Los implicados en estos actos delictivos son: Ildemar Ramírez Martínez (a) “El Apache”, de 32 años de edad; Víctor Hugo Vázquez Lara (a) “El Dubas”, de 18 años, así como los hermanos Carlos y Daniel Velázquez Galindo, apodados “Los Pelones”, de 33 y 32 años de edad, respectivamente, así como un menor de 16 años.
Los sicarios, todos al mando de “El Apache”, confesaron haber participado en no menos de ocho ejecuciones, entre ellos el de un hombre a principios de este año, al que ahorcaron y embolsaron, porque “era de los contras”.
Entre febrero y marzo, esta banda asesinó a un hombre en la colonia Lomas del Carril, supuestamente por haber robado y extorsionado a una comerciante de Temixco, al cual ahorcaron y posteriormente tiraron en la Autopista México-Acapulco, a la altura del retorno del Fraccionamiento Burgos.
El 31 de agosto pasado, frente a un templo protestante, ubicado en el municipio de Emiliano Zapata, la banda decapitó a tres personas, cuyos restos los dejaron en bolsas negras en la parte trasera de una camioneta marca Toyota, tipo Siena, color blanca, con placas de circulación UKF 6163 del estado de Querétaro, abundó Ildemar Ramírez “El Apache”.
Esta peligrosa banda de sicarios también participó el 17 de agosto en el homicidio de otro hombre, al que confesaron, destazaron y le quitaron la piel, para posteriormente tirar su cuerpo en el municipio de Emiliano Zapata, en las inmediaciones de la Comercial Mexicana de Jiutepec.
Ildemar Ramírez Martínez manifestó que su anterior jefe, Ulises Martínez González (a) “El Mojo”, le ordenaba a quién tenían que “levantar”, desconociendo el motivo: “yo solo obedecía órdenes y a cambio me pagaban, para ello tenía gente que trabajaba para mí”.
Los cinco sicarios, incluido el menor de 16 años, torturaban y ejecutaban a sus víctimas en diferentes casas de seguridad: una en la colonia Pueblo Viejo y otra más en Lomas del Carril de Temixco.
Las investigaciones continúan con la intervención del Ministerio Público de la Procuraduría General de Justicia de Morelos para el esclarecimiento de los homicidios, por ser delitos del fuero común, en coordinación, colaboración y apoyo con la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), la Secretaría de Seguridad Pública Federal (SSP) y el Ejército Mexicano.