Cuautla.- Luego de que se realizaran diversos operativos para determinar el estado que guardan algunos edificios de la ciudad, que podrían poner en riesgo la integridad física de los transeúntes, derivado de los daños estructurales que presentaron tras el terremoto del pasado 19 de septiembre, Víctor Manuel Araujo Moreno, director operativo de Protección Civil y Bomberos de Cuautla, precisó que se encuentran llevando a cabo los trabajos de verificación de los mismos.
De manera coordinada con las direcciones de Obras Públicas y Desarrollo Urbano del municipio, se llevan a cabo diversas acciones en torno a determinar la manera en que se derriben los inmuebles.
Señaló que tres edificios que tienen daños estructurales de consideración y por representar un riesgo para la ciudadanía, deben ser demolidos a la brevedad; entre ellos está el edificio Mora, cuyos dueños, según Araujo Moreno, quieren ingresar para recuperar algunos bienes, pero les contestaron que hasta que no cuenten con un dictamen que les permita el ingreso, este les será negado, a fin de salvaguardar su integridad.
Por otra parte, en el edificio conocido como El Baratero, los trabajos de demolición ya han comenzado; los trabajos se realizan únicamente por las noches para evitar poner en riesgo a los transeúntes, además de que la recomendación para este inmueble fue que no utilizaran maquinaria pesada.
En la calle Ayuntamiento, el edificio en donde se encontraba el extinto “Videocentro” contó con la misma suerte y se encuentra a la espera de ser demolido.
En los tres edificios antes mencionados, se descartó la posibilidad de utilizar dinamita o algún material de este tipo para su derribo, ya que se encuentran en pleno centro de la ciudad, además de que alrededor existen construcciones que pudieran verse afectadas con el uso de estos artefactos.
Otro de los edificios que tiene daños en su estructura es el conocido como “Guerra”, en donde se les notificó a sus dueños que deben presentar un dictamen estructural de las condiciones que guarda el inmueble, para confirmar el estado del mismo y en su momento determinar si existe la posibilidad de ser demolido o en su defecto arreglado para que continúe funcionando.