En esta ocasión quiero referirme a lo que espero podamos conseguir, como ciudadanos informados, en la elección del presidente municipal de Cuernavaca. Por qué me refiero a esta ciudad, porque decidimos vivir en ella desde hace más de 25 años y lo hemos hecho con la convicción de procurar contribuir con acciones para habitar en una ciudad sustentable. Con esto quiero resumir que deseamos habitar una ciudad en armonía con el entorno físico, con opciones para que todos puedan generar riqueza y con ello bienestar social. Para ello tenemos que construir las normas que fomenten estas opciones.
Estamos en época de elecciones y los fantasmas de la irresponsabilidad de figuras públicas que se dedicaron al espectáculo deportivo y que pretenden, sin preparación alguna, conducir la ciudad. Pudiera ser ingenuidad; pero sospecho que son intereses económicos individuales para que un partido político continúe con un registro y con ello los dirigentes mantengan sus prebendas.
En todo el tiempo que he vivido en Cuernavaca me he percatado que su comunidad es claramente participativa y está deseosa de construir verdaderamente la “ciudad de la eterna primavera”. Una ciudad con transporte público de calidad, con lugares donde se pueda disfrutar de ella, limpia, con vegetación que invite a pasear por sus calles, con fuentes de trabajo de calidad, con personas tolerantes a la diversidad y muchas otras cosas más. Sin embargo, sus gobiernos no han podido articular ese deseo ciudadano. Los gobiernos anteriores, algunos con buenas voluntades, pero copados por intereses económicos han causado más problemas ambientales que resolverlos. En otros los han ahogado las deudas económicas que dejaron sus correligionarios, y no respondieron a las inclusive magras expectativas que generaron. En otros con la corrupción galopante embellecieron algunos pocos lugares a costa del ambiente, la bancarrota y la marginación social.
Como lo hemos mencionado varias veces, la perspectiva de la sustentabilidad implica conjuntar esfuerzos de la sociedad en el largo plazo, es imposible definir acciones solamente para los tres años que duran los presidentes municipales. Por esta razón es importante tener el poder de convocatoria para aglutinar esfuerzos de muchos actores de la sociedad. Con la convocatoria de múltiples actores se puede vigilar, opinar y monitorizar el avance en las propuestas que hacen los candidatos.
En este sentido me llama positivamente la atención que un político con preparación desde la oposición en la legislatura estatal y con experiencia en el gobierno en aspectos de política interna haya podido aglutinar en su entorno a actores que participaron activamente en otros partidos, en otras administraciones tanto locales como estatales para proponer una alternativa que pudiera recuperar Cuernavaca para los ciudadanos, para compartir con otros mexicanos o extranjeros la eterna primavera.
En estos años he visto cómo muchos actores han promovido diversas actividades con fines de promover el bienestar social, todos ellos bajo un mismo ideal: tener una ciudad sustentable. Algunos enfatizaron a Cuernavaca como una alternativa turística, otros las posibilidades de tener una ciudad caminable, muchos una ciudad segura e incluyente; en fin, muchas acciones, esfuerzos, iniciativas todas ellas aglutinadas bajo una posible recuperación.
Desde mi punto de vista el voto informado es muy importante, más importante que dejar que otros decidan por nosotros. Para mí, claramente nuestro voto cuenta y debemos luchar para que todos voten con información, análisis y conciencia de lo que están escogiendo para los próximos tres años, pero que debe tener una mirada hacia un futuro lejano, al menos como la expectativa de vida de nuestros nietos.