De acuerdo con el resultado del diagnóstico, Morelos obtuvo una calificación global de 6.44, que significa un ligero ascenso con respecto al 5.76 de calificación obtenida en el 2011, y que se acerca a la calificación promedio nacional de 6.41.
Cabe destacar que el aumento de la calificación en materia penitenciaria, obedeció a que la CNDH no contempló la evaluación de las cárceles distritales Jonacatepec, Puente Ixtla y Tetecala, cuyas condiciones son las más deplorables.
Según el desglose de la evaluación, que puede ser consultada en la página electrónica de la CNDH, el área varonil del Centro de Reinserción Social (Cereso) de Atlacholoaya obtuvo el puntaje más alto con una calificación de 7.0, seguido por el área femenil con una calificación de 6.8; la cárcel distrital de Jojutla con 6.23 y la cárcel distrital de Cuautla con 5.72.
No obstante, la CNDH hizo una serie de observaciones sobre problemas que padece el sistema penitenciario estatal por deficientes condiciones de gobernabilidad y de reinserción social de los internos.
En relación a las condiciones de gobernabilidad de los penales estatales, el organismo nacional consideró que no existen procedimientos para el traslado de internos; solicitar audiencias con las autoridades, visita familiar e íntima; presentar quejas y prácticamente no existe difusión de la normatividad penitenciaria entre los internos.
También, como lo ha señalado la Comisión de Derechos Humanos de Morelos, es insuficiente el personal de seguridad y custodia. Además hay irregularidades que vulneran el debido proceso en la imposición de sanciones.
“En la mayoría de las ocasiones no se respeta el derecho de audiencia, no se notifican las sanciones, (ni la) ubicación en el área de sancionados antes de la determinación, no se practica la certificación de integridad física, y se suspende la visita familiar e íntima, y los infractores reciben un trato indigno durante la sanción”, dice la CNDH en la evaluación realizada a cuatro de las siete cárceles estatales.
En relación con la reinserción social de los internos, el organismo nacional detalló que existe deficiente integración de los expedientes técnicos de los reos, no hay clasificación criminológica de los internos, no existe separación de procesados y sentenciados en áreas comunes, carece de consejo técnico interdisciplinario y que las actividades laborales, educativas y deportivas son insuficientes.
Particularmente en la cárcel distrital de Cuautla se detectó que no existen condiciones dignas de estancias, ya que existe hacinamiento, los dormitorios son insuficientes, la infraestructura es inadecuada para la reclusión, las condiciones materiales y de equipamiento de las áreas médicas, de cocina, comedores, vista familiar e íntima, de talleres y áreas deportivas están en malas condiciones.
En tanto que en la cárcel distrital de Jojutla se detectó específicamente deficiencias en la atención médica a los internos, que no existe supervisión del funcionamiento del centro penitenciario por parte del titular, tampoco existe prevención y atención a incidentes violentos o casos de maltrato o tortura, ni atención de las áreas técnicas a internos sancionados.
Incluso, derivado de estas deficiencias detectadas también hace unos meses por la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Morelos (CDHEM) en el diagnóstico penitenciario estatal, se emitió una recomendación local al titular del Poder Ejecutivo y hace unos días el organismo estatal pidió al Congreso exigir a las autoridades el cumplimiento de dicha recomendación, en virtud de que prevalecen deficiencias preocupantes en el sistema penitenciario estatal.