Asociación de Padres de Familia pide se respete la decisión de quienes no envíen a sus hijos a las aulas.
La Asociación Estatal de Padres de Familia de Morelos (Aepaf) llamó a las autoridades a cumplir con el acuerdo de garantizar la atención a distancia y con calidad a quienes decidan no enviar pronto a sus hijos a clases presenciales. Muchos prefieren esperar dadas las condiciones de la pandemia en el país y en el estado, ya que hoy cambia el semáforo de riesgo a naranja para la entidad.
Mauricio Miranda Villalva, presidente de la agrupación, consideró que hay muchos aspectos que afinar en la estrategia oficial anunciada el viernes pasado por las autoridades educativas locales.
Como ejemplo, mencionó que no se sabe cómo será el mecanismo para alertar cuando haya sospecha de algún estudiante, maestro o padre de familia enfermo de covid; no se ha dicho si sólo se suspenderán las clases presenciales hasta que se haya confirmado con pruebas de laboratorio (si con antígenos o PCR, lo que podría tardar más días) o desde que haya indicios y quién les va a avisar o cómo.
El representante de la agrupación calificó como positiva la postura del gobierno estatal en el sentido de que se ha hecho énfasis en que el retorno a las aulas será voluntario y gradual.
La postura de la Aepaf es muy clara, afirmo, “no nos pueden obligar”.
“Yo podría decirle que la mayoría, aunque no puedo afirmarlo tajantemente, no enviará a sus hijos desde las primeras semanas a la escuela”.
Comentó que hay algunos tutores que por cuestiones personales (sobre todo por trabajo) ya quieren mandar a los pequeños fuera de casa y “están dispuestos a arriesgarse”; pero destacó que el sentir mayoritario que han observado es que existe temor entre mamás y papás, porque justo ahora están aumentando los indicadores de la pandemia, no sólo en Morelos sino en México.
Más allá de que las autoridades federales consideren que la educación ahora ya es “actividad esencial” y se puede desarrollar en color rojo, la población sabe que cuando se incrementa el riesgo es porque hay más casos y menos capacidad del sistema de salud de atender a los pacientes.
“Aquí estamos hablando de sensatez, porque no es ponerle solo una etiqueta o un color y cambiar de pronto lo que eso ya significa para la gente. La propia autoridad federal no ha explicado que un color naranja significa que nuestro sistema de hospitales está casi lleno y en algunos ya lo están, el rojo que está saturado; ya lo vimos en las dos primeras olas. Quiere decir que van a empezar a rechazar pacientes. No pueden de buenas a primeras cambiar el discurso. El propio subsecretario (de Salud federal Hugo López) Gatell ha dicho que esta ola es de los no vacunados, y pues nuestros hijos no están vacunados. Seguro habrá quienes se quieran arriesgar. Adelante, es su decisión, pero es lógico que en mucha gente haya miedo… hemos visto imágenes de gente muriendo en hospitales y suena horrible o lastimero, pero yo no creo que quieran ver niños ahora en esas condiciones afuera de los hospitales”.
Miranda Villalva consideró que muchas familias irán calculando, esperando a que baje el riesgo, pero mientras tanto, pidió que el IEBEM cumpla con el compromiso de seguir desde el primer día del ciclo escolar con la atención a distancia para los estudiantes que no vayan a los salones.
Comentó que algunas medidas fueron acordadas con el director del Instituto de la Educación Básica del Estado de Morelos (IEBEM) Eliacin Salgado de la Paz y esperan que se cumplan.
Por otro lado, expresó que como Aepaf también tienen la responsabilidad de pedir que se atienda adecuadamente a los estudiantes de las familias que sí van a mandar a sus hijos a clases.
Explicó que el recorte de horarios fue una decisión fundada en un tema laboral más que en las necesidades de formación. Comentó que es comprensible que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) haya pedido que no se trasgredan los derechos de los trabajadores y que se respetaran sus jornadas de trabajo, por lo que se dividieron los horarios de atención a clases presenciales y los que se destinarán a los alumnos que estarán a distancia.
“Lo que nos preocupa un poco es que las mamás y papás que trabajan ahora llevarán a sus hijos a las ocho y tendrán que regresar a las 12, por ejemplo en primaria, y eso complicará la organización en los hogares. Sabemos que siempre hay bemoles, nos tendemos que adecuar, pero ya vemos que este será un aspecto que implicará mayor adaptación y otra posible causa por la que no mandarán a los niños y niñas a clases” expresó el representante.
También hizo público el compromiso asumido por el director del IEBEM en cuanto a que los comités participativos (que estarán encargados de aspectos tales como los filtros de entrada) estarán conformados por los propios padres de la asociación. Esto para evitar que se deje esa carga a los maestros y evitar fricciones entre papás y profesores.
“Ya sabemos que no va a ser fácil decirle a algunos papás o mamás que no pueden pasar si tienen temperatura o si a media clase se dan cuenta de que tiene síntomas”, mencionó, al exponer que este compromiso incluso fue planteado por la secretaria general de la Sección 19 del SNTE Gabriela Bañón Estrada en una de las reuniones de trabajo.
En cuanto a las condiciones físicas de las escuelas, el presidente de la asociación dijo que no les resta más que confiar en las cifras oficiales, puesto que nadie tiene otros censos confiables, ni siquiera en cuanto a la matrícula, porque hubo mucha movilidad.