Batallan taxistas contra competencia de Uber y Didi.
Fausto Albarrán afirmó que en los 50 años que lleva trabajando como chofer de taxi es la primera vez que por una emergencia sanitaria se ve obligado a descansar, por casi un mes, porque durante su jornada laboral se contagió con el covid-19.
Desde que llegó la pandemia, dijo, compró su cubrebocas y una botella de gel antibacterial para ofrecerlo a sus clientes como una forma de evitar un contagio. Sin embargo, hace poco más de dos meses, mientras realizaba un recorrido por las calles de Cuernavaca en busca de pasaje, empezó con el primer síntoma, que fue una sensación de frío.
“Yo me contagié hace dos meses y medio. Por eso tuve que dejar de trabajar casi un mes, porque mi esposa también se enfermó. Creo que para nosotros fue algo ligero. Empecé con un frío tremendo como a la una de la tarde, pero afortunadamente salimos rápido de la enfermedad, porque he visto otros casos de jóvenes que no la cuentan”.
En lo que respecta a su trabajo, afirmó que además de crisis económica a la que se enfrentan por la contingencia sanitaria, los taxistas también se ven afectados en sus ingresos por la competencia del servicio de transporte que se ofrece por medio de aplicaciones de teléfono, como Uber y Didi, pues al manejar tarifas más reducidas les quitan clientes a los trabajadores del volante.
El entrevistado señaló que sus ingresos diarios son de alrededor de 400 pesos, de los cuales descuenta 150 pesos para el combustible.