A raíz de esa situación, junto con sus compañeros crearon un grupo de WhatsApp.
“Estábamos por Ciudad Chapultepec, iba a dejar a mi cliente cuando vimos que tres hombres armados se bajaron de una camioneta. Uno de ellos dijo que eran los jefes de plaza y que no podíamos estar ahí a esa hora, y luego empezaron a golpearnos”, relató Armando, quien trabaja como conductor de plataforma.
Este hecho violento -dijo- ocurrió hace más de un año alrededor de la una y media de la mañana, y aunque lo reportó con los policías la respuesta de los oficiales fue que debía presentar su denuncia, pero Armando no acudió a la Fiscalía porque considera que se pierde mucho tiempo y no hay resultados.
“A mi cliente le dijeron que sacara todo lo que llevaba. El señor iba muy tranquilo y lo golpearon muy feo que se le cayeron dos dientes. Después empezaron a golpearme en la cara pero yo trataba de evadirlos y creo que eso les molestó, me pidieron el celular y patearon la puerta del copiloto hasta que se dañó”.
A decir del entrevistado, por esa situación dejó de trabajar durante tres días debido a que el vehículo quedó inservible, pues los delincuentes robaron el sensor y su teléfono celular.
Refirió que compró con su tarjeta de crédito otro equipo telefónico para poder reincorporarse a sus actividades y uno de sus amigos le ayudó con la reparación de su automóvil. A raíz de ese suceso creó un grupo de WhatsApp junto con sus compañeros por medio del cual monitorean sus viajes.
Contó que su jornada laboral es de doce a quince horas diarias para poder realizar entre 30 y 35 viajes. Empieza a las diez de la mañana y termina a la una de la mañana.