Todavía hace unos días, cuando se enfrentaban grupos de vendedores afiliados a la Federación de Trabajadores de Morelos (FTM) y al Nuevo Grupo Sindical, en la lucha por el control de los mejores lugares, el subsecretario de Atención Ciudadana del gobierno estatal aseguró que “no se permitiría a ninguno de los dos regresar a la plancha o sus alrededores”.
Sólo dos vendedores, que el propio funcionario aclaró que contaban con una suspensión, que agregó, no es definitiva, habían logrado trabajar, pero a nadie más se le había permitido el acceso, sin embargo en este momento ya la periferia de lo que conocemos como el zócalo capitalino muestra otro escenario.
Muy sigilosamente, los comerciantes protegidos por el NGS de Bulmaro Hernández Juárez recuperan terreno, se vienen colocando alrededor, sin que las autoridades “competentes” hagan algo por impedirlo, lo que valida la versión de que han sido “palomeados” por las instancias oficiales para que regresen a la venta de toda clase de productos.
Y es sólo el principio, porque hoy vemos unos 25 o 30 de ellos, pero las cifras que se manejan, sólo del lado del NGS superan 140 lugares, independientemente de los que pueda meter la FTM, que seguramente reclamará sus derechos.
De ninguna manera estamos en contra de quienes no tienen otra opción para obtener ingresos económicos, que salir a la vía pública a buscar la vida, pero lo más prudente es que se les construya un espacio adecuado para ello, la inversión aplicada en la mejora de la imagen de la plaza ha sido significativa, como para empezar a desgastarla.
Además, Cuernavaca necesita de un Centro Histórico decente, como ocurre en la mayoría de las capitales del resto de los estados, era lamentable ver cómo la Plaza de Armas se había convertido en un sanitario público, en un burdel y cochinero que irradiaba toda clase de malos olores.
Independientemente de que las condiciones económicas y de inseguridad ahuyentaron al turismo, el mal aspecto que tenía contribuyó sustancialmente para ello, por eso se tiene que reconsiderar la decisión de reinstalar a quienes convirtieron el lugar en una especie de tianguis de mal gusto.
Más que eso, buena parte de los capitalinos saben que los comerciantes semifijos son utilizados por organizaciones como el Nuevo Grupo Sindical (NGS) para sacar ventajas, los explotan y utilizan para beneficiarse económicamente mediante el cobro de cuotas que justifican con la supuesta defensa al gremio.
El caso es que gradualmente se viene inundando de vendedores por todos lados y sólo es cuestión de tiempo para que las mejoras empiecen a sufrir detrimento. En unas cuantas semanas una considerable parte de las áreas verdes lucen ya desérticas.
Sorprendieron las recientes declaraciones oficiales porque la verdad es que a nivel de los mismos ambulantes, se tenía el dato de que sí había acuerdo a fin de que los reinstalaran, entonces sólo se trató de una estrategia para confundir. Por lo menos la condición es no ingresar a la plancha, mantenerse en la periferia y con algunas modificaciones en los equipos de trabajo, que ya es mucho pedir.
ELECCIÓN INTERNA EN EL PAN
En otro tema, este fin de semana el Partido Acción Nacional (PAN) tiene elección de dirigencias en ocho municipios, se trata de los más grandes como Cuernavaca, Jiutepec, Temixco, Yautepec, Cuautla o Jojutla, donde algunas corrientes internas miden fuerzas y de lo que pase dependerá mucho cuál es el rumbo que toma esa institución en lo sucesivo.
A la justa van fundamentalmente dos bloques, uno de ellos es apoyado por el diputado federal y presidente de la mesa directiva del Congreso de la Unión, Javier Bolaños Aguilar, el otro por panistas identificados con la “Sagrada Familia” y un grupo más pequeño por algunos legisladores locales, los que intentan cobrar presencia en el comité directivo de los municipios.
No hay nada decidido, desde luego, pero hay antecedentes: en la elección de la dirigencia estatal panista, hace ya meses, los de la “sagrada” fueron desplazados fácilmente por figuras de reciente ingreso a esa institución, conocidos como neopanistas.
Éste domingo volverán a medir fuerzas, pero anticipadamente se aprecia que la vieja clase política del partido va perdiendo terreno, sobre todo porque no cuentan con recursos económicos suficientes para ayudar a sus cuadros y es casi un hecho que volverán a caer en manos de los neos.
Con la venia de la dirigencia nacional del PAN, Bolaños Aguilar se perfila como el candidato a la gubernatura del estado en el 2018, necesita de estructuras fuertes para poder garantizar resultados, viene haciendo un enorme esfuerzo por impulsar cuadros propios y está logrando tomar ventaja frente a los demás.
Lo que suceda este domingo dará claridad hacia donde se inclina la balanza en el interior de Acción Nacional, porque esas dirigencias serán sustanciales para objetivos mayores en el futuro cercano. Además, trae consigo a compañeros con mucha experiencia en materia electoral y hasta de ejercicio público que serán el fiel de la balanza.
Y para el siguiente domingo, viene otra justa, ahora por la presidencia de partido en los municipios pequeños y medianos, independientemente de que están jugándose igualmente los consejeros estatales y nacionales, ya que representan un instrumento adicional en el control de partido y luego de definición de aspirantes.
Por cierto, el propio Bolaños Aguilar va por un lugar en el consejo, tanto del estado como a nivel del CEN del PAN y entonces el asunto se torna más atractivo para las corrientes que intentan apoderarse del CDE, a sabiendas de que es ahí donde tienen la posibilidad de conseguir espacios de competencia electoral para el 2018.
Resultados recientes a nivel de gubernaturas los tienen muy estimulados, consideran que sí es posible volver a ejercer el poder desde la misma presidencia de la república y vienen con un ánimo sobrado, con la esperanza de regresar al gobierno del estado de Morelos que perdieron en el 2012.