Necesitan cuidados especiales, señala investigadora.
En tiempos de pandemia por covid-19, los pacientes con demencia deben ser sujetos de cuidados especiales, pues el confinamiento puede aumentar los síntomas psicológicos o de conductas como ansiedad, irritabilidad, agresividad, frustración, apatía, depresión, vagabundeo, ideas delirantes, dificultad de conciliar el sueño o conflicto entre familiares o el cuidador.
Adela Hernández Galván, investigadora en neuropsicología del envejecimiento, del Centro de Investigación Transdisciplinar en Psicología (CITPSI) de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), dijo que para ayudar en el cuidado de los pacientes es necesario explicar la pandemia, evitar noticias que confundan, transmitir mensajes de tranquilidad, seguridad y afecto, recordar medidas de higiene, lubricar la piel de los enfermos a fin de evitar aparición de heridas o fisuras, establecer una rutina con horarios, actividades de autocuidado, pasar tiempo al aire libre, realizar tareas domésticas sencillas, mantener interacción a distancia con familiares, consulta médica a distancia, actividades de meditación y relajación y contar con un plan de acción en caso de que quien cuida o si el paciente enferma.
La fundadora de la Federación Mexicana de Alzheimer, e investigadora de tiempo completo del CITPsi, impartió la conferencia virtual “Cuidado de personas con demencia durante la contingencia”, en la que recomendó crear un ambiente estimulante para el paciente, porque en su estado tiene menos capacidad para adaptarse a lo que pasa y mantener una actitud positiva de afrontamiento, “pensar que estamos haciendo un bien común al permanecer en casa y buscar redes de apoyo”, dijo.
En su presentación virtual en la cuenta de Facebook del CITPSI, Hernández Galván, dijo que lo primero que se debe de saber sobre el tema es la premisa del cuidado de personas con demencia porque tienen menor capacidad cognitiva y dificultades de adaptación a cualquier cambio.
“Las familias deben decidir un solo domicilio permanente para el paciente, no es recomendable llevarlo de un domicilio en domicilio de los hijos por tratarse de una persona vulnerable al contagio del covid-19. Es básico que tengan varias rutinas, lo que les da orden, orientación, de lo contrario aumenta su desorientación”.
Además, la casa donde permanezca debe contar con espacios al aire libre, con luz, eliminar contaminación auditiva, no sobrecargar la casa con muebles o adornos porque confunde al paciente ver muchas cosas, explicó; “generar un ambiente estimulador favorece la orientación cuando existe un calendario y se regulan las visitas sobre todo para evitar el contagio”.
La especialista en neuropsicología del envejecimiento subrayó que es fundamental revisar los apoyos sensoriales que utilizan los pacientes, como lentes y aparatos auditivos. En este caso se debe revisar que sean los adecuados y sean funcionales.
También recomendó facilitar la orientación espacial colocando señalizaciones en las puertas o lugares visibles y fomentar la realización del mayor número de actividades posibles porque eso los estimula.
“Existe un impacto de la contingencia sanitaria en la persona con demencia porque el entorno esta estresado en un contexto inmediato y social ya que el paciente percibe las emociones del entorno, de los otros, y sobre todo porque las emociones se transmiten”.
Otra de las cosas que se deben tener en cuenta, dijo Adela Hernández, es la posibilidad de que las personas con esta enfermedad no comprenden o no recuerdan las medidas preventivas de higiene, ni la razón del confinamiento, por lo que es necesario explicarles de forma sencilla, porque son un grupo vulnerable con enfermedad crónico degenerativa que aumenta su fragilidad en estos tiempos de pandemia.