Tlaltizapán. Más de cien niños recibieron juguetes de parte de los Reyes Magos en el albergue de jornaleros Emiliano Zapata.
Desde las nueve de la mañana del domingo 6 de enero los niños correteaban en las canchas esperando, como cada año, que algunos coches y camiones llegaran con juguetes para ellos:
“Los reyes magos se los dan y ellos los ponen en los carros y camionetas para que nos den los juguetes, porque los reyes no pueden llegar hasta acá porque tienen mucho trabajo y entregan muchos juguetes”, relató una pequeña que vive con su mamá, papá y hermanos en una de las pequeñas habitaciones de ese lugar.
Los coches y motocicletas de los tatuadores y periodistas llegaron antes de las 12 del día, llevaban juguetes y ropa. Para que le tocará a la mayor cantidad de personas, unas mamás que viven en el albergue organizaron a los pequeños y a las mujeres: a esa hora la mayoría de los hombres y muchachos se encontraba trabajando en los cañaverales y el patio principal, donde se localizan las canchas, “hervía” de chamacos.
Primero pasaron las mujeres embarazadas y escogieron juguetes y ropita para bebés y niños chiquitos; luego les tocó a los niños mayores: acompañados por su mamá o una hermana mayor pasaron y seleccionaron lo que querían; las mamás buscaron prendas para mujer y cargaron con ellas.
Conforme iban llegando más personas el desorden aumentaba a pesar de que al menos cinco adultos trataban de dosificar los regalos: muñecas, muñecos, pelotas, balones, héroes, trastes para pequeñas cocinas, pantalones de mujer, faldas, blusas, playeras de adultos, pantalones, chamarras.
Llegó un momento en que las mujeres y los niños arrebataban los juguetes y la ropa, pero las organizadoras pudieron controlarlos y todo lo que se llevaba fue repartido, con excepción varias prendas de mujer que quedaron regadas en el suelo como si hubiera pasado por ahí un ventarrón y hubiera tirado la ropa del tendedero, pero que una mujer recogió y puso en una bolsa de plástico.
Algunas mujeres jóvenes preguntaron si más tarde llegarían más regalos de los reyes para los papás:
–Están saliendo tarde. Ropa para hombres y para los muchachos que ayudan a sus papás, los más grandecitos que ya pueden pulsar un machete y que les ayudan. Viene ya al rato, en la tarde y necesitan ropa, zapatos, pantalones camisas.
Después de que cerca de diez bolsas con juguetes y ropa fueron repartidas, los tatuadores y reporteros regresaron a sus lugares de origen. Unos no pudieron ir directamente a dar las cosas, pero llevaron a sus compañeros los juguetes y ropa que los reyes les habían dado para que éstos los entregaran a la gente del albergue.
Los jornaleros son, en su mayoría campesinos que migran de sus pueblos porque no tienen trabajo. Son reclutados por “enganchadores”, que van a los municipios más pobres de Puebla, Guerrero y Oaxaca, principalmente, y contratan a los hombres para el corte de caña; de preferencia buscan jóvenes, pero ante la necesidad de mano de obra recurren a los viejos.
Junto con los hombres, llegan las mujeres y los niños que no pueden quedarse abandonados en sus localidades y que son mano de obra adicional sin costo para los productores.