El Centro de Investigación en Biodiversidad y Conservación (CIByC) de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) desarrolla como línea de investigación la sistemática filogenética de mamíferos, en la que se describen la diversidad y las relaciones evolutivas de los organismos.
Elizabeth Arellano Arenas, profesora investigadora, trabaja en esta línea de investigación, particularmente en roedores, “que son los más abundantes y los más diversos”, dijo.
Explicó que en términos prácticos de aplicación, las filogenias permiten conocer en los organismos sus parientes cercanos, conocer las relaciones evolutivas para posibles aplicaciones, principalmente en plantas. “Describimos especies crípticas, es decir que no se pueden ver, eso sólo se puede describir con datos moleculares y secuencias de ADN”.
Señaló que el planeta cuenta con 20 millones de especies de mamíferos, de los cuales sólo el 2% es conocido, “y es importante conocer las relaciones evolutivas en los mismos para entender el origen, parentesco y aspectos del tiempo de evolución”, puntualizó.
El modelo de estudio de la investigadora son los roedores, de los cuales obtienen su AND. “México es un escenario con relieve amplio y a lo largo de los procesos zoológicos, particularmente el pleistoceno, han sufrido cambios importantes, al haber más especies crípticas (ocultas) va a haber mayor número de especies endémicas, que al estar en lugares tan pequeños, están en peligro de extinción. Saber que tenemos una mayor diversidad, es una mayor responsabilidad porque perder estas especies que sólo viven en México, es perderlas del planeta. En ese sentido, mi trabajo está muy relacionado con estrategias de conservación, los ratones son un modelo importante, podemos tener muestras grandes de ejemplares sin afectar a la especie. Cuando puedes describir que un bosque tiene especies de ratones o murciélagos, es probable que esperes condiciones similares para las especies que no puedes hacer ese experimento”, explicó.
La investigadora trabaja principalmente aspectos evolutivos y de conservación, sin embargo al trabajar con roedores, ha realizado estudios en los mismos como transmisores de virus o bacterias que son causa de enfermedades. “Ya que los roedores son reservorios de ciertos patógenos” y comentó que de esta manera se lleva la ciencia básica a la aplicación.