Tener dolor de cabeza es algo muy común, pero no por eso menos desagradable, y es que cuando te duele la cabeza no solo tienes esa molestia, sino que te cuesta trabajo hacer otras cosas.
Muchos de estos malestares pasan solos después de un rato, otros suelen aliviarse con analgésicos y antiinflamatorios de venta libre como el paracetamol, ibuprofeno y la aspirina.
Pero algunos otros no responden a esos tratamientos farmacológicos y pueden ser mucho más permanentes, molestos e incapacitantes.
Librando batallas detrás de la cara y arriba de la garganta
Cefalea es el término médico para nombrar a los malestares o dolores localizados en cualquier parte de la cabeza.
Si el dolor de cabeza es un síntoma asociado a otra enfermedad, se considera que es una cefalea secundaria, como por ejemplo cuando tienes gripe y te duele la cabeza.
Otras razones de una cefalea secundaria son: alergias, deshidratación, si fumas o bebes mucho, si no comes bien, si te pegas en la cabeza.
Las cefaleas secundarias también pueden estar asociadas a condiciones graves como: infarto cerebral, glaucoma, envenenamiento por monóxido de carbono o tumores cerebrales.
Sin embargo, las cefaleas más comunes son las primarias, que por sí mismas son una enfermedad que tiene que ver directamente con algo que pasa en donde sentimos el dolor: en la cabeza.
Y aunque las causas de las cefaleas secundarias son muy comunes, en realidad el 80% de los dolores de cabeza pueden clasificarse como cefalea primaria.
La migraña es la más conocida en este grupo, en el que también están los dolores de cabeza tensionales y las cefaleas en racimo.
Lo que el dolor de cabeza representa
Sin importar su origen o clasificación, algo tienen en común todos los dolores de cabeza: ninguno tiene que ver con que nos duela el cerebro.
Cuando sentimos dolor es porque se activan ciertas terminaciones nerviosas que funcionan como receptores del dolor.
Esos receptores del dolor, o nociceptores, están por todo nuestro cuerpo, excepto en el cerebro: así es, el cerebro no puede sentir dolor.
Tal vez lo hayan visto en alguna serie de televisión, en la que a alguien que está consciente le practican una operación cerebral. Y no es ficción, eso en la realidad es posible, porque el cerebro no tiene nociceptores.
Quizá porque el cerebro tiene que analizar todos los estímulos que recibe de todas partes del cuerpo es que, él mismo se ahorra el tener que interpretar su propio dolor.
Pero entonces, ¿por qué nos duele la cabeza?
El cerebro podrá no sentir dolor, pero no está solo y aislado en el cráneo: alrededor de él hay tejidos que sí tienen receptores del dolor, y cuando algo afecta a estos tejidos, nos “duele la cabeza”.
A veces la muerte parece mejor que la migraña en mi cabeza
Los dolores de cabeza secundarios en general son fáciles de tratar, con analgésicos y antiinflamatorios, además de que pasan una vez que termina la infección o condición que los causó.
En los casos en los que el dolor de cabeza se debe a una inflamación de los músculos, vasos sanguíneos o nervios que están alrededor del cerebro, es cuando son útiles los tratamientos con medicamentos comunes.
Pero a veces eso no es suficiente: como en el caso de la migraña, que puede causar un dolor de cabeza muy severo, que no mejora usando analgésicos comunes, pero que a veces puede tratarse con medicamentos antihipertensivos o anticonvulsivos.
El dolor intenso de la migraña, suele estar localizado en un solo lado de la cabeza, además de que va acompañado de náuseas, visión borrosa y sensibilidad a la luz.
Por esto es que, más que un simple trastorno donde los vasos sanguíneos del cerebro se inflaman, a la migraña se le considera un trastorno neurológico sensorial. Y quizá por eso es más complicado tratarla.
Por eso y porque se diagnostica poco, aunque la OMS considera que más o menos el 15% de la población mundial padece esta condición que además es discapacitante.
Así que si te duele la cabeza y sientes que tu malestar no mejora tomando un antiinflamatorio o te sientes tan mal cuando eso pasa que crees que vas a morir, deberías consultar a un neurólogo: tal vez tienes migraña.