Sin embargo, el tiempo para escribir y el espacio son limitados, también lo es el tiempo de los lectores, cada uno está preocupado por obtener los recursos para sobrevivir. Nuestra precaria situación implica que dediquemos una gran parte de nuestro tiempo para conseguir una vida llevadera. La mayoría de la población en nuestro país no lo logra, aunque trabaje el día entero, más allá de lo legislado, de ocho horas diarias.
En otras ocasiones he comentado que ya somos muchos, pero realmente ¿es un problema de sobrepoblación? Un estudio reciente indica que la mayoría de las regiones en el mundo pueden ser autosuficientes en la producción de alimento http://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0129487. Por otro lado, muchas veces se ha enfatizado que la energía solar que llega a la tierra es mucho mayor que la energía que usamos. En muchos lugares los techos de las edificaciones pueden producir energía eléctrica. La mayoría de los litorales pueden ser utilizados por dispositivos que aprovechan la energía de las mareas, las corrientes marinas o las olas. Por supuesto, lo mismo sucede con el posible aprovechamiento de la energía del viento.
Enfatizo el problema energético porque de él conozco algo más; pero en cada uno de los aspectos que nos están causando una inmensa discrepancia entre las personas y las especies de este planeta, y por ende conduciéndonos por caminos no sustentables, encuentro que el problema es la forma en que los utilizamos y distribuimos.
La educación de calidad es un punto importante, no es suficiente con instrucción o capacitación, en mi opinión, debemos promover una educación que permita construir conocimiento en todos los rincones del mundo. Es extremadamente simplista pensar que en algún otro lugar del mundo se ha generado el conocimiento que puede resolver los problemas de cualquier región.
Generalmente las regiones con mayor rezago de satisfactores son regiones donde las condiciones son más adversas para resolver problemas de alimentación y uso de recursos. Déjenme dar un ejemplo. Los grandes barcos fueron construidos en regiones donde los vientos eran favorables para moverlos. Por esa razón no se desarrollaron las carabelas en la región maya para que pudieran surcar el Atlántico y conquistar a los europeos. La llamada zona de calma intertropical no es adecuada para el empleo intensivo de la energía eólica. Los vientos huracanados son intensos pero de baja densidad, y muy distribuidos a lo largo del año. En el Mediterráneo el viento es constante y bien distribuido. El aprovechamiento intensivo de la energía solar no es un proceso simple, requiere de tecnología que ha sido desarrollada por cientos de años al concebir procesos que no encontramos en forma natural. Es suficiente con mencionar que la fotosíntesis es menos eficiente y cosecha menos energía por unidad de tiempo en comparación con las celdas fotovoltaicas.
Como estos sencillos ejemplos podemos encontrar muchos en la literatura actual.
En resumen, esto indica que las regiones donde mayor pobreza hay son regiones donde las dificultades para un desarrollo sustentable han sido mayores a lo largo de la historia (una discusión más amplia la encontramos en “Colapso” de Jared Diamond). Sin embargo, ellas también tienen una gran diversidad, aunque con menor densidad de recursos. En mi opinión, debemos construir las soluciones contemplando esta baja densidad y distribución de los recursos, las soluciones con energéticos o producción de alimentos intensivos sin contemplar los efectos negativos de ellas, parecen que no han sido aceptables en los últimos siglos.
Por estas razones, insisto, las soluciones que amalgamen el conocimiento científico con el tradicional, prometen cambiar los paradigmas tanto de las urbes del conocimiento como de las regiones, y por lo tanto, ofrecen alternativas con una base más amplia.
La apuesta por la educación es una de las más certeras, la redistribución de la riqueza para que los jóvenes estudien es una de las soluciones de largo plazo que considero más adecuadas; pero todos debemos reconocer que no dan fruto pronto. Debo reconocer que en Morelos se ha optado por apoyar esta visión y es una acción que debemos apoyar. Estoy seguro que en una década dará frutos.
Por otro lado, las medidas que se amparan en las tendencias actuales en el uso de los hidrocarburos deben ser poco a poco minimizadas y apoyar con mayor decisión el uso de las fuentes renovables de energía. En este sentido en Morelos, y en la mayor parte del territorio nacional, la energía solar es una verdadera alternativa con baja densidad energética e intermitencia, pero que debemos empezar a usar para contribuir a su desarrollo y con ello propiciar que sus desventajas sean sobrellevadas.
Sirva este texto para discutir y dejo para otro día el abordar otros problemas.