Ante la inestabilidad que atraviesa el sistema de reinserción social, las debilidades y carencias de los centros de reclusión en la entidad, el encargado de la política interna expresó que está en integración el proyecto para edificar y disponer de infraestructura adecuada, para el internamiento de las personas que enfrentan procesos penales o purgan sentencias por perpetrar conductas ilícitas.
“Hay un nuevo proyecto de construir un penal y ya cuando se inicie tardará sobre dos años la construcción; estaremos cerrando (las cárceles distritales de) Cuautla, Jojutla y Jonacatepec”, dijo.
Expresó que con la supresión de estos centros penitenciarios, sólo quedaría en funcionamiento el penal de Atlacholoaya (dividido en áreas femenil y varonil) y el nuevo centro de reclusión, donde se reubicaría a los internos.
Por otra parte, Messeguer Guillén indicó que la Coordinación de Reinserción Social proyecta certificar, en el mes de noviembre, el área femenil del penal de Atlacholoaya, lo que permitirá al gobierno del estado obtener fondos de la “Iniciativa Mérida” –financiada por el gobierno estadounidense– y fortalecer la seguridad en los reclusorios.
Asimismo, detalló que se tiene prevista la reubicación a cárceles de máxima seguridad de otros 22 reos, quienes actualmente purgan condenas en el penal de Atlacholoaya, luego del traslado reciente al Centro Federal de Reinserción Social de Tepic, Nayarit, de tres internos considerados de alta peligrosidad.