La semana pasada participé en la inauguración del Día Internacional de la Luz en la sede de la UNESCO en París. Quiero destacar que la presencia mexicana fue notoria y fue una de las más nutridas y diversas. Además para enmarcar el día 16 de mayo, que de ahora en adelante se celebrará el Día Internacional de la Luz, se celebró la jornada México-Francesa “Luces y Sombras”, donde participamos mexicanos de diferentes instituciones.
De los aspectos más relevantes fue la exposición Luces y Sombras es que fue solicitada por otros países, para ser montada en lugares diferentes a la sede de la UNESCO y merecerá otro comentario.
En las jornadas, platicamos sobre la luz desde diferentes perspectivas. La biológica donde el doctor Alfonso Valiente, investigador del Instituto de Ecología de la UNAM, nos comentó sobre los efectos de la luz en la región de Tehuacán, Puebla. Esta región caracterizada por su paisaje desértico, es una de las más biodiversas del país con una muy amplia muestra de especies endémicas (las especies endémicas son animales o plantas que sólo se desarrollan en una región específica y que no se pueden encontrar en otros lugares). En estos ecosistemas algunas plantas se desarrollan a la sombra de otras; además estas plantas tienen polinizadores específicos, digamos los murciélagos. Por esta razón, lo complejo del ecosistema lo hace resiliente ante cambios naturales, pero tremendamente sensible a los cambios dramáticos propiciados por las actividades de desmesurada explotación de las personas.
En otra charla, el doctor Ambrosio Velasco del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM nos contaba la historia de la interpretación de la luz y sombras en el pensamiento occidental, del que formamos parte la mayoría de los mexicanos. El doctor Velasco enfatizó particularmente la belleza y lucidez de pensamiento filosófico de Juana de Asbaje, posteriormente conocida como Sor Juana Inés de la Cruz, en su poema Primero sueño, donde nos menciona la complejidad de la relación del conocimiento y juega con elementos de la luz y la noche, el conocimiento y la ignorancia.
En estas mismas jornadas franco-mexicanas, el doctor Héctor A. Solano Lamphar comentó la necesidad de evaluar los efectos de la luz en el comportamiento de las personas. En esta charla nos presentó una herramienta para realizar investigación basada en el concepto de ciencia ciudadana. La aplicación SkyMe para teléfonos celulares inteligentes que permite tomar una foto en una situación específica y enviarla junto con una valoración del estado de ánimo en el que nos encontramos en ese momento. Esta investigación seguramente aportará conocimiento sobre la iluminación que debemos tener en los diferentes entornos donde nos desenvolvemos. Por ejemplo, parece que no debemos tener la misma iluminación en las recámaras que en los lugares de trabajo. Es más, cuando sea necesario trabajar en las recámaras, debemos hacerlo con iluminación que nos ayude a ser más productivos y al irnos a descansar cambiar de foco o de tonalidad para empezar a relajarnos. Esto que parece ciencia ficción, ya es posible con la ayuda de los leds, que pueden ser ser sintonizados en diferentes tonalidades.
Mientras unos hablaban de cómo la luz genera situaciones artísticas y dinámicas las doctora. Silvia Torres nos comentaba de la contribución de la astronomía al desarrollo de las teorías científicas; pero nos llamó la atención especialmente a una situación preocupante: la contaminación lumínica. Aunque no parezca hoy tenemos también contaminación lumínica, los que somos mayores recordamos los cielos estrellados; donde podíamos ver miles de estrellas o nuestras salidas al campo donde podíamos apreciar realmente cielos totalmente estrellados; pero en la actualidad, las ciudades en las noches son una fuente de luz que opaca a las estrellas y, por supuesto, en las ciudades es muy difíciles apreciar los cielos estrellados de antaño. Es más, en las cercanías de las ciudades tampoco es posible apreciar las constelaciones o la Vía Láctea con su impresionantes cantidad de estrellas. Todas ellas maravillas naturales que con la contaminación lumínica, provocamos que los niños o los jóvenes desconozcan la infinitud de los objetos celestes. Además esta contaminación lumínica puede tener daños en la salud de las plantas y los animales que viven en las cercanías de las ciudades. Cuando me refiero a las cercanías en las ciudades, quiero señalar que son amplias regiones, por ejemplo la contaminación lumínica de la Ciudad de México afecta el cielo de Cuernavaca. Así que lo hace la Ciudad de México en cuanto a su iluminación afecta otras ciudades, nada está lejos. La doctora Torres nos comentaba que ya está en el Congreso de la Unión una propuesta de ley para garantizar los cielos oscuros. Debemos estar atentos para conseguir que efectivamente se promulgue y se respeten los aspectos señalados por nuestros científicos de la astronomía
Por supuesto, yo intenté llamar la atención a la problemática que está padeciendo la conversión de energía de la solar a la eléctrica, donde parece urgente romper el paradigma de la generación centralizada de energía y optar por una generación distribuida que promueva el bienestar social. Pasar del las centrales de generación eléctrica a una corresponsabilidad basada en la generación eléctrica en cada lugar.
El principal aspecto que observamos, durante este evento, fue señalado por la doctora Ana María Cetto del Instituto de Física de la UNAM, que fue una de las principales organizadoras de todo el evento en la UNESCO y de las jornadas franco-mexicanas, de que los científicos mexicanos presentamos aspectos no solamente científico-técnicos sino de interacción con la sociedad. Es decir, los científicos mexicanos estamos intentando romper las barreras de la llamada torre de marfil. Esta constante en la perspectiva de lo presentado destacó y debe ser utilizada por el resto de la sociedad mexicana que puede aprovechar esta vocación de los científicos mexicanos hacia la sociedad. Pero claramente, los científicos no podemos solos y para ellos necesitamos trabajar en colaboración con todos los actores de la sociedad. Como un ejemplo, los empresarios dedicados a la iluminación pueden empezar a desarrollar tecnología de punta, basada en el conocimiento científico obtenido en nuestro entorno cercano. Sirva esto como una invitación a colaborar.