En abril de 1977, en el Congreso del Estado de Guerrero y ante el gobernador Rubén Figueroa Figueroa que fue secuestrado por la guerrilla que encabezó Lucio Cabañas, el secretario de Gobernación Jesús Reyes Heroles anunció que “se abrirá la política a las minorías”, con lo que se inició la Reforma Política que fue la base del sistema electoral actual y que contempló que si perdía el PRI el poder pasaba íntegro a la oposición.
Al margen de quien sea el candidato, según las últimas encuestas, el Partido Revolucionario Institucional tiene una intención de voto apenas superior al 30%, la del PAN es cercana al 20% y el PRD retornó a su voto base del 16%, el voto nulo se ha incrementado y es cercano al 5%, el resto se distribuye entre las otras fuerzas políticas.
En la elección del 2009 estaban inscritos en el padrón electoral un millón 300 mil votantes, acudieron 650 mil, lo que representa el 50%, de éstos el 34% se distribuyó entre el voto nulo y los partidos PVEM, Convergencia, PT, PSD, Panal, el PRI el 28%, el PAN el 21 y el PRD el 16%.
En los tres partidos con posibilidad de triunfo para la gubernatura y que cuentan con estructura territorial en la mayoría de los 33 municipios de la entidad, reconocen que el voto indeciso en contra puede significarles la derrota, los análisis realizados a las tendencias casilla por casilla de la pasada elección así lo comprueban.
Ninguna organización política cuenta con la capacidad de atraer a la totalidad de los indecisos, por ello es que empiezan a construir propuestas con las cuales puedan captar la simpatía de la mayoría de éstos, en el 2000 los panistas en todo el país impulsaron el concepto del “voto útil” con lo cual le proponían a los electores indecisos que tenían la intención de no votar por el PRI, que su voto fuera útil, y lo destinaran apoyar al candidato opositor mejor posicionado.
Esta propuesta fue posterior a el surgimiento “ocasional” del “concepto”: “Hoy, hoy, hoy” que externo el entonces candidato a la presidencia de la república Vicente Fox Quezada, que según los analistas del momento, provocó que pese a los intentos del PRI por ridiculizar aquella manifestación, el aspirante blanquiazul lo convirtió en uno más de sus lemas de campaña y le incrementó la simpatía de los electores.
El voto indeciso es volátil, por ello debe revisarse su evolución histórica, desde 1997 cuando se creó la estructura electoral ciudadanizada, que dio cumplimiento al compromiso y reclamo nacional de principios del siglo 20 de “Sufragio Efectivo, No Reelección”, un porcentaje importante del gasto que realizarán los partidos políticos y los candidatos en el 2012 estará direccionado a llamar la atención en busca de la aprobación de los grupos a los que consideren como poseedores de los votos nulos que necesitan para triunfar.
Con una cantidad apenas superior al 30% de la votación total emitida, el Partido Revolucionario Institucional logró el mayor número de sufragios en los cinco distritos federales que representan a Morelos en el Congreso de la Unión, con ese resultado lograban un margen de casi siete puntos sobre el segundo lugar, que fue el PAN, y duplicaron la votación de la tercera fuerza que fue el PRD.
Los indecisos, distribuidos en cinco fuerzas políticas diferentes, y el voto nulo lograron el 34%, pero no tienen ningún “peso político real” en el congreso, local o federal, los seis legisladores que en Morelos representan a las “otras fuerzas”, son el 20% de la totalidad de la representación legislativa, aunque corresponden al 34% de quienes no apoyaron a los tres partidos grandes.
Las razones por las cuales “los electores indecisos” determinan emitir finalmente su sufragio, aún no han sido determinadas. Los especialistas aseguran que es consecuencia de diversos factores, que cada vez se ubican más, con lo cual se está “profesionalizando la caza del voto indeciso” mediante el surgimiento de empresas que bajo el concepto de consultorías, aseguran a candidatos y líderes de partidos que son capaces de capturar un importante porcentaje de voto nulo a través de diversas estrategias.
En Morelos no existen empresas con este perfil, ya que el “malinchismo” de aspirantes y organizaciones, privilegia la contratación de corporativos nacionales, que les son recomendados desde el Comité Nacional de cada organización o bien por militantes de cada uno de los partidos que recomiendan los servicios de estos despachos a los aspirantes a los que “apadrinan” en cada proceso electoral.
En Estados Unidos ya se realizó una película sobre el voto indeciso, se titula “El último voto”, fue dirigida por Joshua Michael Stern y protagonizada por Kevin Costner y Deniss Hooper, la trama de 120 minutos está centrada en el sufragio que determina el resultado de la elección presidencial de Estados Unidos, y que se ubica en un ciudadano, que no tiene intención de sufragar, y cuyo voto lo ejerce su hija de 12 años Madeline Carroll. Esta cinta confirma el peso que en los procesos electorales de las diversas naciones está adquiriendo el voto indeciso.
IMPACTO HISTÓRICO DE LOS INDECISOS
La determinación de quien será el beneficiario del voto indeciso, es un tema de carácter individual, cada uno de los emisores no tiene un compromiso constante con ninguna de las organizaciones políticas participantes, generalmente está destinado al candidato y se otorga por diversas razones.
En marzo de 1997, la diferencia de votos a favor del Partido de la Revolución Democrática, en la elección estatal se adjudica al enfrentamiento que el gobierno priista de Jorge Carrillo Olea, mantenía con los integrantes de aquella organización por las denuncias contra los secuestros que se dieron en aquella época, organizaron un grupo de ciudadanos a los cuales se sumó el perredista Graco Ramírez Garrido Abreu.
En aquella ocasión, el PRI logró el 34.5%, el PRD el 33% y el PAN el 17%, el resto de las fuerzas políticas logró el 15% de los votos, sólo ingresó un diputado de una organización diferente, Alejandro Mojica Toledo del extinto Partido Civilista Morelense que estaba ubicado en primer lugar de la lista plurinominal y que también fue candidato a presidente municipal por Cuernavaca y logró 6 mil 600 votos de un total de 24 mil que obtuvo su organización en toda la entidad. También ganaron el municipio de Zacualpan de Amilpas con 1226 votos, contra mil del PRD, 870 del PRI y nueve del PAN.
La elección del 2000 fue la primera que utilizó servicios de mercadotecnia y publicidad profesional, enfocados a la política, luego de que aquellas empresas históricamente se habían dedicado a provocar el consumo de lencería, jabones y artículos de belleza femeninos y para el hogar a través de programas radiofónicos y televisivos, enfocados al esparcimiento de las amas de casa y la familia, finalmente irrumpieron en la publicidad política.
En los últimos procesos electorales quedó demostrado que la participación de las empresas “profesionales” para la promoción del voto, logran influir en el ánimo de los electores, sin embargo no se ha medido su capacidad para impactar con los ciudadanos, en el ánimo de involucrarse en los planes y programas de candidatos y partidos. Algunos gobernadores que lograron triunfar en las urnas, enfrentan hoy diferencias con sectores que los apoyaron para triunfar en urnas y no conservan los acuerdos.
En los procesos electorales anteriores las determinaciones en relación a la propaganda y la publicidad del partido y el candidato, se tomaban en la oficina del abanderado priista, que era el único con recursos suficientes para colocar algunos anuncios en puntos estratégicos, fundamentalmente con el logotipo del PRI y el nombre del candidato, fue hasta que se popularizó el uso de las computadoras, que empezaron a imprimirse los rostros de los candidatos, los otros partidos fueron hasta 1997 legitimadores de los triunfos de “carro completo” del PRI, no tenían recursos y el PRI gobierno los mantenía marginados de los medios masivos de comunicación.
El Partido Acción Nacional fue el que más involucró a los publicistas en el posicionamiento de los electores considerados como lo “suficientemente inconformes para votar contra el PRI”, con lo que estableció un precedente sobre la importancia de “profesionalizar” los procesos publicitarios electorales, dejaron de ser importantes las ideas y los proyectos para difundir el pensamiento de un candidato o los programas de un partido, y fueron sustituidos por frases cortas que generaran apoyo al candidato. El ejemplo sigue siendo la expresión de “Hoy, hoy, hoy” de Vicente Fox.
En los procesos electorales de 2003 y 2006 en Morelos los sufragios indecisos provocaron la disminución del margen de triunfo del Partido Acción Nacional, y el que en algunos municipios se diera la alternancia al no existir continuidad de partidos en sus ayuntamientos. El ejemplo más claro es Cuautla, donde desde 1997 y hasta la fecha han gobernado el PRI, el PAN y el PRD sin que ninguna fuerza logre repetir en ningún trienio.
En el 2009 el voto indeciso fue definitivo en el resultado que se obtuvo, cuando el PRI logró obtener 15 diputaciones locales, 16 presidencias municipales, incluidas Cuernavaca y Cuautla; y las cinco diputaciones federales, dejaron de votar a favor de otras alternativas o del partido en el gobierno diversos sectores, entre los que destacan los maestros disidentes del SNTE-Panal que participaron en el conflicto de 2008 y un importante número de comerciantes, empleados y familiares de los negocios que se vieron perjudicados por aquella movilización.
El voto indeciso tiene otra característica, es diferenciado, del mismo votante en una elección, los sufragios apoyan a abanderados de diversas organizaciones en cada uno de los cargos, si su voto para ayuntamiento es a favor de un partido, para el congreso local vota por una organización diferente y para gobernador para una tercera.
Testimonio de eso es la diferencia de cifras que en la elección de 2006 se dio entre el número de votos que obtuvo el candidato a gobernador del PAN Marco Antonio Adame Castillo, quien superó al candidato del PRD, Fernando Martínez Cue, en tanto que en las urnas federales en Morelos, el PRD triunfó con el candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador y el candidato panista Felipe Calderón logró casi 100 mil votos menos que el tabasqueño.
LOS INDECISOS SÍ DECIDEN
En la elección federal del 2012, donde se elegirán presidente de la república, diputados federales y senadores, se intensificará la publicación de encuestas en los medios nacionales y locales. Algunas con los requisitos metodológicos propios de un estudio confiable y otras, nada raras, con metodologías más bien obscuras o de plano con un claro objetivo de marcar el triunfo de algún partido o candidato en forma artificial. Señala Elías Aguilar García en la columna Esfera Pública del sitio de internet “Eje Central”.
En los sondeos publicados es práctica común calcular los porcentajes de votación de los diferentes partidos sin considerar a los “indecisos”. Se estima a partir de las personas que manifestaron abiertamente su preferencia al momento de la entrevista, dejando fuera aquellas que no quisieron manifestarse durante la entrevista, ya sea porque declararon que el voto es secreto o porque simplemente no quisieron expresarlo, agrega.
Este cálculo asume que los “indecisos” se distribuyen en la misma proporción de aquellos que sí manifestaron su intención de voto, o que se dirigen hacia la abstención y, por lo tanto, no impactan a la distribución final de votos.
Esta práctica en los hechos contribuye a que las encuestas pierdan significativamente su capacidad de predicción. El fenómeno de indecisión es muy poco probable que exista en un mercado electoral abierto; un elector siempre tendrá diferente probabilidad de manifestarse a favor de los diferentes candidatos y partidos o de la abstención, y por lo tanto tendrá una preferencia partidista o de abstención (que también es una forma de elegir).
El hecho de que existan electores que no manifiestan su intención de voto en una encuesta señala un fenómeno que llamaremos “espiral del silencio”, donde el entrevistado no plantea su intención de voto porque percibe que su opinión está en contra de la tendencia dominante en lo que se refiere a candidatos o partidos. En otras palabras, la lógica de voto de los “indecisos” es la de votar en contra del partido que es percibido como el defensor del sistema establecido o causante de la inconformidad ciudadana, y que por lo tanto votan a favor del candidato o partido que tiene la posibilidad de derrotar al partido en el poder.
Hay evidencia empírica que muestra que los “indecisos” son más bien voto en contra del partido en el poder o defensor del sistema. Por ejemplo, en el caso del estado de Puebla en las elecciones para gobernador de 2010, los “indecisos” no resultaron serlo del todo: su indecisión realmente ocultaba un voto de castigo en contra de los gobiernos del PRI aquella entidad.
¿Está relacionado este fenómeno con el nivel de participación o abstención? La evidencia señala que no. Por ejemplo, en las elecciones de gobernador del estado de México en 2011, los porcentajes de “indecisos” fueron cercanos a los 8 puntos porcentuales y la participación electoral fue del orden de 44%, mientras que en la elección de gobernador del estado de Coahuila con el mismo nivel de “indecisos” registró un nivel de participación electoral cercano a los 60 puntos.
¿Se presenta este comportamiento en varios estados o elecciones? La evidencia muestra que sí, y que varía de acuerdo con el contexto de la elección y de la coyuntura particular de los partidos y las elecciones. Por ejemplo, en el caso del estado de Guerrero, el fenómeno del voto “indeciso” favorece al PRD, así lo señala la disparidad entre las encuestas preelectorales y el resultado en la elección de gobernador del 2011.
¿Es un fenómeno sólo en contra de algún partido en particular? Definitivamente, no. En aquellos espacios donde el cambio de partido en el gobierno tiene ya uno o más periodos, también se presenta en contra de otros partidos. Por ejemplo, en la elección para gobernador del estado de Jalisco en 2006, el voto “indeciso” se mostró a favor del candidato del PRI, lo cual confirma que este voto va en contra del partido percibido como el partido defensor de los intereses del sistema o de los grupos en el poder.
¿Cómo se explica este fenómeno? Los factores asociados con el fenómeno del voto en contra como un voto “indeciso” son tres. Por un lado, una alta aspiración de cambio de partido en la ciudadanía: cuando más de la mitad de los electores están totalmente a favor de un cambio de partido.
Por otro lado, la percepción de que hay un esfuerzo en recursos de inducir o forzar el voto a favor del candidato o partido del sistema. Finalmente, debe de haber una opción real de cambio de partido, es decir un candidato o partido en una posición que pueda capitalizar esta aspiración de cambio.
El voto “indeciso” señala un fenómeno donde el elector oculta su intención de voto debido a que está mal (porque percibe algún tipo de “presión” real o simbólica a favor del candidato o partido del sistema) votar en contra del candidato o partido por el que piensa hacerlo.
Esta manera de interpretar el voto “indeciso” no es la única forma de entenderlo, el voto “indeciso” se comporta de forma diversa y puede plantear diferentes lógicas de comportamiento, y una de estas es precisamente de voto en contra del sistema. La elección de julio de 2012 nos dirá cómo se comportan los indecisos, y si esta lógica evoluciona en otra dirección, aparentemente no hay una clara alusión de un único candidato del sistema por el cual uno, como elector, tenga que votar en contra. Pero sin duda alguna en el centro del voto en contra estará el PAN, con los yerros de los gobiernos de Fox y Calderón; y el PRI, con la ya sabida historia de 70 años en el poder y los yerros de los gobiernos locales del PRI. Señala el autor.
EL VOTO CAUTIVO
Durante los 70 años que durante el siglo XX gobernó el PRI, mantuvo y justificó sus triunfos electorales de “carro completo” en cada proceso local y federal, en el voto cautivo y así consideraba el sufragio que de forma casi obligatoria, le era otorgado de manera corporativa por todos los sectores de la sociedad, quedando al margen de esa “participación” quienes impulsaban la militancia dentro del Partido Acción Nacional, en su mayoría “laicos” con una activa participación social en actividades vinculadas a la doctrina católica y los simpatizantes de las ideologías socialistas y comunistas, que impulsaban esas estructuras, así como inconformes de los sectores obreros y campesinos. Durante toda aquella época se les consideró a ambos extremos ideológicos como grupos minoritarios y así están definidos en la reforma política de 1979 que les permite ingresar en esa condición en el Poder Legislativo durante la década de los ochenta.
MINORÍAS EN LA POLÍTICA
El 2 de abril de 1977 medios de comunicación informaron: “Se abrirá la política a minorías”. Era el anuncio de Reyes Heroles, dado en Chilpancingo, de reformar la ley y ensanchar “al complicado mosaico ideológico”, las posibilidades de representación política en el Poder Legislativo.
Había condicionantes: “Las minorías deberán renunciar a métodos violentos e ilegales”. Por parte de las mayorías, éstas se comprometían a “no constreñir” a los partidos de oposición, que serían reconocidos. Señala un ensayo publicado en 2007, en el periódico “El Siglo de Torreón.
Se trataba de un manifiesto del Estado, que retomaba demandas políticas de los dirigentes del PCM, PAN, Partido Demócrata Mexicano (PDM), Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT) y de otras organizaciones, con las que pulsó incluso la logística del naciente proceso.
En su mensaje, pronunciado en el Congreso de Guerrero, ante el gobernador Rubén Figueroa Figueroa, Reyes Heroles describió el alcance democrático de la iniciativa, que aplaudieron sus destinatarios: los partidos sin registro.
Era, además, la respuesta “a quienes pretenden un endurecimiento del Gobierno, (que es) exponernos al fácil rompimiento del orden estatal y del orden político nacional”. Puso la mira en “acelerar la evolución política nacional”.
Dijo que “respeto y convivencia pacífica en la ley, son bases para el desarrollo, las libertades y posibilidades de progreso social”. En cambio, “la intolerancia absoluta sería el camino seguro para volver al México bronco y violento”.
A 30 años de distancia y con el reto de una reforma de tercera generación por realizar, actores de aquel cambio, como Pablo Gómez y Graco Ramírez, destacan el mérito de la oposición que peleó por reglas democráticas y libertades políticas.
El senador panista Alejandro González Alcocer, hijo del entonces presidente del PAN Manuel González Hinojosa, recuerda que en la casa familiar hubo encuentros de dirigentes de su partido con enviados comunistas.
“Respetábamos sus convicciones, igual que ellos a nosotros y es que panistas y comunistas no actuábamos por presiones del poder ni por otros intereses”.
La oposición hizo a un lado sus diferencias, no sólo ideológicas sino de táctica y estrategia, y concurrieron al llamado de Reyes Heroles, quien tenía relaciones personales con diversos interlocutores, incluso de la juventud, como era su trato con el panista González Hinojosa.
“Mi padre fue llamado a Gobernación a intercambiar puntos de vista sobre la reforma, antes de que fuera anunciada y en esas conversaciones Reyes Heroles trató de convencerlo sobre el financiamiento oficial, al que se oponía el PAN”.
Pese a las turbulencias del país, los personajes consultados coinciden en que el proceso que estaba por nacer, por ningún motivo tuvo riesgo de frustrarse. Los comunistas “queríamos el registro”, perdido en 1946. Los panistas “discutíamos de manera intensa y fuerte y no nos doblegaban las intenciones, que veía mi padre en Reyes Heroles de pervertir a los partidos de oposición, a través del dinero”.
En los diálogos de gestación de la reforma, señala el senador perredista Graco Ramírez, entonces dirigente del Partido Socialista de los Trabajadores (PST), la visión de Reyes Heroles apuntaba, incluso, a una finalidad de geopolítica. En Gobernación “nos dijo, tenemos que empezar a salirnos del esquema de la ‘guerra fría’; dar derecho a la legalidad a los partidos extremos, que eran el PCM y el PDM”.
Reyes Heroles en la construcción de los consensos fue intenso. Trabajó con pasión política. Graco Ramírez recuerda. “Decía, más vale que tengamos a los opositores en las cámaras que en las calles; en los debates públicos, que en las cárceles. Después expresó públicamente “lo que resiste apoya”.
El dúo López Portillo-Reyes Heroles abría el proceso de reforma con el respaldo de las fuerzas de oposición. El PRI resistía con disciplina, ante la clara “intención de abandonar el triunfo aplastante del PRI”, destaca Rafael Segovia, en un ensayo, pero de conservar la pluralidad en la Cámara de Diputados, a fin de no afectar la unidad del poder.
Con esas reglas, si el PRI perdiera, planteaba, “el poder pasaría entero, sin alteraciones a manos de la oposición”. Así ocurrió cuatro sucesiones presidenciales después.
LOS INDECISOS RUMBO AL 2012
Los liderazgos sociales temporales que en Morelos surgieron durante el frustrado gobierno de Jorge Carrillo Olea, se diluyeron cuando se incluyó a esta entidad en las elecciones concurrentes, se frustró la posibilidad de construir un proyecto político regional, por ello, hoy los comités estatales de PRI, PAN y PRD realizan ajustes para involucrarse en el proselitismo nacional, rumbo al primer domingo de julio y mantener una tendencia electoral similar a la que logrará aquí su candidato presidencial.
Falta detectar qué tendencia seguirá el voto indeciso morelense, que es el que puede incidir en los resultados de gobernador y autoridades locales, como sucedió en 2006.
Las condiciones de cada uno de esos partidos políticos son hoy diferentes, el PRI triunfó casi con “el carro completo” en el 2009, lo que le provocó un desgaste en el ánimo de los electores por problemas sociales y administrativos en los municipios que gobierna y por la belicosidad manifiesta al interior de su bancada local y los cinco representantes federales, que en 24 meses de “trabajo legislativo” nunca dieron muestras de unidad. La dirigencia local actual encabezada por Amado Orihuela no conserva relación alguna con la dirigencia que estaba al frente durante el triunfo de 2009, cuando era presidente Guillermo del Valle y la dirigente anterior Maricela Sánchez, desarrollaron trabajos de proselitismo a favor de aquellos candidatos.
El PAN en la elección de 2009 participó por primera vez desde 1997 sin la intervención directa del ex gobernador Sergio Estrada, que renunció aquella organización y públicamente manifestó su apoyo a favor del candidato a la alcaldía de Cuernavaca priista Manuel Martínez y los candidatos de ese partido. Existe una “sana distancia” entre el equipo de trabajo del gobernador Marco Adame y el senador Adrián Rivera, que pretende ser el candidato a gobernador y que fue líder de esa organización cuando avanzaron en el ánimo electoral logrando en 1997 la presidencia municipal de Cuernavaca y en el 2000 la gubernatura.
En el PRD está considerada como “amarrada” la candidatura de Graco Ramírez, los ex candidatos a gobernadores de ese partido Raúl Iragorri en el 2000 y Fernando Martínez Cue en el 2006, canalizan los apoyos sociales que tuvieron durante sus procesos a favor de otros aspirantes, y la estructura que en la elección federal de 1997, logró triunfar en tres de los cuatro distritos federales que encabezó Julián Vences, así como el ex dirigente Ignacio Suárez Huape, también rechaza la nominación del senador nativo de Tabasco, a quien señalan como “constructor de acuerdos con el actual gobierno”.
El voto de los indecisos será determinante y en los próximos meses los partidos y candidatos buscarán ubicarlo para incluir al mayor número a favor de su causa.