Repartidor de comida afirma que con el seguro social hay más confianza para salir a trabajar
Cuando los días pintan bien, dice Oliver Ocampo -repartidor de comida- sus ingresos económicos son de hasta 250 pesos, pero en los días más flojos con mucho esfuerzo logra reunir 100 pesos en una jornada de seis horas.
Desde hace once meses trabaja en la plataforma de Didi, y señaló que a veces le va bien en lo económico y en menos de seis horas logra realizar de cinco a nueve entregas de alimentos a domicilio. Pero hay otros días en los que, de plano, no hay solicitud de pedidos.
“Trabajo por horas porque estoy estudiando unas materias para presentar un trabajo que me piden en otra empresa. En la plataforma no me va tan mal. A veces me llevo 250 pesos y cuando el día está muy flojo 100 pesos, pero también me ha pasado que tengo que esperar más de dos horas”.
Cuestionado sobre su opinión respecto al convenio que firmó el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) con las plataformas digitales que prestan el servicio de reparto de alimentos, dijo que es una buena idea, porque los repartidores manejan rápido debido a que algunos clientes son exigentes y se molestan cuando el pedido no llega a tiempo.
Aunque dijo que no está bien informado sobre este convenio, afirmó que se inscribirá porque su labor es de riesgo y para él es muy caro contratar un seguro particular.
“No he sufrido algún accidente vial o asalto, pero me han tirado la moto cuando la dejo estacionada porque voy por un pedido y cuando regreso mi moto está en el piso por algún conductor que tal vez hizo reversa y no la vio”.
Además, refirió que para evitar ser víctima de la delincuencia no ingresa a colonias de riesgo, como Alta Vista, Lagunilla y Antonio Barona en Cuernavaca.