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Cada vez son más frecuentes las noticias de inundaciones. Esta semana en las regiones de Ecatepec y de Tula hubo tremendas e inesperadas inundaciones. Estas no son privativas de nuestro país, sino también en diversos lugares en el mundo.
Esta situación parece volverse cotidiana y ya no podemos hablar de que sean esporádicas. Lo que ha enfatizado el IPCC, desde hace algunos años lo estamos empezando a padecer.
Acciones que contribuyan a disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero son urgentes, pero este llamado parece caer en oídos sordos en la mayoría de las personas y en particular para algunas que tienen la oportunidad de proponer e implantar acciones concretas.
Por otro lado, estamos observando la migración como un fenómeno global. Hace algunos lustros, debido a la forma de difusión de las noticias en el ámbito internacional, veíamos la migración como un fenómeno entre Europa y África. Hoy en día lo estamos viendo en nuestro país. No solo es que parte de la población mexicana que no ve opciones para su desarrollo en nuestro país migra hacia Estados Unidos, sino que ahora México es un lugar de paso para una población nacida en Centroamérica y en el Caribe cada vez más empobrecida y que huye de lugares donde los recursos naturales han sido saqueados en aras de beneficiar a otras poblaciones y no a ellas.
Ante esta compleja situación, normalmente, se proponen estrategias y se definen acciones, pero ¿cómo saber que estas propuestas son adecuadas y nos dirigen a cambios para alcanzar el bienestar social?
La semana pasada, el presidente Andrés Manuel López Obrador comentó una serie de acciones que su gobierno ha instrumentado y enfatizaba que era lo que había prometido. Efectivamente, la pensión a adultos mayores y el programa de jóvenes construyendo el futuro han sido puestos en marcha y están en marcha entre otras acciones de gobierno. De esto no tenemos dudas.
Para conocer si estas acciones están produciendo un cambio hacia el bienestar social es necesario definir los indicadores adecuados.
Déjenme enfatizar. Para conocer si las propuestas implementadas conducen a las metas deseas, es necesario definir cómo vamos a medir su éxito, no basta con decir se implantaron.
Estas mediciones son una de las partes fundamentales que toda sociedad debe definir para verdaderamente construir su futuro deseado. Mientras no midamos no podremos saber si las acciones conducen a las metas propuestas. Estas mediciones, se conocen como indicadores y ellos deben definirse al mismo tiempo que se ponen en marcha las acciones para evaluar progresivamente el éxito de las estrategias.
De definirse al mismo tiempo que las acciones quedará claro para todas las personas si se avanza con las acciones.
Si aceptamos esta forma analizar las propuestas, se deberán implantar los mecanismos para medir estos indicadores y así poder evaluar las estrategias. Con este tipo de mecanismos de evaluación no se podría decir: “yo tengo otros datos”. De hecho, hoy en día se acepta que el análisis de los datos podría ser realizado con diferentes metodologías y supuestos que enriquecen las perspectivas de análisis y, por lo tanto, conducen a un panorama más amplio y diverso.
En nuestro país estamos a punto de que nuevas autoridades locales asuman sus cargos en diferentes municipios. Por esta razón, insistimos, es momento de definir los indicadores que cada nuevo gobierno plantea para que se evalúen sus estrategias y acciones. Al definir estos indicadores y abrir los datos para que la sociedad pueda analizarlos, se estarán ofreciendo opciones de análisis diversos que conducirán a un enriquecimiento informado del conocimiento de los diferentes entornos sociales y ambientales.
Para definir estos indicadores es importante contar con la colaboración de los más diversos sectores de la sociedad. El sector académico en las disciplinas sociales, humanistas, técnicas y científicas es un invitado que hay que considerar, pero que debe colaborar con otros sectores para construir estos esquemas de evaluación.
La propuesta concreta es que las nuevas administraciones municipales definan estos indicadores en una forma participativa.
Hoy antes de asumir los cargos, es el momento de planear y definir las formas de evaluación.