Al ser entrevistado por esta casa editorial, expresó que existe la falsa creencia de que se gana mucho dinero como miembro de la delincuencia organizada, pero la realidad es completamente distinta.
“En el crimen organizado hay gente que se dedica al secuestro, al narcotráfico, y gana cantidades extraordinarias, pero la base, los que están abajo, los que están operando no ganan tanto. ¿Cómo lo sabemos? Hay estudios periodísticos y académicos en los que se sabe que los sicarios están ganando entre 10 y 12 mil pesos al mes que, claro, es un ingreso mayor al que tiene un empleado promedio, pero el dato interesantes es: si bien es cierto que pudiéramos pensar que un sicario gana prácticamente el doble que un trabajador promedio del estado de Morelos de acuerdo a los estudios que hay, un sicario por razones evidentes no tiene los servicios de seguridad social”.
Dijo que los empresarios o los que están en la economía formal saben que de lo que se paga a un trabajador más o menos se tiene que destinar un 35 por ciento adicional para el pago de prestaciones y seguridad social, pero aun así el salario en la criminalidad termina siendo mayor. Pero el punto de inflexión es que la vida como sicario es cortísima, es de tres años, y para muestra un botón, el caso del “El Ponchis” es el que ilustra. Dicen que él tenía como tres años de sicario y ya se le acabó, porque se van a la cárcel o se van a la tumba.
En cambio, señaló, un trabajador tiene una vida productiva de 30 años. Entonces, en realidad no es tan rentable ser criminal de bajo nivel, pero ¿Entonces qué es lo que sucede? La tristeza de las cosas es que no hay empleo. Ése es el problema central.
Iván Ureña, maestro en Economía por el ITAM y columnista de La Unión, dijo que de acuerdo con un estudio del Consejo Nacional de Población, el salario promedio de un trabajador en Morelos es de 5 mil 316 pesos mensuales y para las trabajadoras es 3 mil 852 pesos mensuales.
Con base en estos datos, hizo un comparativo: un sicario en tres años de “vida productiva” puede ganar hasta 432 mil pesos, mientras que un empleado promedio en 30 años de trabajo puede ganar casi dos millones de pesos. Esto, subrayó, demuestra que ser criminal no es más rentable.
Manifestó que la falta de empleo es la causa fundamental por la que principalmente los jóvenes han optado por unirse a las filas del crimen organizado.
Y es que antes, en los años 60 y 70, con el salario de un hombre se sostenía una familia de seis o siete miembros, pero ahora es a la inversa, pues ahora trabajan el papá, la mamá y uno o dos hermanos, mientras que otro estudia.
Sin embargo, destacó que lo más lamentable es que los jóvenes que egresan del bachillerato, de las universidades o que están en edad productiva no encuentran empleo y aquí es donde la criminalidad se convierte en una trágica alternativa, pero no porque sea más atractiva sino simplemente porque no hay empleo.
Detalló que en el 2009 se perdió empleo en Morelos y para septiembre del 2010 no se habían recuperado las plazas perdidas, a pesar de que mucha población joven se está incorporando al mercado laboral, entonces “lo que sucede es que la criminalidad se torna una opción al desempleo”.
Precisó que tan sólo en los últimos 17 meses, de acuerdo con cifras del IMSS, en Morelos se registraron mil 542 nuevos empleos, lo que significa que al día sólo tres personas lograron emplearse en la economía formal y esto a todas luces es insuficiente para la cantidad de demandantes de empleo.
Sostuvo que desafortunadamente tanto la economía formal como informal no han logrado absorber la gran demanda de empleo, sobre todo de la población juvenil que –insistió- no tiene otra alternativa que incorporarse a la delincuencia por razones de sobrevivencia ante la incapacidad del Estado de generar empleo.
“El verdadero problema está en la generación de empleo, pues mientras no se genere empleo y haya muchos jóvenes que demandan trabajo que no encuentran, naturalmente algunos de ellos se irán incorporando a la criminalidad y, repito, no porque sea el gran negocio, simple y sencillamente porque no hay empleo”, enfatizó.