Algunos partidos y cuadros, mediante gestiones logradas en instituciones estatales y federales, presumen obras y encabezan encuentros, apoyados por actores de la misma militancia.
Otros, sin dinero a la mano, basan sus mensajes en aquello de que no se dejen comprar por una despensa, pero también hay quienes parecieran disponer de todo el oro del mundo y desde ahora tratan de amarrar adeptos con base en la compra de conciencias.
En Temixco, por ejemplo, se habla de ofrecimientos interesantes, entre ellos, la entrega de materiales para la construcción de viviendas a familias marginadas. Pero algo un poco más delicado es que se vienen penetrando los planteles educativos del sistema básico para obligar a los padres, a través de sus hijos, a la entrega de copias de la credencial de elector, para poder entregarles becas, útiles y otros beneficios.
No hay por cierto una explicación del porqué buena parte de las precampañas adelantadas se vienen dando en ese municipio. Lo único que se advierte es que son corrientes antagónicas de un mismo partido y se menciona como uno de los actores al senador Fidel Demédicis Hidalgo.
Es decir, aquí la intensidad y presencia de activistas es mayor que en otros espacios; sin embargo, todo el estado es ya frecuentado por figuras de todos los colores partidistas a fin de sentar las bases para poder reclamar en sus respectivas trincheras una candidatura a la hora de la repartición.
Todavía en las incursiones los aspirantes van por un lado y los partidos por otro. Los primeros se vienen presentando como propuestas independientes, porque aún no quieren identificarse claramente con algún instituto, sabedores del descrédito que estos padecen.
Lo que algunos comentan es que sin las siglas partidistas, los electores se acercan con más confianza, porque hay una especie de animadversión hacia la mayor parte de dichas estructuras, porque no han cumplido con los compromisos y promesas en reiteradas ocasiones.
La entrega de apoyos y otro tipo de ayudas a cambio del voto es algo ilegal, sin embargo, está presente desde hace décadas, sin que las instituciones competentes en la materia hagan algo por impedirlo, pero ya desde ahora, se comienza a apreciar el uso de dinero público e incluso de algunas instituciones a fin de sacarle ventajas a los adversarios.
La que viene es una justa trascendente, porque estarán en juego la presidencia de la república y la gubernatura de Morelos, independientemente de otras posiciones como las del senado, que también se disputan cada seis años. Por eso el ambiente electoral empieza a calentarse.
Hay antecedentes que dan fe de que la fuerza y el dinero no siempre garantizan resultados a modo; como que la ciudadanía se siente agraviada y actúa en sentido contrario.
No obstante, partidos y políticos siguen aplicando las mismas estrategias orientadas a la compra de votos y hasta a la amenaza o condicionamiento si es posible.
Por ejemplo, en el caso Temixco, ya hay reacciones de molestia por parte de padres de familia. Uno de ellos dijo a La Unión de Morelos que en el plantel escolar al que asiste su hija le advirtieron que si no llenaba un formato con la copia de la credencial de elector agregada no la dejarían entrar a clases.
Sabemos que eso no es posible, porque constituye incluso un delito, pero hay quienes por desconocimiento de la ley o temor deciden acatar esas instrucciones.
El caso es que a ese nivel viene ya llegando la lucha territorial por el intento de control de masas entre partidos y personajes del mundo de la política.
Los jóvenes son otro objetivo, porque un alto porcentaje del padrón de electores previsto para la elección cercana corresponde a dicho sector, de ahí que igualmente se vengan desarrollando estrategias, para reclutar muchachos mediante apoyos de toda naturaleza, el más frecuente, la entrega de una beca de estudios, y luego, con el propósito de que éstos sirvan como operadores para “convencer” a muchos más a la hora de la verdad.
Los reclutados vienen siendo capacitados y adiestrados en todo aquello que
tiene que ver con el tema electoral, a fin de que sepan llegarle a los votantes. Todos los intentos referidos han mostrado mayor intensidad de un mes a la fecha, porque como que la idea es iniciar el 2017 ya con estructuras y equipos preparados en todos los sentidos.
Habrá que ver los números en el comienzo del año, pero las más recientes encuestas no muestran grandes ventajas de algún partido frente a los otros, en lo que toca a las tres principales fuerzas partidistas, Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD) y Revolucionario Institucional (PRI).
Como que la población aún no se decide por nadie en particular, vienen recibiendo las ayudas de quien sea, prometiendo reciprocidad, pero lo cierto es que se siguen reservando el derecho de ejercer el libre sufragio y nos parece inteligente.
Finalmente, por la vía que sea, el origen de los recursos mediante los cuales se promocionan partidos o políticos es el mismo, el erario público, o sea, producto del pago de nuestros impuestos y entonces, sólo nos están devolviendo lo que nos pertenece, nuestro dinero.
Las instituciones electorales saben perfectamente lo que viene pasando y deberían actuar a fin de impedir el avance de las precampañas, pero se hacen de la vista gorda. Lo permiten todo, alimentando la ilegalidad y la antidemocracia.
Su supuesta reestructuración más parece un retroceso, ya que a la hora de la verdad no vigilan y tampoco sancionan a nadie, por más que se exhiban las pruebas, seguimos viviendo en el engaño y la artificialidad.
Eso del voto libre y secreto es una falacia, pero los propios electores lo permitimos, ya que no somos capaces de analizar realmente las propuestas y programas que se nos presentan, mucho menos a los candidatos y sus reales intenciones; por eso nos sigue yendo como en feria a la hora de la integración de las cámaras legislativas o los tres Poderes: bastan algunas dádivas para que sufraguemos sin convicción.