Ya habíamos analizado las repercusiones político-electorales que se dieron a partir de que invitado por el Movimiento Nacional por la Esperanza (MNE), el pasado fin de semana en Huitzilac, apareció al lado de algunos personajes de izquierda como René Bejarano.
Pues ayer, nuevamente dicha organización encabezó un acto en el centro de la capital del estado en la que sumó a más defensores del alcalde, uno de ellos el dirigente de la Federación Auténtica del Transporte, Dagoberto Rivera Jaimes, y hasta cuadros magisteriales identificados con el Partido Revolucionario Institucional (PRI), como en el caso de Eleacin Salgado de la Paz.
En esta ocasión, emitieron un manifiesto público en el que fijan su postura en torno a la intención de iniciar un procedimiento, a fin de separar del cargo al oriundo de Tepito y desde luego lamentan el estado de cosas al que se viene empujando a la ciudad capital y al estado.
En el documento se recuerda que “la voluntad popular expresada por el pueblo en las urnas es uno de los pilares de la democracia en México y las crisis políticas más profundas se han dado cuando se intenta violentar esa decisión colectiva”.
Se recuerda que en el inicio del actual trienio en los ayuntamientos, se impidió la voluntad del pueblo de Temixco, con el asesinato de quien había sido electa presidenta municipal para el periodo 2016-2018, Gisela Mota Ocampo, y hoy por una vía inapropiada se busca hacer lo propio en Cuernavaca.
Lo menos que se reclama es que las ambiciones personales se vienen imponiendo a las obligaciones frente a los gobernados, empobreciendo el ejercicio de la política, desatando grillas contra todo aquel que represente algún obstáculo para los propósitos futuristas de muchos.
Se reclama pues a quienes promueven la denuncia en contra de Blanco Bravo, reflexionar sobre el daño que se le está haciendo a los cuernavacenses y llaman a la sensatez y a la prudencia, a buscar el camino de los acuerdos y las negociaciones, antes que la agresión y la descalificación.
Carlos Caltenco uno de los rostros visibles del MNE dio lectura al posicionamiento en el sentido de que algunos de quienes aspiran a la candidatura por el gobierno del estado en la justa del 2018, vienen usando la figura de Cuauhtémoc para jalar reflectores o para denostar su desempeño, conscientes de que el señor mantiene el aprecio y el respaldo de la mayoría popular. Llaman incluso a la población abierta a sumarse a la marcha, que a favor del edil, realizarán el próximo 10 de diciembre en el centro histórico.
El asunto concentra la atención de propios y extraños y a nivel del Poder Legislativo, se habla de que la absoluta mayoría de los diputados locales estarían a favor de la procedencia de la denuncia, sólo dos o tres han tomado distancia, entre ellos Jesús Escamilla Casarrubias, del Partido Humanista, quien ha anticipado que se abstendrá si el tema se lleva a votación.
Desde el interior del Congreso, se valora aún avanzar o retroceder, porque parece que los propósitos han llevado a resultados contraproducentes, es decir que tras hacerse público el tema, se desarrolló un sondeo de opinión y la figura del alcalde creció cuatro puntos porcentuales.
Es decir, los procedimientos en su contra le vienen resultando favorables y sus adversarios políticos le están haciendo el caldo gordo y eso ya lo percibieron desde esa tribuna popular, entonces es muy posible que se dé marcha atrás.
No obstante, la presión viene por dos conductos, la denuncia interpuesta por el regidor y un procedimiento a partir de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE), con base en lo que tiene que ver con su residencia en Morelos, a fin de legitimar sus aspiraciones al Ayuntamiento.
Incluso quienes conocen más de fondo el sustento y la argumentación usada a fin de quitar de en medio al Cuauh, aseguran que con una buena defensa, puede darles la vuelta, llevar el caso a otros niveles y que con toda seguridad, una vez en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) revertiría las intenciones de sus detractores porque las pruebas no son contundentes.
Diversas organizaciones como el MNE advierten que darán la batalla a favor del edil.
Se destaca además que es inaceptable que se venga usando a las instituciones para cobrar facturas y revanchas y piden a los poderes públicos no prestarse al juego.
Y si Blanco Bravo no había considerado buscar contender por la gubernatura morelense en el 2018, a partir de todo esto, tendrá que valorarlo, porque sus enemigos políticos le están haciendo una extraordinaria precampaña electoral, si no reconsideran sus actos, acabarán poniéndolo en los cuernos de la luna.
Y por algunas señales que se aprecian, es el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) el que pudiera capitalizar la figura del ídolo deportivo en las elecciones próximas. No estábamos mal cuando nos aventuramos a decir que tanto Blanco, así como el rector de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) Alejandro Vera Jiménez podrían ir en una fórmula juntos, uno a la gubernatura, el otro al Senado de la República y el senador Rabindranath Salazar Solorio a una diputación federal.
Algunos de quienes armaron los encuentros de éstos con el MNE el pasado fin de semana, lo confirmaron, sí hay la intención de armar un proyecto de ese nivel. Ya imaginará usted los resultados, por eso las reacciones de aquellos que tienen alguna aspiración de buscar la candidatura al gobierno, les van a poner toda clase de zancadillas, pero todo indica que tanto Vera como el Cuauh, han alcanzado altos grados de inmunidad.