Se celebró el 20 de junio, día del padre, aunque el día internacional del vocho es el 22 de junio.

Zacatepec. La Segunda Gran Caravana de Vochos comenzó organizarse por ahí de mediados de abril de este año. Horacio Gutiérrez Nava, el presidente del Club Sur 1600, estuvo convocando a todos los integrantes de esta organización para que se comprometieran y el mero día 20, los 30 vochos apuntados estuvieran presente (al final llegaron 35).

Hubo varios inconvenientes porque algunos autos se descompusieron o le faltaban algunas piezas para dejarlos funcionando, pero los dueños se dieron tiempo para arreglarlos.

El recorrido anunciado era el domingo 20 de junio, desde el zócalo del Zacatepec a las nueve de la mañana para salir a las 10, avanzar en caravana hacia Galeana hasta llegar a Jojutla, de ahí a Tlaquiltenango y regresar a Zacatepec. Ahí se entregaría reconocimientos de participación en la caravana y se haría un convivio. Podían ir, además, de bochos, otros modelos de la marca Volkswagen, pero a la cola de la fila.

“Haremos unas paradas en algunos puntos para que los espectadores ‘admiren’ a los vochos y se puedan tomar fotografías con él y con el propietario. También se van a repartir dulces a los niños y calcomanías del Club Sur 1600. Al final habrá una comida, irán pocos porque algunos tienen compromisos”, explicó Horacio Gutiérrez.

Entre los que confirmaron su asistencia están José Juan Rodríguez Alcalá, con El Colorado; Logan con El Pistachón; Milton con El Pitufo; Óscar Domínguez Cruz con el Minimí; Diego Fernando Hernández Huicochea con El Mataperros; José Alfredo con El Esqueleto; Israel Domínguez con Alex el León; Emiliano Martín con El del cártel; Emanuel con El Patitas; Luis Alberto Quiroz García con El Rayo; Alex con La Consentida; Horacio Gutiérrez Nava con El Loco y Máximo Cerdio con El Toponeitor.

Gutiérrez Nava dijo que el año pasado no se pudo hacer la caravana porque el coronavirus había recluido a todo el mundo en sus casas y no fue posible porque Protección Civil del Estado y de los municipios prohibieron las concentraciones, incluso de autos, pero ahora hay semáforo epidemiológico en verde y ya se puede.

“De todos modos se está avisando a los vocheros y a sus familias que apliquen las medidas de contingencia, como el uso del cubrebocas, lavarse las manos con agua y jabón o con gel, la sana distancia, principalmente”, dijo Gutiérrez Nava.

El Pelón Gutiérrez también explicó que este 20 de junio es día del padre y se aprovechó para celebrar el día internacional del vocho, que es el marte 22 de junio, pero como los vocheros del club trabajan entre semana no se puede el mero día.

El día en que Ferdinand Porsche firmó el contrato de construcción el Volkswagen Sedán (Tipo 1) fue el 22 de junio de 1934, y con ello marcó el comienzo de su producción en Alemania, para luego continuar su fabricación en Brasil, México y otros lugares del mundo. Por eso varios clubes, desde 1995, definieron ese día como el día internacional del vocho.

El presidente del Club Sur 1600 es de los que opina que tener un vocho es como tener una mascota o a un familiar o a un amigo. Para el vochero, su carro no es un coche común y corriente, no sirve nada más para trasladarse en él. Por eso le pone apodo.

Además de que le gusta presumirlo, por más deteriorado que esté, un vocho es un vocho.

El Volkswagen Sedán une a la familia, reúne a los amigos, da alegría. Varias generaciones aprendieron a conducir en vocho y hay siempre un recuerdo de nostalgia.

Desfilan vochos por el sur de Morelos

La caravana se reunió según lo planeado aunque salió poco antes de las once horas de Zacatepec hacia Galeana para luego bajar a Jojutla, Tlaquiltenango y volver a Zacatepec, donde entregaron reconocimientos de participación y uno de los miembros del Club Sur 1600 invitó unos tacos.

A esta caravana acudieron familias enteras: papá, mamá, hijos y hasta las mascotas; generalmente el papá es el vochero pero también hay mamás vocheras, como una médica veterinaria con su vochito color rosado con huellitas de can.

El líder de este grupo, Horacio, dueño del taller mecánico "El Pelón" y presidente del Club Sur 1600, dijo que todas las modificaciones y arreglos de este coche se los ha hecho en su taller y el vehículo es descapotable.

También estuvo presente una vochera que vino de la Ciudad de México de nombre Rosi Molina:

"Nosotros tenemos este carrito (verde). Nos gustan estas actividades porque, nosotros somos de Tlaltizapán pero vivimos en la Ciudad de México y con esto la gente no está encerrada en su casa, sale la familia y conoces gente que tiene los mismos intereses que tú. Llevamos tres años restaurando este vochito".

Cuando la caravana avanzaba sobre las carreteras del sur, los transeúntes no podían dejar de ver la diversidad de estilos del auto clásico. Todos son reflejo de sus dueños, los coches se vistieron de la personalidad de sus propietarios y parte de las grandes bondades que tiene este vehículo es que se adapta a cualquier estilo de vida, tanto de uso rudo -como lo hace el médico veterinario Óscar, que le adaptó un remolque para mover a bestias de carga para la consulta médica- hasta el estilo clásico o el muy sutil.

La gente sacó sus teléfonos y empezó a grabar o tomar fotos señalando a los que más les gustaban y pedían a sus familiares y amigos ver lo que ven sus ojos: "¡Mira el color de ese! o "¿Ya viste aquel? ¡Está padrísimo!".

Este año en el arranque de la caravana participaron 35 vehículos Wolkswagen Sedán, además de combis, brasilias y motos con motor 1600. Uno de los requisitos que pide el club para entrar es que su vehículo sea motor 1600; otros tres o cuatro vehículos se incorporaron cuando la caravana ya había avanzado y uno o dos por ahí tuvieron fallas mecánicas menores que después de unos minutos pudieron resolver.

Club Sur 1600

El Club Sur 1600 lo fundó en 2018 Horacio El Pelón Gutiérrez, mecánico desde los 14 años, con la idea de reunirse de vez en vez con propietarios de Volkswagens Sedán, convivir en familia, hablar de los “escarabajos” e intercambiar accesorios y refacciones.

Al inicio sólo eran tres miembros, pero con los años fue creciendo, y hoy en día el Club está integrado por 28 personas, que componen una buena red de ayuda, ya que si a un vochero se le descompone su coche siempre hay otro cerca para ayudarlo, ya sea remolcándolo o buscando ayuda para echar a andar su vocho y que regrese a casa.

El Pelón tiene un grupo de WatsApp en el cual los integrantes preguntan sobre cuestiones de mecánica, electricidad, hojalatería, pintura y demás particularidades de los Volkswagen Sedán.

Algunas veces el Club Sur ha ido de excursión a distintos lados del sur de Morelos, aunque no todos jalan, dice el Pelón, porque muchos trabajan y tienen compromisos.

A los miembros del club los une el gusto por los vochos, porque han leído o han visto en algunos videos que el Volkswagen fue producido entre los años 1938 y 1978 en Alemania, y después se siguió fabricando en México hasta 2003.

A este modelo de automóvil se lo denominó KdF-Wagen o Kraft durch Freude Wagen, en alemán, “El coche de la fuerza mediante la alegría”.

A lo largo de diferentes países y lenguas se le atribuyeron los nombres populares de Volkswagen o Käfer (literalmente, en alemán, 'coche del pueblo' y 'escarabajo'), Beetle (literalmente, en inglés, 'escarabajo'), Coccinelle (en francés, literalmente 'mariquita') etcétera En los países hispanohablantes se lo denomina de diferentes maneras, Volkswagen vocho, Volkswagen Sedán, Pichirilo, Escarabajo, Peta, Sapo, Poncho, etcétera.

El 30 de julio de 2003, salió de la línea de producción el último vocho, que fue inmediatamente enviado al museo de Volkswagen localizado en Autostadt ubicado en Wolfsburg y el penúltimo construido (Número 2.999 de la última edición) se encuentra en el Museo & Club del Automóvil de la ciudad de Puebla, México.