"¡Qué nos pasa...! decía el famoso Héctor Suárez en su desaparecida propuesta televisiva. Cómo no recordar aquel ¡"programón"! de televisión de los años "ochentas". Sin duda alguna, un concepto que reflejaba claramente una sociedad inconsciente llena de resentimientos y prejuicios. Hay que recordar, su majestad, que dicha propuesta fue llevada a la pantalla chica de forma humorística con muchísimo éxito, pero ¿y ahora qué?
En la vida real y después de muchos años de aquella trama televisiva ¿qué creen? ¡seguimos igual o peor, brothers! ¿qué nos pasa? Seguimos en las "mesmas" "dici" Jerónimo.
El panorama que estamos viviendo, brothers, no es nada halagador. Hace algunos días, el domingo 15 de agosto, la "nota del día" fue ese fatídico "multiaccidente" en la carretera México-Cuernavaca en el km. 51, que dejó sin vida a seis personas que viajaban en motocicleta a gran velocidad y que al encontrar a los vehículos detenidos se impactaron. Desafortunadamente perdieron la vida. Por cierto, ninguno de los vehículos activó las "intermitentes". ¿qué nos pasa? No existe cultura vial en nuestro país.
Las autoridades brillaron por su ausencia. Hay que decirlo, no existe regulación alguna en la señalada carretera, es "tierra de nadie", brothers.
Se deberían implementar operativos que prevengan estas continuas tragedias. Se me ocurre que Capufe aprovechara la avanzada tecnología que hoy en día existe, utilizando "drones" que emitan algunas luces y una grabación que advierta cuando se suscite un accidente.
No soy experto en el tema, "parnas", solo es una sugerencia. Evidentemente se tendría que hacer una campaña masiva de publicidad para que las gente sepa e identifique que hay un accidente cuando los drones aparezcan.
Por todos lados encontramos auténticas tragedias, un cúmulo de individuos atropellados, (la mayoría gente de la tercera edad) en nuestras calles por diabólicos empleados del volante, inconscientes e irresponsables, hienas del asfalto; muertes llenas de misterio, suicidios, un exacerbado consumo de etílico y estupefacientes, falta de compromiso en las relaciones interpersonales, laborales y de pareja.
Es un hecho consumado que tenemos que abogar cuanto antes por la cultura de la prevención a la voz de ¡ya! antes de que nos cargue el payaso.
Bien lo cita el viejo refrán popular que a su letra dice "Más vale prevenir que lamentar".
¡Inclusive hasta nos saldría más barato, brothers! Urge un radical cambio de actitud a nivel colectivo ¿pero por dónde empezamos? nos preguntamos todos con cara de perro pisado.
El principal objetivo debemos centrarlo en la célula madre de la sociedad, la familia, el enfoque inmediato, la familia "Pirinola" , la familia "Peluche", la familia "Monster", la familia "Adams" y hasta la familia "Partridge" que también está bien "Daniela". ¡Cómo de que no! Tenemos que dirigir los reflectores al escenario básico tenemos que regresar, al "blanco y negro", para que mejor me entienda su señoría. Homologando, considero que es esencial volver a la época de oro del cine nacional, que usualmente proyectaba, quizá, historias trágicas, sí, pero que al final nos dejaban un agradable sabor de boca.
El cine finalmente tiene como objetivo plasmar diversas ideologías, innumerables formas de pensar basadas en formatos apegados a la realidad que se está viviendo en tiempo y forma (por cierto que esta de "tiempo y forma" es la favorita de nuestros flamantes políticos).
Es obvio que no podemos comparar, brothers, el cine actual o nuestra forma de vivir en la actualidad, que proyecta historias y personajes que encarnan la auténtica realidad social que estamos viviendo usted y yo, y que además en su menú incluye mayormente caprichosas y satíricas escenas generadas de las actividades propias de una "suciedad" descabellada que "busca" sin cesar, a través de un cúmulo de herramientas, una forma de "liberarse" del trajín al que somos sometidos día con día. De tal suerte que pareciera que para atenuar el flagelo que nos está "azotando" buscamos una serie de "subtítulos", por cierto muy "optimistas" tales como: ¡no pasa nada!
Lo que ocurre es que vivimos actualmente en una sociedad "sin prejuicios", "¡la vida sólo se vive una vez!". Así, así es como "masca la iguana" actualmente. Por ahí hay quienes se llenan la boca en decir que estamos frente a una sociedad "liberal" (para este que escribe más bien es una sociedad "libertina" ¡la neta!) Para despedirme, la "moraleja" para este su valedor, es que de no regresar a los "básicos" que enmarcan a la familia como la clave para salir del "bachezote" en el que nos encontramos, cada vez nos alejamos más, continuaremos siendo como "veletitas" sin rumbo, presas del tsunami en alta mar (tsunami, sí tsunami, no tsurimi!) (conste que quién así lo refirio en alguna ocasión fue la hermosísima Ninel Conde, que la verdad la disculpamos porque está divina) ¡Ah cómo chilla el niño!
Le digo, mi lector, estamos ya tan "acostumbradotes" al "modus vivendi" de esta sociedad que de pronto traiciona nuestra verdadera forma de pensar (usted perdone) imposibilitados para encontrar una mejor forma de vida. Ahí se las dejo de tarea pa’ que la desglosen... ¡Hasta la próxima, valedores del más leído!