Con la pandemia sus ingresos como taxista cayeron drásticamente.
Aunque desde hace varios años trabaja como chofer de taxi, Héctor Carrillo dice que le hubiera gustado estudiar una profesión y tener un empleo estable con salario fijo, prestaciones y seguro social.
Como trabajador del volante -señala- ha tenido la oportunidad de viajar a otros estados del país y aunque en lo económico no le va tan mal, la emergencia sanitaria del covid-19 le ha hecho reflexionar sobre su futuro y sobre cómo mantendrá a su familia cuando ya no pueda laborar.
“De mis estudios solo terminé la secundaria, me hubiera gustado ser contador y tener un trabajo estable, con prestaciones y seguro social. En el taxi no tenemos nada de eso y trabajamos hasta en Navidad, pero no pensé en mi futuro y ahora sé que no siempre tendré la fuerza para trabajar porque el cuerpo también se cansa”.
Afirmó que a raíz de la pandemia sus ingresos económicos han disminuido de manera considerable y a veces con mucho esfuerzo reúne entre 500 y 600 pesos diarios, de los cuales 200 son para la cuenta.
Antes de la crisis sanitaria -indicó- juntaba hasta mil pesos en una jornada de ocho horas diarias, pero ahora tuvo que alargar sus horas de trabajo, pues hay días en los que solo realiza siete viajes en todo el día.
El entrevistado refirió que por la inseguridad no trabaja después de las diez de la noche, porque hace un año lo asaltaron y le robaron el vehículo.