil estudiantes a quedarse sin clases por un tiempo indeterminado.
Mucho se ha insistido –de parte de algunos medios informativos, que más bien tratan de desinformar- que la máxima casa de estudios enfrenta un déficit de 526 millones de pesos, derivado de una mala administración del rector Alejandro Vera Jiménez.
Aquí se tendrían que hacer algunas precisiones, entre ellas que el problema no es de dos o tres años a la fecha, viene de tres o cuatro administraciones anteriores. Es decir, algo muy parecido a lo que pasa en las presidencias municipales, con los mencionados laudos laborales vencidos.
Vera recibió la rectoría con ese rezago en proceso y ha buscado sortear el conflicto reclamando lo que legalmente les corresponde, pero que por alguna razón, no se los han dado y que en suma significaría una cantidad sumamente abultada comparada con su necesidad actual.
A partir de una reforma federal, aprobada en 1967, sobre jubilaciones y pensiones, los estados y el gobierno federal convienen subsidiar a las universidades en esa materia, de tal manera que si hoy se cubriera la deuda acumulada, hablaríamos de unos 14 mil millones de pesos, dinero de sobra para cualquier urgencia universitaria.
Otro rubro, el pago de aguinaldos, que en Morelos para los trabajadores que laboran en el sistema básico y otras instituciones de nivel medio y superior es de 90 días, debe beneficiar a la planta laboral de la UAEM, o sea el Estado debería estar aportando los 50 días que le corresponden a fin de que sumados los 40 que cubre la universidad, se cumpliera con la prestación, y tampoco se viene dando.
Se recuerda que por gestiones de Vera Jiménez, la Secretaría de Educación le condonó el pago del Impuesto Sobre la Renta (ISR) en algunas de las partidas ejercidas, de tal manera que ello les representaba unos 70 millones de pesos, pero sólo les han dado 19 millones.
Hay entonces muchos motivos de fondo como para que estén pasando por una situación de crisis y de ninguna manera es un asunto de la actual administración, verlo de esa manera es distorsionar la realidad y hacer creer que Vera es el culpable de todo lo que está aconteciendo.
Las cosas han llegado al límite, como la Federación también tiene gordas cuentas pendientes con la institución, pues han decidido ir a tocar las puertas de la Secretaría de Gobernación (SG), mediante una representación de unos 500 estudiantes el día de hoy.
Hoy, podemos decir que se suspenden las clases al cien por ciento, la Federación de Estudiantes Universitarios de Morelos (FEUM), en voz de su presidente Israel Reyes Medina, anunció ayer que saldrán en marcha desde el campus Chamilpa hacia el zócalo de la capital estatal, donde se instalarán y sólo se retirarán hasta que la SG reciba a los enviados.
Así como andan las cosas, ciertamente que sólo la Federación podrá resolver el asunto, aquí se llegó a un punto ciego, las partes se radicalizaron y nadie quiso dar un paso atrás, poniendo el riesgo el ciclo escolar para más de 40 mil jóvenes que son los que estarían pagando los costos de una factura que no deben.
Los líderes de los sindicatos universitarios accedieron a un diálogo con las autoridades estatales, pero no hubo acuerdos, por lo tanto, al respecto, vamos a observar un ascenso en la lucha y en esta ocasión la convocatoria es a todas las escuelas y facultades a nivel estado, para que se sumen a la defensa de sus intereses y abonen en la presión con la esperanza de que aparezca una luz en un camino que se antoja bastante sinuoso.
Se anticipa que la SG ha tenido que intervenir en algunos temas similares de universidades en otros estados de la república, incluyendo el Instituto Politécnico Nacional (IPN), de tal manera que de haber voluntad, sí es la vía adecuado, la instancia competente para conocer de la problemática.
Como quiera que sea, es muy penoso lo que le pasa a nuestra universidad, pero ahí nos podemos dar perfecta cuenta de que el discurso gubernamental en el sentido de que la educación en el pilar del desarrollo y el progreso, algo muy real, es sólo un argumento político, en la práctica hay un abandono oficial que muestra todo lo contrario.
No se le puede dañar a algo tan elemental, como es la formación profesional de generaciones de muchachos que serán los actores principales del futuro del estado de Morelos, así de fácil, hacerlo es ir en contra de los intereses superiores de los morelenses, no únicamente de los estudiantes.
Este tipo de acciones siembran la incertidumbre y abonan en la indefinición a mediano y largo plazo, de una entidad que presenta ya graves deficiencias para ofrecer a sus habitantes un mejor mañana. La confrontación se ha llevado al terreno político, el educativo se está haciendo a un lado, cuando debiera ser el objetivo central de todos los esfuerzos.
El gobierno central está obligado a dar alguna salida, para evitar que las cosas sigan por el rumbo de la rebeldía colectiva. No es sencillo, hay toda una serie de conflictos en el país, que lo han puesto de cabeza, uno de esos el magisterial en cuatro estados, Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Michoacán. Apenas vienen logrando darle vuelta a esa página, pero ya aparecen más “focos rojos” en el escenario.