Entre aquellos que han podido ganar procesos electorales fuera de los institutos políticos se encuentra el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez, el “Bronco”, de tal manera que para las elecciones del 2018 es posible que muchas más figuras, algunas de ellas surgidas con base en el liderazgo social, busquen espacios en la contienda.
En Morelos ya se ha comenzado a valorar la posibilidad de candidatos ciudadanos, hay partidos como el de la Revolución Democrática (PRD), que ante la ausencia de cuadros competitivos para ir por la gubernatura, no descartan invitar a algún externo a fin de que juegue con su camiseta.
Otra de las instituciones que estarían apostándole a un ciudadano es el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), porque uno de sus prospectos, el senador Rabindranath Salazar Solorio, no ha podido crecer políticamente y hay quienes estiman que con él estarían perdidos, cuando pareciera ser una justa a modo para los intereses del líder moral Andrés Manuel López Obrador.
En efecto, los candidatos de partido como que enfrentarán serias dificultades ante el electorado y entonces existen condiciones a fin de que un personaje con perfiles ciudadanos logre vencer al sistema partidista. Se llegó a mencionar mucho que el rector de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), Alejandro Vera Jiménez, venía trabajando en la búsqueda de un posicionamiento que lo lleve a alguna candidatura, de partido o fuera de éstos, pero hay que esperar cómo resuelve el delicado problema de la máxima casa de estudios, como que de ello depende su futuro político.
A pesar de que viene de oficiar misa en el sector eclesiástico -aunque dejó los hábitos hace poco- se viene mencionando mucho al presidente de la Fundación Don Bosco, Antonio Sandoval Tajonar, como una figura que reúne todas las características y perfiles para ser candidato a algo.
Él viene de ser secretario ejecutivo del Consejo Ciudadano de Desarrollo Social del estado de Morelos, que ahora preside Álvaro Urreta Fernández. Es decir, ha tenido un roce -mínimo- con el ejercicio público. Respecto a su retiro del sector eclesiástico, se menciona que el obispo Ramón Castro Castro lo condicionó, en el sentido de que o se dedicaba a atender a los feligreses o a la fundación, y él optó por esto último.
Como quiera que sea, algunos de sus más cercanos sostienen que Sandoval Tajonar ha venido incrementando su activismo y presencia en los pueblos y comunidades, y que eso parece ser una señal de que no descarta contener en las elecciones del 2018.
Por lo menos en Cuernavaca y a nivel de sectores como el empresarial o comercial, es muy conocido y goza de prestigio porque posee habilidades para el manejo de la dialéctica. Tiene mucha más soltura en el manejo del micrófono que muchos políticos de toda la vida, así que por ese lado no tendría mayores conflictos.
Pero además, con suma facilidad se conecta con la gente y también en eso les lleva un paso adelante a los tradicionales cuadros de partido, agregando el hecho de que es un hombre sencillo, cosa que suele ser muy rara en la mayoría de las figuras públicas que conocemos, aunque se ha visto envuelto en varios incidentes.
Hasta donde sabemos, no ha hecho pública su intención de buscar meterse de lleno a la política, pero interesados hay. El Partido Acción Nacional (PAN) lo ha considerado por años, como un valor propio, a pesar de que su labor era otra, ya que suponemos que muy inteligentemente inducía voluntades a favor de los azules.
Pero nos consta que lleva una relación cercana con las principales figuras de este gobierno perredista y por ahí también se observa cierto interés por tratar de aprovechar su capital social, que reiteramos, no es poco. Sin embargo, pareciera que su rentabilidad electoral pudiera ser mayor si se va por la libre, aunque ello demandaría de una considerable inversión, pero se insiste en que cuenta con suficiente soporte financiero como para hacerlo.
Además, ha quedado constancia de que a mayor impopularidad de los aspirantes a cargos de elección popular, mayor costo por sufragio; lo vimos en las elecciones del 2015, cuando, con muy pocos recursos, apostándole a su fama, el hoy presidente municipal de Cuernavaca, Cuauhtémoc Blanco Bravo, ganó de calle.
Hay escasez de valores para la justa entrante, la mayoría de quienes ya vienen haciendo precampaña con ese fin son políticos que traen un grave desgaste. Los institutos no tienen el capital humano suficiente como para ser competitivos en los espacios a disputar, que son muchos y algunos de ellos de trascendencia, como las senadurías, las diputaciones locales o presidencias municipales, como la capital estatal.
En un escenario de pobreza en la materia, se tendrá que ir pensando en gente independiente. Ya lo decíamos, Acción Nacional lo ve como propio, además de que con toda seguridad, el clero estaría de plácemes en que uno de los suyos pudiera eventualmente llegar a un cargo importante, a pesar de que ya dejó el púlpito. Y mire que la Iglesia mueve masas, es una gran ventaja frente a los adversarios.
Aquí hemos intentado hacer algunas reflexiones en relación a aquellos que se perfilan como posibles aspirantes al gobierno morelense, desde cada partido, adelantando que el PAN lleva posicionado al diputado federal y presidente de la mesa directiva del Congreso de la Unión, Javier Bolaños Aguilar, pero en efecto, hay quienes sin estar haciendo mucho ruido pudieran ser parte de la lucha por el control del poder a partir del 2018, porque ofrecen rentabilidad y además han mostrado compromiso con los sectores más necesitados de este estado.