En el 2020 acumuló el mayor número de homicidios de internos en el país.
A pesar de su aparente mejora, el penal de Atlacholoaya fue considerado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) como el centro de reinserción social más violento del país, ya que en el 2020 acumuló el mayor número de homicidios de internos.
Al presentar del Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria (DNSP) 2020, la CNDH detalló que supervisó únicamente el penal varonil de Atlacholoaya, el penal femenil de Atlacholoaya y la cárcel distrital de Cuautla, ésta última marcada como un verdadero foco rojo por diversos factores.
Además, supervisó el Centro Federal de Reinserción Social femenil número 16, ubicado en el municipio de Coatlán del Río, y el Centro Federal de Reinserción Psicosocial, localizado en el municipio de Ayala.
Por cuanto a los tres penales estatales supervisados, la CNDH estableció una calificación promedio de 6.47 puntos. De manera individual, el penal de Atlacholoaya obtuvo una calificación de 6.23 puntos; el penal femenil de Atlacholoaya 7.55 puntos; y la cárcel distrital de Cuautla una calificación reprobatoria de 5.61 puntos, debido a la marcada sobrepoblación, el evidente hacinamiento, la deficiente infraestructura, la ineficiente atención para la prevención de violaciones a los derechos humanos y la presencia de actividades ilícitas dentro del propio establecimiento penitenciario.
El organismo nacional destacó su preocupación por las circunstancias que se viven en la cárcel distrital de Cuautla, cuyo centro oficialmente tiene una capacidad para albergar a 218 internos e internas, pero al momento de la supervisión se encontraban hacinadas 627 personas procesadas y sentenciadas, cuyo número rebasa en un 300% su capacidad.
En el DNSP 2019, la CNDH otorgó al penal de Atlacholoaya (que alberga a la población masculina) una calificación de 5.98 punto, sin embargo, en la edición 2020 del diagnóstico la calificación mejoró a 6.23.
Pero las estadísticas de la comisión nacional ubicaron a este centro penitenciario como el más violento del país, por el número de internos que perdieron la vida violentamente.
“Se observa en el apartado general de incidentes violentos que los homicidios que se presentaron en el 2020, fueron 70, de los cuales 30 sucedieron en Morelos, 10 en el Estado de México y ocho en Jalisco”, estableció la CNDH al externar su preocupación por la recurrente y grave violación al derecho a la vida.
De acuerdo con el diagnóstico, “las autoridades señalaron que el 58.6% de los homicidios se dieron en los dormitorios, el 25.7% en otras áreas o módulos y el 15.7% en patios o pasillos, lugares que debido a la ausencia de vigilancia tanto personal como tecnológica se convierten en puntos ciegos para la autoridad “espacios de alto riesgo” para la comisión de todo tipo de incidentes violentos”.
Además, según la CNDH, el penal de Atlacholoaya está entre 15 centros de reclusión, de un total de 113 establecimientos supervisados, donde las personas privadas de la libertad realizan o participan en actividades propias de la autoridad como autogobierno o cogobierno, aunque de manera insistente la Coordinación Estatal de Reinserción Social niega que esté superada.
Riesgo de suicidio en Cefereso Femenil
Otro dato relevante del DNSP 2020, presentado ayer por la CNDH, es que el Centro Federal del Reinserción Social Femenil número 16, ubicado en el municipio de Coatlán del Río, concentra el mayor número de internas con proclividad al suicidio.
“La autoridad federal señaló que de los casos con posibles conductas de riesgo suicida, el Centro Federal de Readaptación Social N° 16 "CPS Femenil Morelos" encabeza la lista con 161 mujeres, seguido del Centro Federal de Readaptación Social N° 13 "CPS-Oaxaca" con 20 hombres y el Centro Federal de Rehabilitación Psicosocial, con 14 hombres, pormenorizando que la edad mínima de las personas con este posible riesgo es de 19 años, la máxima de 58 y la más recurrente es de 33 años”, detalló.
Las causas que pondrían en riesgo la vida de las personas internas son la depresión, ansiedad, trastornos mentales y consumo de sustancias, principalmente, por lo que la CNDH ha insistido a la autoridad penitenciaria en que se cumplan con los programas de apoyo médico y psicológico.
Además, el Centro Federal de Readaptación Social N° 16 "CPS Femenil Morelos" fue el único que reportó en 2020 12 presuntos abusos por la posible obstrucción de la atención médica, aunque no se especificó en agravio de quién o quiénes se cometieron, y solo se conoce que fue personal de seguridad el señalado como probable responsable, por lo que se procedió a hacer la denuncia de hechos pertinente.