El uso que desde los partidos se pretende hacer del juicio político ya es obsoleto y genera una costosa pérdida de tiempo para el gobierno y sobre todo para la sociedad, reconoció. Sin embargo, avanzar hasta la consolidación de la figura de participación ciudadana de la revocación de mandato, debe analizarse con seriedad. “Contamos con una sociedad y con una estructura de redes y agrupaciones que han dado sobradas muestras de madurez pública; por ejemplo, en los procesos electorales en Morelos, el voto diferenciado confirma el ejercicio de reflexión previa que realizan los votantes privilegiando los proyectos y a las personas sobre los partidos”.
Esa madurez no ha llegado a los partidos, reconoció. Por ello, debe evitarse al proponerse la creación de esa figura que no terminemos con un congestionamiento de intenciones de revocaciones de mandato constante contra gobernantes de los diversos niveles, porque se generaría un consumo difícil de cuantificar de recursos económicos y humanos en esos procesos. Debe aprobarse. El PAN lo sigue impulsando pero dándole la solidez que requiere el tema.
“Pasamos de la dictadura perfecta a la democracia imperfecta”, expresó al diferenciar las condiciones bajo las cuales se desempeña en la administración pública el gobierno panista ante el poder único y plenipotenciario que tuvieron los priistas. Agrega, hoy vivimos un esquema de gobierno más cercano a la democracia; el poder se distribuye,
Ya no es bajo figuras únicas. Todas las fuerzas políticas tienen algo de poder y lo pueden utilizar para atender a la sociedad o para atender sus particulares experiencias.
Señala, los juicios políticos no han dejado saldos positivos. Ha prevalecido el desgaste y el desencuentro entre quienes están a favor o en contra de un esquema. No estamos trabajando a favor de los ciudadanos. Ya deberíamos de haber entendido. En el momento del juicio a Jorge Carrillo Olea, era una circunstancia de excepción. Con todo, el juicio era sólo político y así se presta al escarnio público. Como tal, no genera muchos frutos. Estos procesos son muy demorados. Las circunstancias son diferentes. En aquella época el presidente tenía poder ilimitado, lo que le complica el panorama al general, lo que se agrega a la inconformidad social.
La revocación de mandato es compleja. Por principio debe analizarse. Son ejercicios que sí funcionan. Esto requiere de una gran madurez de los actores políticos. Tenemos una sociedad madura y participativa. Lo hemos visto en los procesos electorales, en donde los morelenses votan de manera diferenciada. Se ve una sociedad más madura pero la clase política no ha alcanzado esta madurez. Pudieran llevarnos a una serie de desgastes por el revanchismo.
Finalmente reconoció que los partidos políticos deben vincularse más a la agenda de los ciudadanos. Hoy todos tienen un bajo nivel de credibilidad, el hartazgo en manifiesto. Por ello, debemos darle una mayor importancia a la agenda que se presentó a la sociedad durante la campaña y sí darle atención al tema de la seguridad pero también al de la educación, la salud, la ecología y la producción. Tenemos una cifra record de asegurados ante el Instituto Mexicano del Seguro Social. Los compromisos financieros internacionales son manejables. Atrás quedó el tiempo de la “deuda eterna”. Hoy hay certidumbre financiera, concluyó.