¡De plano esta semana ha sido caótica aquí en la "capirucha" del estado de Morelos!

hay que decirlo: el tráfico cada vez está peor en nuestra ciudad capital, brothers.

Nuestra precaria red de transporte, junto con la neurosis de los conductores en estas apocalípticas lluvias, los "vacuneros", los "mortalikos" repartidores de comida rápida, los bloqueos de inconformes y una pésima logística de los "árbitros" del tránsito conforman un coctel de neurosis colectiva.

En el primer cuadro, por ejemplo, los peatones también provocan tráfico. debería instituirse el cruce de transeúntes en las esquinas únicamente. Esto desahogaría de manera importante la circulación de vehículos. Muchas veces, las personas de la tercera edad (no generalizo) aprovechando su senilidad se cruzan indiscriminadamente en cualquier lugar entorpeciendo el tráfico.

Claro que no falta el irrespetuoso rutero que jamás discrimina, hombre, mujer, perro, fantasma, serpiente y escalera.

Oiga, por cierto, cuántas y cuántas rutas y taxis tenemos en nuestro estado, ¡qué bárbaro!

Considero muy importante, brothers, que empecemos a ser conscientes del daño que además de todas las calamidades citadas renglones atrás estamos provocando al ecosistema. El monóxido de carbono que emiten los vehículos automotores contamina el medio ambiente, sobre todo en el centro de nuestra ciudad por razones obvias.

El famoso efecto invernadero es el pan de cada día, es irónico que prediquemos por un lado sobre los urgentes planes de reforestación, cuando por el otro lado continuamos contaminando el medio ambiente. Nuestra ciudad capital requiere, según mi fachosa y mafufa percepción, un día de "hoy no circula", ¡son muchos los vehículos que circulan diariamente, brothers!

No nos confiemos por contar con las zonas más arboladas de la república mexicana. Les recuerdo que no hay fecha ni plazo que no se cumpla, así que muy truchas porque le estamos dando gas a todo.

Tal parece que los hombres pretendemos acabar con todo; los taladores clandestinos no aflojan el arpa ni con perros bravos; los automovilistas pensamos que nacimos en coche, no caminamos ni por equivocación, ni de relajo nos vamos a "pincel" (caminando) a determinados lugares que bien podríamos llegar sin utilizar el vehículo.

Va a llegar el momento, brothers, en que vamos a tener que salir a la calle equipados con máscaras antigases, ya ni siquiera "tapabocas" o "bozal" ¡aún peor, máscaras antigases, carnales! chaleco antibalas, ropajes y botas de uso rudo y "the last of the V eight" (último de los vehículos V8 cilindros); tenemos que entender que cuanto antes tenemos que entrar en acción. Como dicen los "batos locos", "acción es la palabra mágica".

Créanme y perdón que insista, si se aplicara en nuestro estado el "hoy no circula" mataríamos varios pájaros de un tiro; además ¿saben qué, brothers? hay mucha gente que ni manejar sabe, ¡la neta! de esos que ¡ponen la direccional contraria a la vuelta que desean realizar! ¡Así!

La forma más clara para detectar cuándo un individuo no tiene la más mínima idea del manejo de un vehículo automotor, que incluye el desconocimiento total y absoluto del reglamento de Tránsito, por supuesto, es el propio vehículo. "Nomás" échele un vistazo al cochecito, ¡lo traen como muégano! todo agujereado, y ni siquiera imaginemos a un individuo de estos con unos tragos arriba. ¡Arde Troya mis brothers!

Espero que de algo sirva la "calumnia" de hoy, mis brothers. Me despido y recuerden que les paso corriente el sábado otra vez. Pásenla chido y no chupen mucho. ¡Hasta la otra!