En estos días estamos sufriendo una de las peores olas de calor de las que recuerde. En nuestro país las lluvias se han retrasado y las temperaturas han estado muy altas en la mayoría del territorio nacional.
Aunque es claro que el cambio climático nos ha alcanzado, todavía podemos tomar acciones de mitigación, acciones que disminuyan nuestras emisiones de gases de efecto invernadero.
También es importante decir que el problema no es solo de emisiones, sino de deforestación y de sobreexplotación de los recursos naturales y de la población en las diferentes regiones del planeta. Por supuesto, México y Morelos no escapan de estas afirmaciones.
Regresemos a las ya muy conocidas, pero poco adoptadas acciones de mitigación. Recordemos algunas de ellas y tratemos de implementarlas en nuestro entorno cercano y exijamos que se implementen por las autoridades correspondientes en los diferentes niveles de gobierno: a) Fomentar el uso del transporte público eficiente y accesible, avanzando hacia la electromovilidad, como el metro, autobuses rápidos y sistemas de transporte masivo. También promover la infraestructura para ciclistas, como ciclovías y estacionamientos seguros para bicicletas. Es importante enfatizar que lo fundamental es tener un transporte público basado en vehículos eléctricos (de baterías o con cables) para las distancias grandes y modificar la infraestructura citadina e interciudades para promover una movilidad no motorizada. b) Promover que nuestras actividades con uso de energía sean eficientes en edificaciones tanto residenciales como comerciales o de servicios.
Esto incluye la adopción de tecnologías más eficientes, como iluminación natural o LED, sistemas de climatización eficientes, ventilación natural o aislamiento térmico y sistemas de energía renovable, como paneles fotovoltaicos.
C) Las acciones de mitigación no implican solamente aspectos energéticos, también es fundamental implementar programas de reciclaje y separación de residuos en su lugar de origen. Cada persona debe asumir la responsabilidad de iniciar el proceso de reciclado o disposición adecuada desde donde generan los residuos. Por supuesto, que promover la reducción del uso de plásticos y materiales de un solo uso es una de las acciones necesarias, así como impulsar el compostaje y la valorización de residuos orgánicos. d) La creación y el mantenimiento de áreas verdes en las ciudades, como parques, jardines, corredores biológicos y calles verdes pensadas para las personas son otras de las acciones que debemos promover en nuestras ciudades. e) Es imperiosa la planificación urbana que promueva el desarrollo compacto y mixto, reduciendo la expansión urbana descontrolada. Esto incluye el diseño de vecindarios caminables, con acceso a servicios básicos, áreas comerciales y recreativas a una distancia accesible. En Cuernavaca tenemos varios años esperando una planeación que sea construida con la ciudadanía para lograr una Cuernavaca sustentable. f) La educación ambiental y la sensibilización en la población con enfoque participativo seguramente dirigirá los esfuerzos del futuro para la adopción de prácticas sustentables y la toma de decisiones relacionadas con el medio ambiente.
En cuanto a la adaptación al nuevo clima debemos tomar medidas y entre ellas podemos mencionar: a) Desarrollar sistemas de gestión del agua más eficientes y resilientes, incluyendo la construcción de infraestructuras para el almacenamiento, distribución del agua y sistemas de captación de agua de lluvia, así como para su infiltración en ciudades. También se promueve el uso racional del agua, la recarga de acuíferos y la protección de las cuencas hidrográficas. En este sentido, reconstruir las redes de distribución de agua potable y el tratamiento de las aguas residuales. Este punto debemos exigirlo a quienes administran los sistemas de agua potable y alcantarillado en las ciudades. Las advertencias de tandeos o restricciones de suministro nos alertan. Estos días de tandeos podrían ser los días con mayor suministro de agua del futuro. b) En los marcos regulatorios de la construcción en las diferentes poblaciones del país, debería ser necesario diseñar y construir infraestructuras resilientes al clima, como edificaciones, carreteras, puentes y sistemas de drenaje, considerando los riesgos asociados al cambio climático, como inundaciones, sequías y eventos climáticos extremos. En este sentido, es urgente integrar medidas de adaptación en los planes de desarrollo urbano. c) La promoción de la conservación y restauración de ecosistemas naturales, como bosques, manglares y humedales, que proporcionan servicios ecosistémicos clave, ya que la conservación de la biodiversidad también contribuye a la resiliencia de los sistemas naturales y al mantenimiento de la seguridad alimentaria y hídrica. d)Fomentar la investigación científica y el desarrollo de capacidades en el campo de la adaptación al cambio climático. Este punto, desde mi punto de vista es fundamental, ya que la investigación sobre lo que sucede y puede suceder brindará información para tomar decisiones informadas.
Por ejemplo, la creación de mapas donde se presenten las afectaciones y los cambios que enfrentaremos en el futuro son la mínima información que podemos usar para adaptarnos. Podemos empezar por analizar lo que se ha hecho a nivel global. En mayo de 2020 se publicó un artículo en PNAS [1] donde se discuten los posibles cambios en las regiones habitables del planeta debido a un cambio climático como el que enfrentamos. La región con habitabilidad en nuestro país se reduce sustancialmente. Con esto es posible que la población se vea obligada a migrar masivamente en los próximos años o a demandar mucho más energía para vivir en las regiones actuales. Este incremento en la demanda acrecentará los impactos negativos de no buscarse la eficiencia y el uso de fuentes renovables.
A partir de ese estudio global, se realizó ya un estudio particular en los miles de condados de Estados Unidos [2] presentando los cambios que se pronostican con una resolución más manejable. Si tuviéramos información a nivel municipal en México, la población podría tener información para empezar a tomar acciones que nos beneficien desde ahora y que faciliten la adaptación de la generación que está naciendo hoy.