Hace poco más de un año, comentaba que la industria automotriz en México debería empezar a mudar sus líneas de producción a los requerimientos de los autos eléctricos. Hace unas semanas en la página en internet de la Agencia Internacional de Energías Renovables se publicó la noticia que especula, sobre la obsolescencia de los automóviles convencionales hoy en día que utilizan los combustibles fósiles y su substitución por automóviles eléctricos y no tripulados por personas.
El artículo publicado en The Huffington Post comenta que las energías renovables no solamente están bajando sus precios sino que están cambiando drásticamente el mercado de la energía. En 2016 la energía solar se convirtió en la forma más barata de generación eléctrica, al bajar dramáticamente sus costos de producción, incluyendo China, India, Brasil y por supuesto México en las dos primeras subastas del sector eléctrico. Otro ejemplo lo encontramos en Europa en 2016, donde el 86% de la capacidad energética recién instalada proviene de fuentes renovables. La energía solar probablemente será la opción de energía de menor costo en casi todas las partes del mundo en menos de 10 años.
Recientemente, Tony Seba publicó un libro "Clean Disruption of Energy and Transportation", predice la interrupción de la era industrial y transporte centralizado basada en la energía generada con combustibles fósiles para el 2030. La energía solar y los vehículos eléctricos de auto-conducción tomarán su lugar. Menciona en ese libro que los nuevos modelos de negocios, como Uber, permitirán a las personas a llamar a un automóvil sin conductor desde su teléfono, poniendo fin a la necesidad de propiedad de automóviles privados. Como hemos visto en muchas ciudades este cambio está ocurriendo a pasos agigantados.
También en el Instituto Grantham para el Cambio Climático y el Medio Ambiente en el Imperial College de Londres hicieron eco de la predicción de Seba en su reciente informe, afirmando que los vehículos eléctricos y los paneles solares podrían empezar a dominar en 2020. Poniendo fin al crecimiento de la demanda de petróleo y carbón.
En estas líneas también hemos comentado que uno de los principales impedimentos para contar con una infraestructura 100% basada en energías renovables son los subsidios a los combustibles fósiles. Aunque los países del G20 se comprometieron en 2009 a eliminar estos subsidios, todavía continúan y se espera un repunte con las políticas energéticas de Donald Trump.
Hoy podemos observar que cada día los inversionistas están desplazando su dinero de los combustibles fósiles y hacia los servicios energéticos renovables, particularmente en países con objetivos vinculantes de energía renovable, como en Europa. En México la transición energética puede acelerarse mediante la eliminación de los subsidios a los combustibles fósiles.
Dada la evidente descapitalización del gobierno mexicano producida por la disminución de los ingresos federales provenientes de la venta del petróleo, es urgente que se supriman los subsidios a los hidrocarburos para dejar que el mercado de las renovables se desarrolle por sí mismo. Recordemos que la característica distribuida de los recursos energéticos renovables promueve de hecho modelos distribuidos de negocios que posibilitan una distribución de la riqueza más equitativa.
Por supuesto eliminar los subsidios no es fácil y tampoco es popular; pero en el largo tiempo implica la transformación de los sectores industriales y comerciales hacia el uso de las energías renovables que posibilitan un bienestar social. Así considero importante tomar acciones desde distintos sectores: la industria automotriz debe enfocarse hacia los requerimientos de los autos eléctricos, la eliminación de los subsidios a los hidrocarburos y la promoción de financiamiento hacia las fuentes renovables de energía, en particular a la generación distribuida.