Tienen ya programado un encuentro, que además terminará en comida, con el presidente de la mesa directiva de la Cámara baja, Javier Bolaños Aguilar. El objetivo es, dijo, abonar en la concordia y la pacificación del territorio, pidiendo al legislador su colaboración a fin de que se llame a las partes en conflicto en el estado a deponer las actitudes de confrontación y a buscar la conciliación.
Y sobre el caso, dijo que “nosotros no culpamos a ninguna de las partes de algún delito, eso lo decidirían las instituciones competentes en la materia, lo que deseamos es que se acaben las diferencias, porque como quiera que sea, se afecta el desarrollo de la entidad y es responsabilidad de todos contribuir a una solución”.
En específico, destacó que solicitarán a Bolaños Aguilar la integración de una comisión de legisladores federales para que fortalezcan la mediación y se regrese a la calma, de otra manera estas condiciones pudieran prolongarse más de lo previsto.
Rosete Flores fue uno de los personajes que encabezó una larga lucha, desde mediados de la administración del hoy ex gobernador Marco Adame Castillo, al lado de familias víctimas de la delincuencia y logró que algunos casos se esclarecieran, pero luego decidió abandonar un poco ese papel y contendió por la presidencia de la Barra, cuyo cargo logró ganar.
Considera que las agrupaciones de profesionales del derecho, más que cualquier otra organización, están obligadas a desarrollar un esfuerzo para resolver diferencias entre instituciones o la relación de éstas con los gobernados, por su conocimiento de las leyes.
Y por lo que se puede apreciar, algunos sectores estatales vienen aprovechando el hecho de que Javier Bolaños Aguilar, como representante popular por Morelos, sea hoy el presidente de la mesa directiva, desde ahí tiene autoridad y posibilidades de inducir voluntades a favor de los morelenses, pero lo más interesante es que parece existir voluntad suya para hacerlo, no siempre sucede, hay quienes más bien toman distancia y comienzan a desconocer a sus representados.
SE MUEVEN GRUPOS AMBIENTALISTAS. AL RESCATE DEL APATLACO
En otro sentido informativo, ayer grupos ambientalistas ofrecieron algunos datos y alcances del daño que se viene generando en algunos afluentes acuíferos del estado por efectos de la contaminación, derivado de la insuficiente infraestructura de saneamiento, en ciertos casos inexistente.
Por cierto, vimos rostros que hacía mucho no aparecían, entre ellos Manuel Quinto, un personaje de lucha histórica en esa materia; o Flora Guerrero, igualmente incisiva en la batalla por la defensa de la naturaleza y de los árboles. Pero esta vez los reunió el deseo de insistir en la lucha por el rescate del río Apatlaco.
La preocupación es porque la mayoría de los ayuntamientos por los que pasa el caudal carece de sistemas de redes de aguas negras y entonces cientos de familias que habitan en sus riberas y algo más allá descargan líquido jabonoso y hasta de sanitarios ahí, convirtiéndolo en un drenaje a cielo abierto.
Bueno, han incluso iniciado denuncias formales ante las instancias competentes para exigir que se haga algo al respecto, porque es uno de los ríos más caudalosos de Morelos y se viene perdiendo. Y es que por lo menos pasa por diez municipios, desde Huitzilac hasta Puente de Ixtla y un poco más al sur.
Se han construido alrededor de unas 15 plantas de tratamiento en sus cercanías, pero la mayoría no operan o lo hacen a un nivel mínimo, porque no hay redes de colectores de aguas residuales para alimentarlas y se convierten en “elefantes blancos”, dado que no les llegan aguas residuales para trabajar.
Hace años que se viene hablando del tema, incluyendo al río Cuautla, que también padece consecuencias graves de contaminación y se le ha invertido muy buena lana al asunto, pero los municipios son los que no logran completar la tarea, a ellos les corresponde instalar la infraestructura de redes de abastecimiento y no ha sido posible.
Bueno, el gran dilema, independientemente de lo anterior, es que bajo las actuales condiciones de desventaja económica y presupuestal que enfrentan las comunas, no hay recursos para hacerse cargo de sus plantas, porque requieren inversión para mantenimiento.
Sólo en lo que toca a Temixco, Samuel Orihuela García, director general del sistema de agua municipal, admitió que más del 40% de las aguas residuales que genera esa demarcación no son tratadas y van en su mayor volumen al Apatlaco. No hay dinero para poder llevar el líquido a las plantas, diría.
Pero la misma situación se da en la capital del estado, aunque es la que más nivel de tratado de aguas tiene, aunque todavía quedan zonas en las que se requiere instalar colectores. Pero Jiutepec, Emiliano Zapata o Xochitepec contribuyen a la contaminación y por eso los grupos han decidido iniciar un movimiento tendiente a generar conciencia en las autoridades locales para que se comience a poner remedio.
Lo hemos referido muchas veces, hace ya décadas que en las cercanías de Cuernavaca se producía la mayor parte de hortalizas de la entidad y de muy buena calidad, como el jitomate. Independientemente de que parte de esas tierras fueron absorbidas por la mancha urbana, mucha de la superficie cultivable dejó de producir porque los órganos de sanidad decretaron veda, ya que los productos estaban saliendo contaminados.
Para cientos de familias la bonanza acabó, el agua del Apatlaco estaba muy mal y no podía ya ser utilizada para irrigar los plantíos. De eso hará ya fácilmente más de 30 años y lejos de lograrse alguna recuperación, las cosas han venido empeorando.
Bueno, el manantial de Las Fuentes, en Jiutepec, era ejemplo de pureza, las aguas lucían cristalinas y usted, por lo que relatan quienes tuvieron el privilegio de verlo sano, podía inclinarse y tomar directamente el líquido sin el temor de enfermarse. Eso tampoco es ya posible, el ser humano está terminando con los recursos naturales que son sinónimo de riqueza y desarrollo para todos.