Por la emergencia sanitaria hay días en que sólo hace cuatro servicios.
Benjamín Orihuela, quien trabaja como chofer de taxi, señaló que por la afectación económica que ha dejado la pandemia hay muy pocos clientes, pero lo más lamentable es que en plena crisis los policías viales busquen infraccionar a los transportistas por cualquier motivo.
Dice que su experiencia como chofer de taxi es de 45 años y nunca pensó que una enfermedad podría afectar tanto a la economía del país, ya que el dinero apenas alcanza para comer.
Por ejemplo, afirmó, todos los días se despierta a las tres de la mañana porque a las cuatro debe salir de su casa para agarrar pasaje, pero ni madrugando obtiene los mismos ingresos económicos que tenía hace dos años.
Refiere que por la emergencia sanitaria y el llamado reiterado de las autoridades de salud a quedar en casa, hay muy pocos clientes y al día con mucho esfuerzo realiza entre tres y cuatro viajes, por lo que sus ingresos son de apenas 300 pesos y en ocasiones hasta menos, como hace unas semanas, cuando llegó a su casa con 60 pesos porque pagó 240 pesos de una infracción por circular con una luz fundida de la parte trasera de su taxi.
“Todos tenemos gastos en la casa, tenemos que ahorrar para la gasolina y, además, las infracciones están a la orden del día. Hace unas semanas me detuvo la policía vial porque tenía ‘un falso’ en la luz trasera de mi carro. Traté de dialogar con ellos, pero no se pudo y tuve que pagar”.
En cuanto a la pandemia, afirmó que para evitar contagiarse ofrece alcohol a sus clientes para desinfectar sus manos y además de manera constante limpia su unidad. Agradece que hasta el momento no se ha infectado, a pesar de que en dos ocasiones sus clientes fueron sinceros y le dijeron que estaban enfermos
“En Alta Vista (Cuernavaca), donde vivo, hay hasta cinco contagios cada semana. A mi alrededor hay mucha gente que conocí que se contagiaron y algunos fallecieron. Por eso le digo a los clientes que debemos cuidarnos entre nosotros y avisar cuando alguno está enfermo”.