Desde niño me ha encantado oír la radio y quizás es porque en la casa de mi familia primaria siempre estaba encendido el radio. De hecho, una de mis primeras preguntas para colegas que ya tenían algún tiempo viviendo en Cuernavaca cuando llegamos a esta ciudad fue: ¿hay alguna buena estación de radio para escuchar? Esta pregunta era porque en aquel tiempo no podía sintonizar radio UNAM en Cuernavaca, no llegaba la señal. Durante todos estos años, ya más de 30, en el trayecto de casa al IER-UNAM (antes LES y luego CIE), escuchaba en el radio las noticias. Me encantaba oír a Carmen Arístegui, luego algunos otros personajes de noticias que me hacían enojar por sus comentarios racistas o discriminatorios típicos de lo que llamaríamos gente de derecha. Sin embargo, como bien saben las diferentes compañías radiodifusoras cambian de línea editorial para alinearse a los gobiernos en turno y durante tantos años, cambié de noticiario o cada día iba oyendo alguno diferente.
Hace dos años, me encontré con el universo de los pódcast [1], y la verdad es que desde ese momento me he aficionado a escucharlos. En aquel momento escribí sobre las bondades de los pódcasts, pero ahora me animo nuevamente a recordarles esta opción que cada vez me gusta más.
En esta era digital, donde la información abunda y la atención se fragmenta, los pódcasts han surgido como una poderosa herramienta para comunicar, educar y entretener. En México, este fenómeno ha cobrado especial relevancia, convirtiéndose en un pilar fundamental del panorama mediático actual. Las cifras hablan por sí solas: en 2022, había más de 34 millones escuchas de pódcasts en México[2], posicionando al país como uno de los mercados con mayor crecimiento en América Latina. Esta tendencia se debe a diversos factores: como la accesibilidad ya que pueden disfrutarse en cualquier momento y lugar, haciendo ejercicio o incluso durante las tareas domésticas o alguna otra actividad. La oferta de pódcasts en México es sumamente amplia, abarcando desde temas de actualidad y política hasta cultura, historia, ciencia, comedia y mucho más. De hecho, en México, donde la movilidad urbana puede ser un desafío debido al tráfico y la distancia entre puntos de interés, los pódcast se han convertido en compañeros ideales para los trayectos en transporte público, los viajes en automóvil.
Los pódcasts ofrecen una gama casi infinita de temas, desde noticias y política hasta entretenimiento, educación, historia, cultura y más. Esta diversidad permite a cada oyente encontrar contenido que realmente le interese. En el contexto mexicano, esto es particularmente relevante dado el interés creciente en temas culturales, históricos y sociales específicos del país.
Existen pódcasts educativos, de salud, de periodismo o de cultura; todos ellos pueden tener un impacto significativo en nuestro día a día.
En el 2020 recomendé solamente unos cuantos pódcasts, hoy la lista está creciendo enormemente. Entre mis favoritos están: Historia en vivo, El hilo, Radio ambulante, Central de radio ambulante, Arístegui, Bien comer, La estrategia del día, Política y otros datos, Al habla con Warkentín, Revista de la Universidad de México, Carne Cruda, Hipócrates 2.0, En su tinta y, no podía faltar, La araña patona. Todos estos pódcasts en español se pueden escuchar desde cualquier APP de pódcast y en cualquier sistema operativo de celular.
Yo escucho estos pódcasts cotidianamente entre otros de revistas científicas, economía o de mitos en la historia que me permiten estar enterado de los acontecimientos actuales o pasados con perspectivas diferentes y enfoques diversos.
El uso de estas aplicaciones consume energía, pero esencialmente es la misma energía que si escucháramos el radio y quizá menos sin bajamos el pódcast a nuestro celular y lo escuchamos luego sin el uso de los datos en directo. Yo hago esto, los bajo y luego los escucho sin utilizar mis datos en el celular.
Quiero comentar, como lo he dicho en otras ocasiones, que la escucha de los pódcast es una de las actividades que puede acercar a las generaciones mayores y a las juveniles. Las personas adultas vivieron la época de oro de la radio, antes de la televisión, y las juventudes hoy escuchan desde sus celulares. Estas juventudes, pueden fomentar e intercambiar opiniones sobre los pódcast que escuchan con las personas mayores.
Dado que se proyecta que un tercio de la población mexicana (40 millones) escuche al menos un pódcast al mes[2], invito a quien nos lee a que escriba en los comentarios de este texto en línea sobre sus pódcasts favoritos y así compartir la experiencia. Es importante mencionar que los pódcast están en crecimiento en el mundo y que se han convertido en una voz vibrante e indispensable en el panorama mediático mexicano y de habla hispana. Su accesibilidad, variedad temática, conexión personal, inmediatez y profundidad los convierten en una herramienta poderosa para comunicar, educar, entretener y transformar a la sociedad.
[1] https://delrioantonio.blogspot.com/2022/07/los-podcast.html
[2] https://www.eleconomista.com.mx/tecnologia/Podcast-Mexico-2022-34-millones-de-mexicanos-escucharan-un-podcast-al-mes-20220123-0003.html