Entregó el pedido y la mujer nunca salió para pagar.
“Una chica me vio la cara porque me robó el producto, pidió 400 pesos en comida y cuando le entregué sus alimentos me dijo ‘ahorita te pago’ y ya no salió, estuve tocando su puerta pero no salió”, contó Michel Mendoza, quien trabaja desde hace dos años como repartidor de comida por medio de las plataformas digitales.
Lo anterior -dijo- ocurrió hace dos semanas en la colonia El Empleado en Cuernavaca. Aunque de inmediato se comunicó con el área de soporte de la aplicación, desde donde trataron de contactar a la joven que pidió los alimentos, ésta nunca respondió.
Señaló que la buena noticia es que la empresa que presta el servicio de reparto de alimentos confió en él y no realizó el cargo a su cuenta, pues de lo contrario hubiera perdido esos 400 pesos.
“La aplicación me respaldó, no me cobró nada y al final no perdí en lo económico” expresó el entrevistado, quien labora en una jornada de ocho a diez horas de lunes a sábado.
Refirió que en ese lapso ha logrado realizar hasta quince entregas de alimentos, pero en los días flojos con mucho esfuerzo entrega cinco pedidos de comida por lo que sus ingresos son de 200 pesos.
Cuestionado respecto al convenio que firmó el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) con las plataformas digitales, respondió que no se ha informado bien debido a que próximamente se casará y confía en que su esposa le compartirá este beneficio que tiene en la empresa donde labora.
“Si no tuviera la oportunidad de estar con mi chica para que me comparta ese beneficio del seguro estaría con el pendiente de buscar una aseguradora, pues (para) la plataforma el seguro es válido (solo) cuando vamos a entregar un pedido”.
También asegura que sufrió percance automovilístico, al que atribuye a que no había señalización, por lo que él y otro vehículo avanzaron al mismo tiempo. Aunque su motocicleta derrapó, no pasó a mayores.