José Luis quiere retomar sus estudios de preparatoria.

Por culpa de la pandemia, José Luis -quien desde hace cinco años trabaja como checador de rutas en el centro de Cuernavaca- tuvo que doblar actividad y desde hace seis meses laborara como auxiliar en una funeraria ubicada en el municipio de Xochitepec, para hacer frente a la crisis económica que le ha dejado el covid 19.

El joven explicó que trabaja como checador desde las ocho de la mañana hasta la una de la tarde, pero apenas obtiene como máximo 150 pesos debido a que algunos operadores del transporte público le dan solo entre uno y dos pesos por darles a conocer el tiempo de diferencia que hay entre cada vehículo.

Por esta situación también trabaja en la funeraria, en la cual auxilia en la preparación de los cuerpos, porque necesita dinero para apoyar con los gastos a su mamá.

Además, se propuso ahorrar un poco para retomar sus estudios de preparatoria, los que abandonó por la crisis sanitaria.

Cuando termine de estudiar la preparatoria dijo que continuará con la licenciatura en contabilidad.

“Tuve que buscar otro trabajo para poder subsistir porque como checador han bajado mucho los ingresos. Empecé a laborar como auxiliar en servicios funerarios por un conocido que me invitó, pero ahí tengo que estar disponible las 24 horas y tengo que ir a la hora que me llamen. Por eso trabajo como checador solo medio tiempo”.

Contó que su primer día de labores en la funeraria fue un poco extraño porque tuvo que ir a recoger el cuerpo de un conocido que falleció por causas naturales.

Aunque en una ocasión soñó con uno de los cuerpos sin vida, afirmó que no le da miedo ver cadáveres, sino al contrario siempre le llamó la atención esa actividad por la cual recibe un pago de mil 200 pesos semanales.

José Luis tiene 17 años de edad y empezó a laborar como checador voluntario cuando tenía 12.